Ciberseguridad: Una amenaza real para Chile?

Matías Salazar Huneeus[1]

Actualmente, todos formamos parte de una comunidad internacional que se aloja dentro de un entorno dinámico e impredecible. El fenómeno de la globalización y la revolución de las telecomunicaciones han erradicado las barreras de espacio y tiempo. El flujo de información viaja de forma instantánea a través de enormes distancias para conectar los seis continentes y expeler esa –empíricamente obsoleta– noción del aislacionismo.

El ciberespacio es “un concepto que se emplea dentro de la comunidad de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TICs) y se refiere al conjunto de medios físicos y lógicos que conforman las infraestructuras de los sistemas de comunicaciones e informáticos” (Fojón y Sanz, 2015). Es más, el dominio digital ha logrado esparcirse y desarrollarse a niveles sin precedentes; para el año 1998, el Internet constituía de solo 3 millones de websites, hoy en día en cambio, este cuenta con más de 635 millones (Global Conference on Cyberspace, 2015).Como consecuencia, el ciberespacio ha catalizado una densa red de interdependencia e interconectividad que logra diseminarse hasta en las esquinas más recónditas del planeta.

A raíz de esto, hoy en día Chile no se sitúa en la periferia y tampocose le considera como unalejana y delgada franja de tierra encerrada entre el Pacifico y la Cordillera de los Andes. De hecho, todo lo contrario, Chile hoy está más interconectado que nunca, dada su profunda apertura comercial en base a su extensa cobertura global en Tratados de Libre Comercio (TLCs), su participación en foros de integración regional tanto en la Alianza del Pacifico como en UNASUR, y por su posición geográfica haciendo referencia al Asia Pacífico y la APEC.

Cabe destacar, que en materia de ciberespacio, según indicadores del World Economic Outlook del Fondo Monetario Internacional, Chile en la región lidera en cuanto a acceso a mercados de tecnología en información y comunicación. Asimismo, para el año 2012, el país ocupaba el puesto número 37 –el mejor del continente– en facilidad para realizar negocios (Banco Mundial, 2012 en Marín, et al., 2013). Por si esto fuera poco, en cuanto a conexiones a Internet, en Chile se observa una tendencia de crecimiento anual de más de 700 mil usuarios aproximadamente. Por cada mil personas, 480 son usuarios de redes sociales, cifra que supera a todo país latinoamericano y europeo (Marín, et al., 2013).

Todo esto demuestra que el desarrollo y bienestar de Chile depende irrestrictamente del ciberespacio. Es más, toda sociedad y cultura moderna está sometida a una creciente digitalización y dependencia al dominio digital. Y cuando hablo de desarrollo no aludo meramente a la connotación económica del término. Sino bien, hablo de un desarrollo de carácter holístico. Ya que, las tecnologías de información y comunicación han adoptado un rol imprescindible al consolidarse como una herramienta crucial para el desarrollo intelectual, social y económico de toda sociedad moderna.

En términos concretos, el Internet no solo facilita las transacciones financieras, la negociación transfronteriza y el desarrollo de un activo comercio internacional, sino también, incide en todo aspecto de la vida social e intelectual al permitir un libre flujo de información, de competitividad, de innovación al ejercer un espacio de dialogo e interacción inmediata. A raíz de esto, el ciberespacio ha reestructurado ciertas formas de comportamiento e interacción entre los individuos ya que, ha revolucionado tradicionales patrones sociales, tales como la forma de conseguir empleo, conocer gente o de buscar pareja, entre otros. Y esto no sólo es aplicable en un marco individual, sino también transcurre a nivel institucional, de empresas, sociedades, Estados y organizaciones supranacionales.

