Elecciones Británicas deciden dilemas

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La Tercera, 09.07.2017
Samuel Fernández I., abogado (PUC), embajador (r) y profesor (U. Central)

Las Elecciones Generales recientes, le han permitido a Gran Bretaña, sortear variados dilemas que dependían de sus resultados. Han obtenido más parlamentarios en la Cámara de los Comunes los Conservadores de Theresa May (315), que los Laboristas de Jeremy Corbyn (261). Sin embargo, no alcanzan la mayoría absoluta necesaria (326). Tal vez la Primer Ministra estará obligada a buscar alianzas. Apostó por una mayor legitimidad electoral, pero no la logró. Tanto su antecesor, Cameron sobre el Brexit, como May han buscado confirmar sus apoyos, sin éxito. Ciertamente un mal cálculo político de ambos.

De estos resultados dependían otros programas que la Primer Ministro impulsa. Uno de los más visibles, el plan de seguridad reforzada, con limitaciones a ciertas libertades ante los ataques terroristas, dos en Londres y uno en Manchester en las últimas semanas. Todos han conmovido e impactado a la ciudadanía, a pesar de todas las medidas de protección en vigor para dar más seguridad. Vale decir, un punto débil para May. No obstante las particulares condiciones en que actúan los terroristas, casi imposible de ser contrarrestados cuando ocurren, cometidos por individuos en número reducido y por medios simples, como un vehículo, armas cortas, o cuchillos; pero con carencias en el control, prevención y anticipación, al ejecutarlos personas ya denunciadas o bajo investigación. Ha incidido en los resultados, pero no ha doblegado ni atemorizado a los votantes.

Otros temas de mayor alcance y profundidad igualmente dependían de las elecciones. El Brexit y el apoyo a las difíciles decisiones y negociaciones que vendrán, seguramente por años. Theresa May ya inició formalmente el abandono de Gran Bretaña de la Unión Europea. Relacionado a lo anterior, está el tema inmigración, para reemplazar o sustituir el hasta ahora imperante, en línea con el de la Unión, que los británicos abandonarán y requerirán de uno propio. Para todo ello y con gran incidencia, está la mayor estabilidad económica lograda por los Gobiernos Conservadores, que la Primer Ministro es su continuadora. No es lo mismo negociar con la Unión Europea en condiciones de debilidad que en condiciones de mayor fortaleza económico-comercial. Ya no existirá el paraguas europeo de la Unión, con políticas comerciales comunes, sino que habrá que negociar nuevas, seguramente mucho más duras. Europa no parece dispuesta a hacerle fácil este tema a Gran Bretaña, que se va. Los 27 restantes, que el Brexit desafía, seguramente buscarán en la cohesión y en el endurecimiento de las medidas, su base de apoyo.

Igualmente se han considerado otros asuntos, como un nuevo intento de independencia de Escocia; los impuestos a personas de mayor edad por programas de salud, sumamente impopulares; y hasta la relación especial con Estados Unidos, muy necesaria, no obstante lo imprevisible que sea Trump. Una Gran Bretaña  distanciada de la U.E., no puede quedar aislada de Estados Unidos, posiblemente lo necesita más que antes.

Algunos de estos vitales temas dependieron de estas Elecciones Generales, sobre todo porque el programa contrario de Jeremy Corbyn, representaba un Laborismo mucho más radical que el tradicional. De haber triunfado, habría traído cambios profundos en estos dilemas en juego, partiendo por aquellos de política interna, diferentes a los Conservadores.

La Primer Ministro ha dicho que prosigue, no obstante ha quedado debilitada y cuestionada en sus reales habilidades políticas. Por ahora los dilemas tienen respuesta, aunque no se sabe por cuanto tiempo más.

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