‘El mundo araucano se entiende como una historia fronteriza’

Entrevista [Sergio Villalobos, historiador]
El Mercurio, 15.11.2015
Daniel Swinburn
  • Su reciente libro busca establecer una mirada global de la historia de La Araucanía, esta vez haciéndose cargo, además, de los nuevos conceptos introducidos en el tema por el movimiento indigenista surgido en dicha región.

No habla de mapuches, sino que de araucanos, que fue la designación que hicieron de la región los españoles en el siglo XVI, sacando la palabra de una derivación de Ragh co , nombre de un río de esas tierras. Es el nombre que Alonso de Ercilla les dio en su poema a los hombres que las habitaban. Aceptar la designación española es perfectamente legítimo. En Chile no ha habido el menor problema para hablar de los atacameños, la cultura de San Pedro de Atacama o la cultura del Molle". El nombre araucano, a juicio de Sergio Villalobos ha sido consagrado por su uso y no hay razón para cambiarlo.

Pero tampoco le entrega a Ercilla mayores méritos, pues a su juicio su famoso poema épico, inventó el mito de la raza guerrera que se ha incorporado profundamente en el credo de los chilenos como una ficción que distorsiona el pasado.

Sergio Villalobos, Premio Nacional de Historia en 1992, ha estado en el centro de la lucha ideológica en torno al movimiento indigenista, activado fuertemente a partir de 1992, tras el quinto centenario del descubrimiento. "Nunca ha habido en Chile un movimiento indigenista, porque en el país prima la conciencia de una historia constructiva, en que los grupos sometidos han tenido una presencia modesta. Pero a imitación de los otros países, la tendencia fue acogida, se la cultivó y se la propagó por cualquier medio".

Villalobos publica ahora su libro "La Araucanía: Historia y falsedades" (Universidad Bernardo O'Higgins), donde vuelve por derroteros que ya había andado en su extenso trabajo como historiador, aunque ahora contrastando los hechos históricos con la candente actualidad del indigenismo reivindicacionista que se vive en la Región de La Araucanía.

-¿Qué lo motivó a escribir este libro?

"La necesidad de establecer la verdad histórica tal como fue y desvirtuar afirmaciones corrientes, mitos y falsedades utilizadas para apoyar posiciones ideológicas y obtener ventajas de manera fácil".

-¿El material del libro es una síntesis/resumen de sus publicaciones anteriores sobre el tema de La Araucanía o es, de alguna forma, un libro nuevo en su interpretación de la historia?

"Aunque existe el antecedente de varias publicaciones anteriores, ahora entrego una posición más elaborada, con un planteamiento teórico y metodológico que es de aplicación universal. Los hechos que ahora presento están mejor precisados y se destacan aspectos que anteriormente no había considerado. Además, he ampliado el panorama hasta el día de hoy, incluyendo los desmanes, las organizaciones nacionales e internacionales que los apoyan, con métodos de difusión, declaraciones y hasta dinero. No hay más que pensar en los dirigentes y su aceptación en el extranjero. Por lo menos hay veinte naciones que colaboran incluidas Noruega, Suiza, Canadá y los Estados Unidos".

-Usted afirma ser el creador del concepto de historia fronteriza para estudiar La Araucanía, como un área modesta, pero que obedecería a un patrón común que aplicaría de manera universal cuando se produce el encuentro de dos culturas diferentes. ¿En qué consiste dicho concepto, brevemente, y qué consecuencias tiene su aplicación para estudiar la historia de La Araucanía?

"El concepto de historia fronteriza es de carácter universal. Toda la historia del mundo ha sido un sucederse de dominaciones y la expansión de las culturas, mientras algunas retroceden y desaparecen casi totalmente. Es lo que ha ocurrido en La Araucanía. En ese proceso, la dominación no es simplemente la posición del triunfador, sino que también los sometidos aceptan la dominación y hasta contribuyen a que ocurra".

"En el caso de los araucanos, estos se sintieron atraídos por los bienes de los españoles y de los chilenos. Formaron parte de comunidades de apoyo, "los indios amigos", militaron al lado de los conquistadores, recibían toda clase de bienes y los caciques percibían sueldos. Ahí están las planillas y otros documentos".

-Usted habla de "la invención de la tradición", citando el libro del historiador Eric Hobsbawm (y también de la "invención de la nación"), para desvirtuar las tradiciones en torno a los araucanos, en parte verdaderas, pero en parte falseadas y tergiversadas. ¿Cuáles serían las dos o tres ficciones más evidentes de esta tergiversación en torno a la tradición del pueblo araucano?