En resumen, las características recién mencionadas en conjunto demuestran que el internet en sí es ­–o puede ser– una eficiente y eficaz herramienta para combatir la pobreza y la desigualdad. Punto de suma relevancia para los intereses nacionales. Dado que, a pesar de que Chile ha gozado de un próspero crecimiento económico sustentado por una estructuración macroeconómica neoliberal desde hace décadas, ha demostrado serias falencias a la hora de combatir la desigualdad. De hecho, según índices de la OECD, para el año 2011 Chile, contaba con la distribución de ingreso más desigual a nivel mundial, situación que viene arrastrando hace años y que aun, hoy en día, no logra revertir sustancialmente. Paralelamente, y en relación al reciente movimiento estudiantil y a la reforma educacional que propone el gobierno de Bachelet, el país expone falencias en su sistema educacional, principalmente, por temas de calidad y acceso.

Por otro lado, la revolución de las telecomunicaciones ha desarrollado un permanente campo informativo a escala global. A consecuencia de esto, y mediante el ejercicio de una política exterior que promueve el multilateralismo –dado la activa participación de Chile en foros internacionales–, se ha logrado desarrollar una imagen país trasparente, seria y adherida a la jurisprudencia internacional.

Sin embargo, se debe ser prudente y observar las dos caras de la misma moneda ya que, el ciberespacio puede ser un arma de doble filo. Tal como su establecimiento en nuestras vidas cotidiana ha proporcionado enormes facilidades, beneficios y mejoras en la productividad y en eficiencia, también ha provocado el surgimiento denuevas amenazas. Considerando que, alrededor de un tercio de la población mundial es usuario de internet y millones más son indirectamente afectados por este (Obama, 2009). Cabe destacar el tema de la vulnerabilidad, porque una profunda dependencia conlleva a una profunda vulnerabilidad. Por un lado, somos vulnerables al funcionamiento y estabilidad del ciberespacio y, por el otro, el dominio digital ha facilitado un espacio en donde ciertos actores cometan nuevos tipos de crímenes o actos ilícitos, tales como el fraude financiero, el “hackeo”, la piratería, el espionaje o el robo de identidad. Con esto, hago referencia al campo de la ciberseguridad y lo que se reconoce como cibercrimen, ciberataque o ciberespionaje.

Para tener noción del alcance y recurrencia de los ciberataques hoy en día, cabe hacer mención de algunos ejemplos. Durante el año 2011, a nivel global se registraron pérdidas de ingreso de hasta 3,4 billones de dólares a causa de transacciones electrónicas fraudulentas (Singleton, 2013). No obstante, individuos y privados no son los únicos blancos a un ataque cibernético. Es más, los ciberataques de mayor trascendencia suelen ser aquellos destinados a gobiernos.

El 26 de abril de 2007 Estonia, en aquel entonces considerado como el país más interconectado de Europa, sufrió una ola de ciberataques sin precedente que duró alrededor de 3 semanas. Durante este periodo, dicho ataque dejó inutilizables a prominentes páginas oficiales del gobierno, del parlamento, de diversas universidades, medios de comunicación y del sistema financiero (Richards, 2015). Denominado como un ataque de denegación de servicio (DoS), esta agresión bloqueó el acceso de usuarios legítimos a las páginas afectadas, de tal forma, que logró cerrar –digitalmente– a Estonia del resto del mundo. Tomando en consideración, la profunda penetración del dominio digital en la población del país báltico: “el 60% de los ciudadanos dependían del internet para servicios ‘esenciales’ y sobre el 96% de las transacciones bancarias se realizaban en la web (Richards, 2015), por lo tanto, la parálisis del sistema financiero online fue una catástrofe económica tanto para el país como también para sus ciudadanos.

Muchas veces los ataques cibernéticos no se remiten a generar pérdidas monetarias, sino más bien buscan generar repercusiones políticas, sociales o ideológicas a nivel internacional. Tomando en cuenta, el ciberataque elaborado por el grupo denominado Guardians of Peace (GOP) en contra de la compañía norteamericana Sony tras el rodaje de la película “The Interview”, catalizó fricciones políticas entre el gobierno estadounidense y Pyongyang. Dado que, la FBI afirma que se logró identificar que los ataques provenían de Corea del Norte. Por consiguiente, la Casa Blanca aplicó sanciones a 3 organizaciones y 10 ciudadanos del país oriental (BBC News, 2015). Lo que condujo a una severa respuesta de Pyongyang que alude a un posicionamiento de militarización aludiendo a su arsenal nuclear.

