Felipe González: una conducta impropia

Editorial
El Mundo, 09.05.2016

Felipe González abandonó la Presidencia del Gobierno en 1996 con su imagen personal en estado comatoso y asaeteado por los escándalos de corrupción después de 14 años de ejercicio personalista del poder. Quizá por ello resulta asombroso que, lejos de orientar su labor de ex presidente a restaurar su prestigio, siga decidido a chapotear en oscuros negocios que ligan su figura a la de empresarios de dudosa reputación o a actividades que colisionan frontalmente con sus obligaciones institucionales en calidad de ex jefe del Ejecutivo.

Un ejemplo escandaloso de la conducta impropia de González reside en el apoyo mostrado a la compañía Star Petroleum, radicada en Luxemburgo pero de accionariado español, ante inversores y autoridades de Sudán del Sur para tejer un pelotazo al margen del Fisco. La petrolera, tras adjudicarse en 2010 más de 45.000 kilómetros cuadrados en derechos de exploración, prevé explotar más de 500 millones de barriles con un coste de extracción de apenas ocho dólares por unidad. Se trata de un pingüe negocio porque el margen de beneficio roza los 40 dólares por barril, aun suponiendo que el precio no supere en el futuro los actuales 45 dólares. El promotor y principal accionista de Star Petroleum, con un 30%, es Farshad Massoud Zandi, un millonario petrolero iraní con nacionalidad española desde 1997. La empresa, promovida por inversores españoles -el conocido empresario Javier Merino ostenta un 25% y el presidente de Prisa, Juan Luis Cebrián, un 2%-, es una sociedad constituida la pasada década en Luxemburgo. Desde julio está siendo inspeccionada por la Agencia Tributaria, junto a otras cuatro firmas del propio hispano iraní, que también se ha visto salpicado por los papeles de Panamá.

Resulta inexplicable, por tanto, que todo un ex presidente se permita hacer labores de promoción de la actividad de una compañía lastrada por la falta de transparencia. Y, más aún, que no tenga reparos en prestarse a grabar y defender a Zandi en un vídeo al que ha tenido acceso EL MUNDO. En esta grabación, realizada en el despacho del empresario hispano iraní en Madrid, González actúa como un vulgar vendedor y se deshace en elogios hacia Zandi. El ex presidente no duda en calificarle de "creativo irrepetible". "No he visto a nadie con más iniciativas audaces y con más capacidad emprendedora", sostiene con énfasis uno de los políticos socialistas mejor relacionado con la clase empresarial. "Cuando consolide un equipo, puede ser un fenómeno importante", remacha el ex líder del PSOE.

Los ditirambos de González hacia Zandi constituyen una actuación impúdica y obscena por parte de quien rigió los destinos de este país durante casi tres lustros. Es evidente que el broker de origen iraní quería usar la figura del ex presidente para conseguir credibilidad internacional y dinero. Lo realmente injustificable es que González se prestara a tal ejercicio humillante, máxime teniendo en cuenta que los antecedentes de Zandi le vinculaban a enjuagues financieros, más que a una práctica empresarial responsable. Es cierto que Felipe González lo hizo antes de que Hacienda irrumpiera en junio en el domicilio de Zandi en Madrid con autorización judicial, ante el riesgo de que esté incurriendo en fraude fiscal por sí mismo y a través de cinco sociedades. Sin embargo, sí conocía que Star Petroleum era una sociedad opaca fiscalmente y que su promotor buscaba nuevos inversores para su pelotazo en Sudán del Sur.

González tiene suficiente bagaje como para saber que ser padrino de una firma opaca no es una tarea compatible con su posición. Además de aclarar los lazos que le atan a un magnate como Zandi, debería abandonar cualquier tentativa de deslizarse por una deplorable conducta que no hace más que mancillar aún más su credibilidad.

No hay comentarios

Agregar comentario