Democracia y libertad

Carta
El Mercurio, 06.11.2019
Luis Goycolea Grez, abogado y ex diplomático

La crisis en que nos encontramos no amaina y cada uno debiera reflexionar acerca de sus responsabilidades.

Lo primero es salvar la democracia republicana que existe en Chile. Los opositores radicales al Gobierno rechazan volver a la normalidad, por juzgar que esta es la continuación de la institucionalidad que dio origen al abuso actual. Para ellos es necesario imponer un nuevo régimen, distinto del anterior caduco. Proclaman el poder popular, que sería ejercido directamente a través de la sociedad civil, la cual dirigiría el Gobierno colectivamente, ya que no han aparecido dirigentes que encabecen el movimiento. Esta nueva institucionalidad ejercería el poder sin control, no sujetándose al proceso correctivo de la democracia.

Creo que esta crisis solo puede resolverse en democracia, la que se autorregula por el control recíproco de los tres poderes del Estado y la realización periódica de elecciones libres. El imperio de las instituciones no democráticas lleva, a la larga, a la anarquía y a la dictadura. Debe imperar la cordura y tanto el Gobierno como los partidos políticos de oposición deben llegar a un acuerdo, para que no se pierda el fundamental de los derechos humanos: la libertad.

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