‘La historia del colapso soviético está todavía muy lejos de terminar’

Entrevista [Serhii Plokhy, historiador de Harvard]
El Mercurio, 25.12.2016
Gaspar Ramírez
El autor de "El último imperio. Los días finales de la Unión Soviética" dice que Putin está tratando de recuperar ese pasado soviético

El historiador Serhii Plokhy, uno de los mayores investigadores de la Unión Soviética y experto en historia ucraniana, accedió a los archivos personales del ex Presidente George H. W. Bush y conversó con los principales actores políticos y sociales para contar desde varias voces, desde varios ángulos, los meses finales de 1991 que cambiaron el mundo, una crónica que el académico de Harvard plasmó en "El último imperio. Los días finales de la Unión Soviética" (Turner, 2015), una obra clave para entender ese período.

En entrevista con "El Mercurio", Plokhy analiza el estado de Rusia a 25 años de la caída de la Unión Soviética, el gobierno de Vladimir Putin y las implicancias para el mundo de las aspiraciones de poder que tiene Moscú.

-En su libro, usted dice que el carácter imperial fue decisivo en la caída de la URSS. Varios analistas han dicho que el Presidente Putin ha tratado de traer de vuelta parte de ese pasado imperial, grandioso. ¿Cómo lo ve usted, en perspectiva?

-"Después de su victoria, en octubre de 1917, Vladimir Lenin y los bolcheviques lograron mantener el control sobre el Imperio Ruso multiétnico, al hacer concesiones significativas a las minorías. Se dio por sentado que las autoridades comunistas 'resolvieron' el problema de la nacionalidad de una vez por todas, y que la Unión Soviética estaba formando una nueva nación política, llamada el pueblo soviético. En 1991 quedó claro que las tácticas bolcheviques contribuyeron a posponer, pero no a evitar, la desintegración del antiguo espacio imperial.

Vladimir Putin quiere tenerlo de vuelta bajo el control de Moscú, pero en una nueva forma post imperial, donde Rusia ejercería el poder político y económico sobre el ex imperio, sin soportar su carga ni ser responsable por el bienestar de la población de las ex colonias y periferias. Rusia no es muy innovadora aquí. Otras antiguas potencias imperiales ya habían intentado tácticas similares".

-¿Por qué cree que se subvaloró el carácter multiétnico y la estructura pseudofederal de la URSS como factor que explica la implosión del imperio soviético?

-"La Unión Soviética era conocida en todo el mundo como 'Rusia' y muchos creían que, en realidad, los comunistas habían logrado burlar la historia y resolver el problema nacional sin permitir que las naciones crearan sus propios estados o ejercieran una verdadera autonomía política y cultural. Por lo tanto, surgieron tres explicaciones principales con respecto al colapso soviético.

La primera, la victoria de Ronald Reagan en la Guerra Fría; al pedir fuertes préstamos logró, supuestamente, hacer quebrar la economía soviética antes de llevar a la quiebra a la propia. La segunda, el colapso de la ideología comunista, que fue derrotada por el ascenso de la democracia y el liberalismo. Tercera, el colapso de la economía soviética de planificación central, que fue desencadenado por la caída drástica en los precios del petróleo.

Todos estos factores habían jugado, en realidad, roles importantes en el colapso soviético. Pero no explican por qué Moscú y Kiev terminaron en estados diferentes, mientras Moscú y Vladivostok continuaron en el mismo país. Solo si se mira el mapa etnográfico y administrativo de la Unión Soviética y se estudia el proceso de la movilización nacionalista, se puede responder la pregunta de por qué la Unión Soviética se desmoronó".

-¿Por qué cree que la disolución de la URSS fue tan pacífica y, en cambio, los últimos años en esa región han sido convulsionados con la intervención militar rusa en Georgia en 2008 y la anexión de Crimea en 2014, por ejemplo?

-"Las desintegraciones de los imperios del mundo no suceden de la noche a la mañana. Es un proceso largo, en el que 20 años no cuentan mucho. Piense en la desintegración de los imperios español, británico, francés y, finalmente, portugués. Incluso más prolongado fue el proceso de la desintegración del Imperio Otomano. Duró siglos.

Rusia, al menos en la mente de sus élites, perdió la Guerra Fría. Ahora está de vuelta, como lo hizo también Alemania 20 años después de Versalles, tratando de recobrar los territorios perdidos y de volver a escribir la historia. Históricamente, un país demora 20 años, aproximadamente, en recuperarse de una derrota mayor. Pero nada permanece inamovible. El mundo ha cambiado desde 1991. En ese entonces, Rusia tomó una decisión importante, llegando a la conclusión de que en el siglo XX un imperio estaba costando más que lo que estaba trayendo de vuelta. Fue una lección que se sacó sabiamente de la historia de otros imperios. La nueva Rusia está aprendiendo esa lección de nuevo, y de un modo difícil, en vista del impacto que el conflicto internacional y las sanciones internacionales hacen a su economía que lucha por salir adelante".

