El gobierno del Gral. Melgarejo

Columna
El Diario (Bolivia), 22.01.2017
José Alberto Diez de Medina, historiador boliviano y miembro Sociedad Bolivariana de Bolivia

El Gral. Mariano Melgarejo ascendió al poder por la revolución efectuada el 28 de diciembre de l864 en contra del Gral. José María de Achá. Levantando en Cochabamba al Regimiento Rifleros, seguido por el batallón Cortez, el batallón de Ingenieros, y un cuerpo de artillería acantonado en el Paso, vistiendo uniforme de parada y repartiendo dinero a raudales, Melgarejo se proclamó caudillo de la revolución de diciembre, nombrándose Presidente de la República, y al doctor Donato Muñoz como Secretario General del nuevo gobierno. El doctor Muñoz envió sendos documentos a las prefecturas del país, comunicando el advenimiento del gobierno de Melgarejo.

El Gral. Manuel Isidoro Belzu, que había vuelto de Europa, fue proclamado Presidente de la República en La Paz. Conocedor de este hecho, el Gral. Melgarejo presentó batalla a Belzu en las cercanías de La Paz, siendo derrotado. Sin embargo, el Gral. Belzu en pleno festejo del triunfo fue asesinado por algún coracero de Melgarejo, dándole a éste el triunfo el 27 de marzo de 1865.

El 6 de mayo salió Melgarejo a sofocar un levantamiento de sus opositores en el sur del país, dirigiéndose a contrarrestar a aquellos revolucionarios comandados por el Gral. Arguedas, en Potosí. Y en las proximidades de esta ciudad derrotó a sus enemigos en la famosa batalla de La Cantería; yendo posteriormente a La Paz, derrotándolos nuevamente, con un triunfo excepcional en la batalla de las Letanías, muy cerca de la ciudad.

Posesionado el gobierno en la ciudad de La Paz, el vencedor de La Cantería y las Letanías se encontraba en el apogeo de su poder y de su prestigio militar.

Según el historiador Pablo Zubieta, el Gral. Melgarejo, como militar, era un hombre hermoso, alto, robusto, hercúleo, ágil en sus movimientos, imperioso en la palabra y fatalmente resuelto en la acción.

Sus modales eran distinguidos y en cierta forma suaves y educados. Solo así se explica los escondidos amores que sostuvo con la esposa del Gral. Achá, doña Gertrudis Antezana, mujer muy famosa por su belleza.

Igualmente aparte de la bizarría del Gral. Melgarejo, su osadía, valentía, que las más de las veces rayaban en una especie de heroísmo, hicieron de él uno de los militares más efectivos.

Así lo manifestó un político y escritor cochabambino, don José Quintín Mendoza, quien refiriéndose a la funesta Guerra del Pacífico, escribió: “Si en la retirada de Camarones, en vez del presidente Hilarión Daza, hombre de poco valor, muy adicto a la pedantería, hubiera estado un Melgarejo, no se conocería la derrota”.

Las batallas de La Cantería y Las Letanías y aún más, su ingreso a Palacio en La Paz, completamente derrotado, saliendo airoso y triunfador, dieron muestras de la valentía y audacia del Gral. Melgarejo.

Sin embargo el problema de Melgarejo era la bebida, cuando estaba ebrio perdía la razón y se convertía en otro hombre, capaz de los desaciertos más grandes, y de allí salieron los mayores problemas para el Estado boliviano, cometiéndose funestos errores: el tratado de límites con Chile el 10 de agosto de 1866, y el del 27 de marzo con el Imperio del Brasil, en los que Bolivia cedió ricos y extensos territorios.

Desde el 28 de diciembre de 1864, cuando Melgarejo se hizo del poder, hasta el 15 de enero de 1871, no cesó la protesta armada en todos los departamentos, en contra de su administración.

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