La cuestión de Tacna y Arica (2): Problemas del plebiscito

Columna
Bradanovic.blogspot.cl, 04.01.2017
Tomás Bradanovic

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El problema de la ocupación

Algo que no pensaron al acordar la Clausula Tercera, es que sería imposible hacer un plebiscito normal después de años de ocupación militar, recuerden que ambas ciudades estaban ocupadas militarmente por Chile, país que era parte interesada en el asunto y desde que empezó a correr el plazo, las autoridades chilenas por una parte y el Gobierno Peruano por otra, se dedicaron a hacer todo lo posible para que sus respectivos países ganaran para sí ambas ciudades. Era inimaginable que el Perú aceptara un plebiscito con las ciudades ocupadas, pero no nos adelantemos.

 

Todo tranquilo al comienzo

El asunto hasta el año 1910 era más o menos tranquilo, porque las autoridades trataron de convencer a los tacneños con obras públicas, buena administración y otras medidas que les convendría pasarse para el lado chileno. Leo en un artículo del profesor Elías Pizarro -de quien saco buena parte de esta entrada- que las provincias quedaron con un doble sistema de justicia: para los asuntos civiles se aplicaba la ley peruana y para los criminales la ley chilena. Se creó la Provincia de Tacna con los departamentos de Tacna y Arica. Parte de este plan proponía lo siguiente:

"facilitar el arraigo de familias en la zona; formar núcleos de población de habitantes chilenos en que predomina el elemento peruano; proteger a los comerciantes para que puedan establecerse y recojan los beneficios que reciben los peruanos con los gastos del elemento chileno. Consiste también en apoyar a los industriales para llevar adelante estudios sobre irrigación y ayudar a la iniciativa privada; ofrecer a los empleados públicos buenas remuneraciones para tener un personal idóneo y serio que prestigie la administración chilena y se arraigue con aquel aliciente".

 

Balmaceda empezó a apurar la causa

Los esfuerzos se aceleraron con el presidente Balmaceda, que era muy voluntarista y autortario, la cosa empezó a tomar una dinámica propia bajo la idea que una administración chilena "modernizaría" a las provincias ocupadas y traería mejores oportunidades a sus habitantes. No hay que obviar que durante la ocupación chilena de Lima hubo sectores peruanos amigos del orden que vieron con simpatía a la administración de Lynch, ya que habían sufrido de una seguidilla de caudillos sinverguenzas y demagogos: Echeñique, Prado, Piérola y tantos otros. Muchos políticos chilenos pensaron entonces que en Tacna con el ejemplo de una administración moderna y honrada podrían lograr dar vuelta la opinión a favor de Chile.

 

Resentimientos personales y familiares

Pero no contaron que en Tacna y Arica se libraron algunas de las batallas mas sangrientas y crueles de la guerra, las tropas chilenas no fueron muy delicadas que digamos y los peruanos que quedaron eran casi todos sobrevivientes o deudos, no había la menos posibilidad que se cambiaran de bando. Así fue como Tacna se convirtió en el corazón de la resistencia anti chilena, liderada por los curas peruanos y sociedades civiles como la sociedad de Señoras y la Sociedad de Artesanos, que llevaron la batuta en la lucha que vendría poco después.

 

Cuando se cortaron las relaciones diplomáticas

Para esos años las relaciones empezaron a empeorar, en 1909 Chile intentó rendir un homenaje a los peruanos caídos que fue rechazado por Perú (incidente de la corona) y en 1910 se produce una señal importante del cambio de política, cuando se expulsan a los curas peruanos -que eran bastiones de resistencia anti chilena- de las provincias. Eso gatilló el rompimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países.

 

Se terminaron las delicadeces

Allí comienza el período de violencia, los sentimientos chauvinistas y la aparición de la “Sociedad Gran Unión Marítima Patriótica de Arica” en 1910 y al año siguiente la “Liga Patriótica de Arica”, conocidas en Tacna como "los masorqueros". Nótese que ambas sociedades nacen en Arica para hostigar a los peruanos que quedaban y combatir en Tacna por la causa chilena, probablemente bajo la vista gorda o el amparo de las autoridades chilenas.

A partir de entonces, con las relaciones diplomáticas cortadas, la campaña pro chilenización se pone más burda, violenta y odiosa hacia los peruanos. Solo se permiten celebrar en público las fiestas patrias chilenas con gran ostentación, mientras que las fiestas peruanas solo podían celebrarse en privado. Los jóvenes tacneños deben hacer el servicio militar en el Ejército Chileno y obviamente muchos se arrancaban para el Perú para evitarlo. Así quedaron generaciones de "Señoritas de Tacna" que prefirieron morir solteras antes que meterse con algún chileno. Todas estas cosas hicieron crecer mucho el clima de odiosidad entre los chilenos y peruanos que vivían en las provincias disputadas.

 

La última batalla de Chile

Se podría pensar que Chile peleó en Tacna su última batalla en la Guerra del Pacífico, fue una batalla ideológica, larga, que usó el halago primero, después la amenaza, la educación y todos los recursos que tuvieron a mano. Pero esta vez no les fue tan bien como en el campo de batalla y en cierto modo se cumplió lo mismo que había dicho Cáceres sobre la ocupación de Lima. La dinámica de los acontecimientos se hacía cada vez peor y hubo que buscar en el arbitraje una salida aceptable para ambos países. Ni siquiera eso funcionó como veremos más adelante.

 

El problema del millón y el acarreo

¿Y por qué no se hacía el plebiscito? Resulta que habían muchos problemas, pero de todos el fundamental era muy simple ¿quien tendría derecho a voto?.

Resulta que durante años Arica -que casi no tenía población- se fue llenando de chilenos que habían llegado desde el sur. Había de todo: pescadores, comerciantes, veteranos de la guerra. Por otra parte casi todos los peruanos de Arica habían emigrado a Tacna u otras provincias del Perú, solo quedaron los más acaudalados que tenían demasiado que perder. Así fue como a Tacna llegaron miles de peruanos, tanto desplazados de Arica como desde las provincias del norte, traídos para hacer patria y ayudar con su voto.

Se produjo el acarreo electoral más masivo de nuestra historia por ambos bandos y llegó un momento en que nadie tenía idea si habían más chilenos que peruanos o viceversa. Como el plebiscito decidiría la suerte en conjunto de Arica y Tacna, cualquiera que fuese su resultado -y era una especie de ruleta rusa por lo incierto- causaría gran sufrimiento a la mayoría de la población de una de las dos provincias. Si ganaba Chile sufriría la población de Tacna y viceversa.

 

Ambos países en un zapato chino

Así fue como a partir de 1910, con las relaciones diplomáticas cortadas y una espiral de violencia de sociedades patrióticas, abusos de autoridad, insultos y hostilidad de los peruanos, ambos países se vieron metidos en medio de un zapato chino, del que no se veía como podrían salir. Tomaría casi 15 años más para desenredar el entuerto. Por ahora lo dejaremos hasta aquí.

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