La OEA y Maduro

Carta
OpinionGlobal, 11.06.2017
Juan Salazar Sparks, cientista político, embajador (r) y director ejecutivo de CEPERI

En su editorial del 5 de junio pasado, El Mercurio sostiene que la OEA ha sido ineficaz en la crisis venezolana y que el fracaso de su Reunión de Cancilleres demostró la actual inoperancia y futilidad del organismo regional. Es comprensible la frustración de nuestro decano, pero como bien recuerda el mismo editorial existe un grupo de países caribeños, que siendo "tributarios del petróleo venezolano", no están listos todavía para sancionar la dictadura chavista.

Muchos caen en el error de creer que las organizaciones internacionales son entidades supranacionales e independientes de sus estados miembros. Lo cierto es que el firme secretario general de la OEA, el uruguayo Luis Almagro, sí ha hecho lo indecible para aplicar la Carta Democrática Interamericana, pero son los estados miembros -unos más renuentes que otros- los que deben votar a favor de dicho instrumento.

La falta de voluntad política en esta cuestión no concierne a la OEA misma como a los gobiernos que la componen. Tomemos el caso de la Cancillería chilena, que si bien -junto a otras- ha llamado a Caracas a restituir las facultades de la Asamblea Nacional, cumplir con el cronograma de elecciones y liberar a los presos políticos, no ejerce un liderazgo pleno en la materia, porque los comunistas chilenos (incluso los jóvenes dirigentes del Frente Amplio) no son capaces de reconocer que principios democráticos fundamentales están siendo atropellados en la devastadora crisis venezolana.

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