Reportaje El Mercurio, 07.05.2016 Consuelo Cifuentes
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Víctima de cáncer, murió tras vivir por más de dos décadas en Chile. En sus últimas declaraciones mantuvo vigente su pensamiento y defendió el régimen que lideró su marido
A las 7:00 horas del viernes, en la residencia de su nieta, en la comuna de La Reina, murió Margot Honecker, ex primera dama y ministra de Educación de la RDA.
Víctima de un cáncer y a los 89 años, la viuda del jerarca de la Alemania Oriental entre 1976 y 1989, Erich Honecker, falleció a pocas cuadras de la casa de dos pisos donde vivió desde que llegó al país, en 1992.
"¿Vieron las noticias?", preguntaban a los conserjes los vecinos que iban llegando al condominio de la "Comunidad Andalué". Una conocida del barrio recordó que en una oportunidad trasladó a Margot hasta su residencia, y que aunque intentó conversarle, aseguró que fue imposible porque Honecker no hablaba español.
Hace dos meses que había dejado la casa, por lo que los vecinos creían que estaba de vacaciones. Pero ayer se enteraron por la televisión de su muerte, y aseguraron que no se lo esperaban, porque no habían visto indicios de enfermedad alguna.
De hecho, se veía recurrentemente a los familiares visitar la casa, donde estaban cambiando las alfombras y pintando las paredes.
En completa reserva, Margot Honecker se fue a vivir con su nieta, pero ni siquiera los vecinos del nuevo condominio sabían con certeza si ella habitaba allí, y el conserje tenía estrictas instrucciones de no dar información al respecto.
Desde esa casa en calle Ossandón, a donde llegaron amigos de la familia a velarla sin dar declaraciones, saldrán los restos de Margot Honecker rumbo al Parque del Recuerdo. A las 10 de la mañana se celebrarían sus funerales.
Lazo familiar con Chile
Tras estar en la cúspide de la jerarquía de la RDA, con su marido a la cabeza por 13 años, Margot Honecker llegó al país en agosto de 1992, sola, en un vuelo Aeroflot, a instalarse en la comuna de La Reina.
Su hija Sonja ya vivía en el país, porque estaba casada con el chileno Leonardo Yáñez. Seis meses después llegó su marido, tras ser liberado de un corto encarcelamiento, acusado por las muertes de todos aquellos que intentaron cruzar el muro de Berlín mientras él era jerarca.
Poco después, Erich Honecker moriría de cáncer al hígado en 1994, también en Santiago. Su mujer se quedó viviendo en Chile, pese a que nunca se vinculó demasiado ni con el idioma ni su nuevo barrio.
Sin embargo, se quedó viviendo con su nieto Roberto Yáñez, quien se dedica a la música y la poesía.
Última defensa de la RDA
Con su nieto vivía una vida reservada y alejada de los medios. Su última y única entrevista la dio a un canal público alemán, donde defendió la labor de su marido y el sistema de vida de la RDA. En el documental, que tuvo una alta audiencia en Alemania, Margot Honecker aseguró que para ella "la República Democrática Alemana era mi vida. Yo trabajé, colaboré, desde el primer momento, por la construcción de ese país. Dediqué toda mi vida a ello, y es verdaderamente trágico que ya no exista".
A quienes murieron al intentar cruzar el muro de Berlín, incluso los trató de "estúpidos", señalando que "para nadie es indiferente que una persona joven pierda la vida de esa forma" y que "es una muerte innecesaria". "Esa persona no tenía para qué haber saltado por encima del muro. Pagar con la vida por esa estupidez es algo terrible", agregó.
En la misma entrevista, tampoco se arrepintió de la labor realizada por la inteligencia del régimen. "La RDA tenía enemigos, por eso existía la Stasi. Que a los oponentes políticos no se les haya hecho el proceso y que a algunos se los haya encarcelado es normal".
En la ocasión, Honecker planteó que la reunificación de Alemania fue un error político. De hecho, defendió el régimen y no mostró autocrítica alguna, pese a que ella misma fue acusada de liderar una política de adopciones forzadas cuando era ministra de Educación.
"¿Cuáles fueron los crímenes de la RDA? ¿Que tuvieron una buena educación? ¡Que me expliquen dónde está el delito! Primero deben pedir perdón ellos de que durante siglos se haya explotado a la humanidad. ¡Que me expliquen dónde está el delito!", dijo Margot Honecker al medio alemán.
