Chile y La Haya

Carta
La Tercera, 20.09.2017
Fabio Vio Ugarte, embajador (r)

Con motivo de la reciente entrega de la Dúplica chilena en el litigio que nos enfrenta con Bolivia en La Haya, autoridades han resaltado con razón la unidad nacional existente en la defensa de la soberanía territorial y la plena vigencia del Tratado de 1904, realidad que Bolivia debería tener presente en todas sus inaceptables y repetidas provocaciones.

Sin embargo, esta unidad no debe confundirse con la conformidad con la política que se ha adoptado en este artificial proceso. En reiteradas ocasiones hemos sostenido que teniendo claro que el rechazo de la objeción preliminar por la Corte fue un acto judicial  que desconoció abiertamente el Pacto de Bogotá y no respetó el Tratado de 1904, Chile debería denunciar el mencionado Pacto. Así daríamos un mensaje fuerte a la comunidad internacional y a la misma Corte. Es evidente que el nombramiento de tres agentes diferentes para el mismo caso, la renuncia de la jueza ad hoc nombrada por Chile y, lo más grave, la persistente manifestación boliviana que cualquiera sea el fallo no abandonará jamás su aspiración de salida soberana al mar, demuestran que este delicado asunto merece un enfoque diferente al seguido hasta ahora.

Bolivia debe tomar seriamente nota de que nunca tendrá la soberanía a la que aspira, cualquiera sea el fallo que la Corte emita. En dos ocasiones la Corte nos ha perjudicado al considerar aspectos no jurídicos en sus fallos, por lo que la confianza en que ahora los jueces actuarán diferente no tiene mayor base. Debe quedar claro que una sentencia  que afecte nuestra soberanía nos será inoponible, con las consecuencias que esto implica. Sobre esta base debemos seguir en este litigio y apoyar a quienes  están representando los intereses chilenos: agentes y asesores. Por ultimo, es importante dejar a los agentes o coagentes la gestión de los asuntos con la Corte, como la reciente entrega de la Dúplica.

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