De forma similar, un ataque con fines políticos y no económicos fue la provocación de un grupo de hackers chilenos que intervinieron en la páginas oficiales de la policía, la Armada y del Ministerio de Comunicación de Bolivia. A pesar de ser un ataque de menor trascendencia, la agresión consistía de remitir un mensaje provocador: “Viva Chile Mierda! Les comunicamos que: NUNCA TENDRAN MAR!” en medio de la mediatizada campaña boliviana sobre la demanda ante La Haya por una salida al mar con soberanía. A pesar de que el ataque en sí, no tuvo repercusiones mayores, este produjo cierta hostilidad a las ya tensas relaciones bilaterales entre Chile y su país vecino.

En cambio, en Francia la situación es más grave. Desde las masivas manifestaciones que condenaron la masacre Yihadista en contra de funcionaros de Charlie Hebdo en enero del presente año, Francia ha sido víctima de más de 19.000 ciberataques en cinco días (Yarnoz, 2015). A pesar de que varios fueron destinados a páginas oficiales del Ministerio de Defensa, el ataque más relevante transcurrió el miércoles 8 de abril en contra de TV5 Monde.

La programación de 11 cadenas que maneja la emisora francesa internacional TV5 quedaron interceptadas con una imagen de una bandera negra que mostraba el lema “Yo soy ISIS” juego dialéctico que alude al lema antiterrorista “Yo Soy Charlie” (Cañas, 2015). Además, sus websites quedaron fuera de control y sus cuentas en las redes sociales –Twitter y Facebook–que alberga una audiencia de alrededor de 36 millones de personas en 200 países emitieron mensajes yihadistas amenazadores, tales como: “Soldados franceses, desentendeos del Estado Islámico. Tenéis la oportunidad de salvar a vuestras familias. Aprovechadla” y adjunto con datos y carnés de identidad de soldados franceses. Simultáneamente, uno de los mensajes iba dirigido al presidente Hollande: “una falta imperdonable llevando a Francia a una guerra inútil […] Por esto los franceses han recibido los regalos de Charlie Hebdo y del HyperCacher” (Cañas, 2015).

Asimismo, al igual que el famoso caso de Estonia en 2007 o el recién ocurrido en Francia, varios Estados tales como Georgia, Israel, Canadá, etc. han sido víctimas de serios ataques cibernéticos. Chile, por su parte, no es excepción. Según un estudio de Kaspersky Lab junto a Colombia, Chile lidera la lista de mayor cantidad de víctimas a ataques cibernéticos al contar con que un 39% de sus usuarios han sido afectados por un ciberataque (Emol, 2012).

Si bien, esto sería de esperarse al exponer que en Chile existe la más extensa penetración del internet entre su población a nivel regional. Se debe recalcar que la jurisdicción nacional en materia de ciberdefensa es sumamente arcaica e inaplicable a la dimensión que actualmente presenta el dominio digital. La ley Nº 19.233 relativa a delitos informáticos fue promulgada en 1993 y no ha sido objeto de modificación desde entonces, por lo que no aborda todos los avances tecnológicos que han surgido en las últimas dos décadas.

A luz de lo anterior, uno de los mayores desafíos que aloja actualmente en el sistema internacional es lograr combatir el aparecer de dichas amenazas a través de foros multilaterales, tal como el Global Conference on Cyberspace desarrollado en La Haya el presente año, en donde surja el dialogo y la cooperación entre los diversos stakeholders con el fin de edificar un plan de contingencia enciberseguridad efectivo y con estatura universal. Es decir, un marco operativo de ciberseguridad regulado por iniciativas y medidas uniformes que aseguren la existencia de un campo digital seguro y coherente que no se vea limitado a divergentes legislaciones nacionales existentes.