"En primer lugar, la creencia de ser un pueblo guerrero, en circunstancias que antropológicamente no hay pueblos guerreros. Todos, llegada una situación conflictiva, se transforman en audaces e ingeniosos luchadores cuando hay que defenderse. El mito comenzó con Ercilla".

"Antes de la lucha de los araucanos y la aparición de Lautaro, los indígenas del norte y de Chile central ya habían desarrollado las tácticas que después presentaron los de La Araucanía".

"Un segundo punto es la importancia de la cultura y la lengua autóctona. ¿Qué concepto ha trascendido? ¿Qué aporte valioso ha habido para nuestra cultura? ¿La machi, el cahuín y el malón, por lo demás tergiversados en su significado?".

"El mapudungún casi ha desaparecido; lo habla apenas el 16% de los araucanos. Vaya usted a la tierra de ellos y dígales algo en su lengua nativa. La respuesta será en castellano para disimular el origen racial. Se desea ser como los chilenos. El afán de que cultiven su lengua es un paternalismo".

-Se ha tergiversado, a su juicio al extremo, el uso del vocablo "Estado" para hablar de la organización social de los araucanos al momento de la llegada de los españoles, y de la palabra "libertad" e "independencia", con que eran tratados y definidos, luego de la conquista, por diversos textos jurídicos de la corona española y del gobierno local. ¿Cuál sería su correcto uso según usted?

"Efectivamente, esos términos eran usados en la época, pero su sentido era muy distinto al de hoy en día. Los antropólogos y etnohistoriadores, que no tienen un buen conocimiento del idioma, los han empleado en forma errónea".

"En la época 'Estado' era un territorio y no exclusivamente una institucionalidad jurídica. Por esa razón se le ha entendido como organización política, en circunstancias que los araucanos eran un conjunto de tribus de una sociedad segmentada, sin ninguna organización central. Se comete un error, por lo tanto, al pensar que el Estado español trataba con el Estado araucano. Los nativos eran parte menor del Estado Monárquico de España".

"Por esa razón, los parlamentos o reuniones con los naturales eran con vasallos en rebeldía. No había acuerdos de igual a igual".

"Cuando en esas reuniones se acordaba que los araucanos quedaban en libertad, el lenguaje se refiere a no quedar sujetos al trabajo obligatorio de las encomiendas y vivir según sus costumbres. En ningún caso se refiere a la actual libertad política".

"Debido a la interpretación errónea, algunos estudiosos han creído que los araucanos, como Estado quedaban libres. La intención interpretativa es, obviamente, ideológica y política".

-Usted hace hincapié en la debilidad de los araucanos frente al alcohol a lo largo de la historia. ¿Es posible definir objetivamente a dicho pueblo como más propenso a caer en este vicio que el pueblo chileno, por ejemplo?

"La ebriedad araucana es un fenómeno repetido hasta el cansancio por las fuentes, de modo que no hay duda ninguna. El fenómeno tiene su explicación, hasta llegar a ser una costumbre. Los hombres eran seres privilegiados dentro de la sociedad nativa: no trabajaban, vivían en el ocio o preparándose para la lucha y, por lo tanto, llenaban el tiempo entregándose al alcohol. En sus reuniones se emborrachaban hasta perder el sentido, cometían incestos y hasta los pequeños caían aplastados y morían".

"En nuestra sociedad también ha existido la ebriedad, pero ella ha sido acotada por la condena moral y porque los hombres modestos tienen que participar activamente en el trabajo".

-¿Existe una deuda histórica con el pueblo araucano? ¿En qué consiste?

"Este es un gran error de percepción. Se piensa generalmente en el despojo de las tierras, pero no se tiene en cuenta que en parte ellas fueron entregadas voluntariamente, otras las vendieron, como consta en registros notariales, y que una gran proporción fue entregada a las comunidades como reservas privativas. Luego tuvieron acceso a ellas de manera individual".

"Si de deuda histórica se habla, ¿por qué no referirse a los beneficios que los araucanos y sus descendientes mestizos recibieron y siguen recibiendo de la cultura dominante?".

"¿Por qué nunca se habla del cristianismo y su moral, de los bienes materiales recibidos, como el trigo, el arado, los árboles frutales, vacunos, caballares, ovinos y porcinos que transformaron la vida económica? Más importante aún ha sido el uso del castellano, la escritura, la educación primaria, secundaria y universitaria que los ha promovido socialmente, hasta llegar a ser profesionales, funcionarios del Estado, intendentes, ministros y parlamentarios".

"¿Quiénes están en deuda?".

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