‘Ha habido un exceso de declaraciones del Canciller y pocas de la Presidenta’

Entrevista [embajador Fabio Vío U.]
Pulso, 16.11.2015
Renata Fernández

El tono de las relaciones con los países vecinos es un tema que preocupa a Fabio Vio. No sólo por su trabajo como embajador durante más de 20 años, sino porque justamente Perú fue su último destino.

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Tras su retiro, pasó un año sabático en París y recién hace algunas semanas volvió a Chile para impulsar un proyecto que lo tiene muy entusiasmado: la creación, junto a otros ex embajadores, del Centro de Política Exterior y Relaciones Internacionales {CEPERI), instancia mediante  la cual pretenden influir, con tono crítico, en el debate sobre política exterior. Y además, junto a ex diplomáticos, analizan el debate en la consultora Opinión Global.

¿Cómo ve el estado de las relaciones con Perú?

Evidentemente que la relación es compleja, difícil, tiene altos y bajos, no es lineal. Alguien la definió como una ruleta rusa y yo lo pude comprobar. Pero eso ha sido la constante, porque hay elementos históricos y emocionales que la condicionan. Con eso tenemos que trabajar permanentemente. Lo que ha hecho Perú al dictar la ley creando este nuevo distrito (La Yarada-Los Palos), es romper un acuerdo tácito de no tocar ese tema. Esto ha sido una equivocación de Perú, innecesaria, inoportuna, y después ha habido una serie de actos que han caído en la imprudencia. Nosotros seguiremos ejerciendo soberanía sobre ese territorio.

Pero Perú fue exitoso en su intención y logró abrir una discusión sobre el triángulo terrestre…

A mí me preocupa. Podemos estar en vísperas de que Perú esté creando un caso. Ya nos creó un caso la vez anterior. Bolivia ya nos ha creado un caso ridículo y absurdo en la Corte. Estamos hablando de una situación extremadamente delicada y que tenemos que afrontar.

¿Cancillería está sabiendo manejar esa situación? 

Antes existían canales de comunicación muy importantes, inclusive a nivel presidencial. Pasamos situaciones de una gran complejidad, y había comunicaciones permanentes que evitaban que estas situaciones fueran más allá. Yo espero que eso esté funcionando. Aquí, fuera de las declaraciones, es fundamental la acción diplomática. Y ésta debe ejercerse con la prudencia, con la firmeza que requiere el caso.

¿Teme que se quiebren las relaciones?

Las relaciones están pasando por un momento difícil, pero es reversible. Ya hemos tenido congelamiento de las relaciones antes, confío en que esto va a pasar. Ahora, que no pretendan los peruanos que nosotros vamos a ceder en nuestra posición: no lo vamos a hacer. Entonces tendremos que buscar algún mecanismo inteligente para solucionar este asunto.

¿La promulgación del distrito y la presencia de militares en el Hito 1 no revela que los canales diplomáticos no están funcionando?

No he tenido ningún contacto con la Cancillería y no conozco lo que se está haciendo. Pero sí creo que el que se haya llamado al embajador, que se hayan presentado notas, es necesario pero no suficiente.

En paralelo hubo críticas por el ejercicio Huracán en la frontera...

Las críticas que ha habido de la inconveniencia de hacer en este momento los ejercicios militares son un argumento absolutamente injustificado. Es una decisión interna chilena y no hay que dar ninguna explicación. Se han dado demasiadas explicaciones. No tenemos nada que explicar. Son ejercicios que dependen de nuestra decisión interna y punto.

¿Tiene que involucrarse más la Presidenta Bachelet?

En el caso peruano es fundamental que la Presidenta asuma un papel de mayor contacto a nivel presidencial. Ahí la Presidenta tiene un papel importante. Con respecto a Bolivia, evidentemente ella tiene muchas vinculaciones a nivel mundial y seguramente va a explicar estos temas. La opinión pública le está pidiendo mayor presencia en este tema. Ha habido un exceso de declaraciones del canciller y pocas de la Presidenta.

¿Qué opinión tiene de la situación con Bolivia?

La relación con Bolivia es otra realidad. El caso boliviano es un caso patético. El Presidente Evo Morales hace declaraciones todos los días, cambia de posición y después se contradice. Nos ha llevado a tensionar una relación en términos muy inconvenientes.

¿Cuán relevante es para dicha tensión el juicio en La Haya?

El fallo de La Haya (con Bolivia)  fue un mal fallo para Chile. En eso he estado en contraposición con la opinión del Gobierno. Pero hay que entender que la política de Estado no debe asimilarse a la obsecuencia. Es necesario que se digan ciertas cosas, como que este ha sido un mal fallo.

El Gobierno planteó que fue un fallo favorable para Chile...

El fallo no ha sido positivo. No quiero cuestionar la defensa chilena, pero hemos tenido algunas cosas delicadas…

Pero el equipo se reforzó con tres  coordinadores para hacer cambios en esta etapa.

Yo no tengo nada contra ellos, son tres personas muy respetables, pero indudablemente falla porque no hay un elemento diplomático. Antes de calificarlos me gustaría saber qué es lo que están haciendo. Además yo no concordé con que el ministro lo calificara futbolísticamente, es muy delicado el asunto. Cuando dijo que entró Vidal, Sánchez y Alexis…estamos hablando de otra cosa. Lo que tiene que hacer Chile urgente es denunciar el Pacto de Bogotá. Porque no sacamos nada con campañas comunicacionales si no asumimos una actitud que demuestre que nosotros no estamos de acuerdo con lo que esta Corte está fallando.

¿El tono de Chile, de mesura y prudencia, puede resultar contraproducente?

Siempre la prudencia y la calma son necesarias en diplomacia, pero eso no debe evitar que haya claridad y firmeza. En ese sentido en el caso boliviano ha habido un exceso de declaraciones. Nos hemos excedido en responder a las provocaciones de Evo Morales. Le estamos dando el gusto a Evo Morales. No debemos caer en ese juego comunicacional con declaraciones diarias rechazándolo.

Pero las declaraciones no son sólo de Morales o Humala. El Papa Francisco, Hollande y Merkel también hablaron.

Ahí yo tengo una diferencia con el Gobierno en la apreciación sobre la declaración que ha hecho el Papa Francisco y algunos líderes europeos. Fueron declaraciones inoportunas, declaraciones que no deberían haber hecho. Hubo una interpretación que no me gustó, que es  que fueron un llamado de atención a Bolivia, declaraciones que acá fueron consideradas como apropiadas. Yo creo que no. No las considero un respaldo a la tesis de diálogo chileno. Respeto la política de Estado, voy a estar al lado de cualquier decisión, pero no puedo aceptar asuntos de esta naturaleza.

¿Cómo  interpretar esas declaraciones ? Según Bolivia se planteó un respaldo a su postura, lo que se repetiría a nivel mundial.

No. Mi tesis es que tenemos que enfocar todo este tema hacia lo que hemos señalado siempre: que esto es un asunto bilateral. Pero decir que todo el mundo apoya a Bolivia…yo no estoy de acuerdo con Evo Morales tampoco. Esa es una exageración típica de este señor que transita patéticamente por el mundo y le coloca el Libro del Mar a los diplomáticos y se saca una foto. Anda detrás de selfies.

¿Puede esa estrategia ser más efectiva que la postura de la mesura chilena?

Hay que reiterarle al señor Morales que acceso soberano al mar no va a haber. Haga lo que haga el señor Morales, se reúna con quien se reúna, no va a conseguir que nosotros le regalemos territorio ni le regalemos la salida al mar.

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