La ciberseguridad es una responsabilidad tanto para Chile, como para todo Estado que, al igual que nosotros, estipule entre los principios fundamentales de su política exterior, la promoción de la paz y la seguridad del sistema internacional.No percatarse del riesgo y quedarse con los brazos cruzados a lo que implica un cibercrimen o ciberataque en sus múltiples facetas, es no querer aceptar la irremediable naturaleza cambiante del sistema internacional y, que a raíz delas últimas transformaciones tecnológicas hayan surgido nuevas amenazas que requieren de mayor adaptabilidad, tecnología y rigurosa atención.

 

Referencias Bibliográficas:

-BBC News (2015) “Sony cyber-attack: North Koreacalls US sanctionshostile” en BBC News. [En línea], recuperado el 19 de marzo, 2015 de: <http://www.bbc.com/news/world-asia-30670884> -Cañas, Gabriela (2015) “Un ciberataque yihadista interrumpe los servicios de la cadena francesa TV5” en El País. [En línea], recuperado el 19 de marzo, 2015 de: <http://internacional.elpais.com/internacional/2015/04/09/actualidad/1428578730_709820.html>

-Emol (2012) “Chile, entre los países que sufre más ciberataques en América Latina” en Emol. [En línea], recuperado el 9 de marzo, 2015 de: <http://www.emol.com/noticias/tecnologia/2012/09/13/560281/chile-entre-los-paises-que-sufre-mas-ciberataques-en-america-latina.html>

-Fojón E. y Ángel Sanz (2015) “Ciberseguridad en España: Una propuesta para su gestión” en Club de Innovación. [En línea], recuperado el 24 de marzo, 2015 de: <http://www.clubdeinnovacion.es/index.php?view=article&catid=132:personas-y-opiniones&id=1292:ciberseguridad-en-espana-una-propuesta-para-su-gestion&option=com_content&Itemid=119>

-Global ConferenceonCyberspace (2015) “All About the GCCS2015” en GCCS2015. [En línea], recuperado el 24 de marzo, 2015 de: <https://www.gccs2015.com/gccs/all-about-gccs2015>

-Marin, Javier et al. (2013) “Informe de la situación de conectividad de Internet y banda ancha en Chile” en Banco Interamericano de Desarrollo: División de Competitividad e Innovación. [En línea], recuperado el 23 de marzo, 2015 de: <http://idbdocs.iadb.org/wsdocs/getdocument.aspx?docnum=37722896>

-NATO Review Magazine “Cyber: TheGood, TheBad and the Bug-Free - CyberTimeline” en NATOReview Magazine: Whereexperts come totalk. [En línea], recuperado el 1 de abril, 2015 de: <http://www.nato.int/docu/review/2013/cyber/timeline/EN/index.htm>

-Obama, Barack (2009) “BuildingCyberspacePolicy” en Gobierno de Estados Unidos (2011) “International StrategyforCyberspace: Prosperity, Security and Openess in a NetworkedWorld”.

-Richards, Jason “Denial-of-Service: TheEstonianCyberwar and ItsImplicationsfor U.S. National Security” en International AffairsReview: TheElliotSchool of International Affairs at George Washington University. [En línea], recuperado el 1 de abril, 2015 de: <http://www.iar-gwu.org/node/65>

-Singleton, Tommie (2013) “The Top 5 Cybercrimes” en AICPA: American Institute of CertifiedPublicAccountants. [En línea], recuperado el 19 de marzo, 2015 de: <http://www.aicpa.org/interestareas/forensicandvaluation/resources/electronicdataanalysis/downloadabledocuments/top-5-cybercrimes.pdf>

-The Guardian (2015) “FBI director stands byclaimthat North Koreawassource of Sony cyber-attack” en TheGuardian. [En línea], recuperado el 19 de marzo, 2015 de: <http://www.theguardian.com/world/2015/jan/07/fbi-director-north-korea-source-sony-cyber-attack-james-comey>

[1] Cientista político de la Universidad Diego Portales

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