-¿De qué manera afectó en la disolución de la URRS la mala relación que tenían Mijaíl Gorbachov y Boris Yeltsin?

-"Esas relaciones eran verdaderamente malas, y claramente no contribuyeron a mantener unida a la Unión Soviética. Pero incluso más importante fue el conflicto entre la Federación Rusa y el centro de la Unión. Rusia sentía que fue explotada para el beneficio de los no rusos y quería un nuevo acuerdo. Después del golpe de agosto de 1991 contra Gorbachov, Yeltsin quería asumir la dirección de las instituciones de la Unión y librarse de Gorbachov, pero bajo la presión de Estados Unidos y el resto de las repúblicas soviéticas él tuvo que dar marcha atrás y conformarse con una confederación. Pero incluso eso resultó ser difícil de alcanzar frente a Ucrania, la segunda república soviética más grande, que declaró su independencia. En consecuencia, Yeltsin optó por la Comunidad de Estados Independientes. Se creó esa estructura en lugar de la Unión Soviética, lo que dejó a Gorbachov como Presidente de una entidad que no existía. Finalmente, tuvo que dejar el cargo".

-Este año, en abril, se cumplieron 30 años del desastre de Chernobyl. ¿Cómo influyó esta catástrofe ocurrida en Ucrania en la disolución de la URRS cinco años después?

-"Gorbachov guardó silencio sobre la catástrofe durante más de dos semanas, y no visitó el sitio durante dos años más. Todo eso contribuyó a la desconfianza de la población en sus políticas y a movilizar a las agrupaciones antigobierno en los últimos años de la existencia de la Unión Soviética. En ese sentido, Chernobyl aceleró el fin no solo de la primera etapa, a menudo barbárica, del desarrollo de la energía nuclear, sino también de un sistema político y social que resultó ser menos eficaz económicamente y más imprudente en materia de energía nuclear que sus competidores de la Guerra Fría. La Unión Soviética se desmoronó, condenada por la ineficiencia de su sistema administrativo y económico, como quedó demostrado por la explosión de Chernobyl y los movimientos políticos y etnonacionales que ayudó a crear".

-Usted dice que el poderío de Estados Unidos en la caída de la URSS fue sobredimensionado. ¿Cree que esta exageración del rol de EE.UU. influyó en el posterior surgimiento de Putin?

-"La creencia en el rol crucial de Estados Unidos en el colapso soviético contribuyó a fomentar otra creencia infundada en el poder de Washington para hacer virtualmente cualquier cosa que la Casa Blanca quisiera hacer en el nuevo mundo unipolar. Fue un gran malentendido de un importante hecho histórico que condujo a la desafortunada invasión a Irak, y finalmente, ayudó a disminuir la posición de Estados Unidos en el mundo. En ese sentido, contribuyó a la aparición de las ambiciones de Rusia de reescribir la historia del término de la Guerra Fría".

-¿Cómo ve el camino que ha seguido Rusia bajo el liderazgo de Putin, a 25 años de la caída de la Unión Soviética?

-"Para los actuales gobernantes de Rusia, quienes llegaron a la mayoría de edad durante el apogeo del poder soviético en la década de 1970, la actual situación, donde Rusia está reducida a una potencia de segunda categoría, parece ser anormal. Ellos tratan de reunir a las ex repúblicas soviéticas en la forma de la Unión Euroasiática, para contrapesar el poder de China y la Unión Europea, o al menos, no permitir que esas dos superpotencias se expandan en el espacio post soviético. Todo eso significa que la historia del colapso soviético está todavía muy lejos de terminar. Y eso no significa solo la posibilidad de la expansión de Rusia, sino también de la desintegración de Rusia. Chechenia, la rebelde autonomía en el norte del Cáucaso, es ya de facto un Estado independiente, teniendo relaciones tipo protectorado con Moscú. El mejor argumento para la región y el mundo es lo pasado, olvidado, y dejar que los historiadores aborden el fenómeno llamado colapso soviético.

Desafortunadamente, este no es el modo en que se desintegran los imperios. Muy a menudo, hacen que la vida sea difícil, no solo para la ex metrópoli y las colonias, sino también para el mundo en general".

"En ese entonces, Rusia tomó una decisión importante, llegando a la conclusión de que en el siglo XX un imperio estaba costando más que lo que estaba trayendo de vuelta".

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