Editorial OpinionGlobal, 19.09.2016
El Movimiento de Países No Alineados (MPNOAL), surgido hace poco más de medio siglo como una alternativa autónoma a la bipolaridad soviético-norteamericana estructurada durante la Guerra Fría, celebró su última Cumbre en la paradisíaca Isla Margarita, donde el régimen teocrático-revolucionario de Irán hizo entrega de la presidencia pro-tempore al régimen populista-dictatorial de Venezuela.
Hemos usado cada uno de estos adjetivos para destacar que el MPNOAL: (i) No es ni movimiento ni No Alineado sino un bloque decadente y pieza de museo de la Guerra Fría, copado -en la actualidad- por líderes polémicos y un grupo de países no democráticos (partiendo por Irán y Venezuela); (ii) Su nueva presidencia recae ahora en un país del “socialismo del siglo XXl”, sumido en la peor crisis económica y política de su historia, y que está siendo cuestionado abiertamente por la comunidad internacional por vulnerar la democracia y violar los derechos humanos; y (iii) Los únicos objetivos comunes de ayatolas, castristas, chavistas, correistas, evo-indigenistas, y sandinistas, así como de dictadores africanos o asiáticos (Mugabe y Kim Jong-un) y la mano rusa en el manejo de países menores como Gambia, Bielorrusia y Siria, es convertir el Movimiento en una "organización" contra las "nuevas formas de recolonización": léanse los Estados Unidos y los opositores internos que supuestamente buscan derrocar dichos regímenes populistas.
En cuanto a las deliberaciones en Isla Margarita, primó -por cierto- la demagogia antes que proyectos específicos de cooperación internacional. El presidente de Ecuador, Rafael Correa, advirtió que existe un nuevo "Plan Cóndor" (operación de las dictaduras latinoamericanas contra sus opositores políticos), pero ésta vez contra los "gobiernos progresistas" de la región, conspiración que cuenta con la participación del "norte" (Estados Unidos). El ecuatoriano también se refirió a unos "poderes fácticos" que utilizaban "métodos como el bombardeo mediático (Ecuador), los golpes de estado parlamentarios (Brasil), el acoso económico (Cuba), y la difamación de líderes de izquierda democráticamente electos" (Kirchner, Maduro, Rousseff, etc.).
Por su parte, el líder cubano, Raúl Castro, insistió en que su país no renunciará a "uno solo de sus principios" en el proceso de reapertura de las relaciones con EEUU y que su total normalización dependerá del levantamiento del bloqueo y de la devolución de la base norteamericana de Guantánamo.
Al respecto, el presidente boliviano, Evo Morales, propuso al inicio de la Cumbre aprobar una resolución para exigir a la Casa Blanca que indemnice al pueblo cubano por el bloqueo económico que mantiene en contra de la Isla desde octubre de 1960. Después de ratificar su total apego al castrismo, el líder indigenista afirmó que el MPNOAL debía encaminarse hacia un nuevo orden mundial, con justicia social y en armonía con la Pachamama. Finamente, apoyó al presidente Maduro ante la agresión que viene sufriendo ("dale duro contra el imperio norteamericano...."). "Los pueblos indios somos rebeldes y nuestra rebelión siempre se impondrá junto a los países que luchan por la liberación de sus pueblos", enfatizó Morales.
En fin, cabría preguntarse, ¿qué tiene que ver Chile con este amorfo conglomerado de dictaduras y de regímenes populistas? Por favor, no nos vengan con el cuento de la convergencia entre países con diferente signo. El verdadero tema es que no nos conviene ni nos interesa ser parte de una alianza de tiranías.
