Embajador Barros

Carta
El Mercurio, 05.02.2020
Carlos Pareja, ex embajador del Perú en Chile

Me refiero al embajador José Miguel Barros Franco, quien fuera un muy distinguido embajador de Chile en el Perú entre los años 1981 y 1983, donde dejó honda huella y amistades perdurables.

Profundicé mi relación personal con el embajador Barros durante mi gestión como embajador del Perú (2009-2014), en la que Elna y él nos abrieron su casa y brindaron su sincera amistad a Consuelo y a mí. Lo visité en diversas oportunidades, y en el transcurso de estas charlas siempre valoré su inteligencia, la claridad de sus conceptos, su vasta cultura, su muy profundo conocimiento de la historia de Chile y de sus fronteras, así como su amplia experiencia en el quehacer diplomático e internacional.

Tenía un fino sentido del humor que permitía que estas visitas fueran también muy entretenidas. Agradezco aún su generosidad en la expresión de sus interesantes reflexiones, así como sus sutiles apreciaciones como contribución al buen desarrollo de las relaciones peruano-chilenas, ya que durante los años de mi desempeño como embajador estas atravesaban por una delicada aunque fluida coyuntura, gracias a la buena disposición que mostraron las más altas autoridades, la prensa y las diversas entidades civiles de ambos países.

Quisiera poner término a esta nota relatando una anécdota que retrata al embajador Barros:

En vísperas de que la Corte Internacional de Justicia de La Haya emitiera en enero de 2014 su sentencia final respecto de los límites marítimos entre el Perú y Chile, el embajador Barros y su encantadora señora nos convidaron a pasar el día en su chalet del balneario de Santo Domingo, donde disfrutamos —además de un día de pleno sol— de una conversación amena y distendida con ellos y sus hijos. Lo tomé como presagio del buen ambiente que prevalecería a los pocos días y que permitiría la plena ejecución de la sentencia del alto tribunal de La Haya.¡Qué mejor descripción de la bonhomie y calidad humana del embajador José Miguel Barros!

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