Las Cautivas. El harén oculto de Gadafi, un libro duro, muy duro.

Reseña
Libros & Literatura, 04.07.2014
Susana Hernández

Annick Cojean en "Las cautivas. El harén oculto de Gadafi"
(Anagrama, Barcelona, 2018).

Un libro en el que se cuenta cómo el dictador secuestraba niñas casi diariamente, hay que tener en cuenta que Muamar Gadafi, asiduo a la viagra, necesitaba tres o cuatro jóvenes diarias, y es por ello que le gustaba frecuentar colegios en los que demostraba la cercanía al pueblo y su aprecio por la liberación de las niñas. En esas visitas a colegios se acercaba a una adolescente, le posaba la mano sobre la cabeza y le acariciaba el pelo con delicadeza, hoy sabemos que esa era la forma de seleccionar a las niñas que unas horas después, serían invitadas a visitarle, pasando desde ese momento a ser violada y sometida a salvajes vejaciones. Ese toque de cabellos era el llamado “toque mágico”.

Todo en ese estado giraba en torno a la corrupción y a la degeneración, y el ejercito, las familias y en general el pueblo, como siempre pasa, miraba para otro lado, por miedo, claro, siempre el miedo y la resignación como escusa.

Nos cuentan en el libro que Gadafi gobernaba por medio del sexo, “obsesionado por la idea de poseer algún día a las esposas y las hijas de los ricos y los poderosos, de sus ministros y generales, de los jefes de Estado y los soberanos”. Muchos nombres de hijas de buenas familias y esposas de mandatarios de otros países aparecen en el libro, y dinero, mucho dinero que entregaba a muchas de estas mujeres extranjeras que pasaban por su residencia oficial de Trípoli.

Se que esto que os cuento puede hacer que penséis que no es un libro para vosotras o vosotros, que total ya conoces la historia de Gadafi, pero este es un libro que hay que leer, porque ellas, esas niñas y niños, los que lograron sobrevivir, hoy ya mujeres y hombres, y se han jugado su vida para que esto se conozca.

Soraya. Merece la pena conocer a su familia y saber como se actúa ante el miedo y el qué dirán. Libya, que permaneció 30 años junto al dictador y hoy nos habla de una vida desperdiciada. Jadiya nos cuenta que su destino había descarrilado el día que conoció a Gadafi y que su muerte no le ofrecía ninguna esperanza de redención. Ella nos cuenta como fue utilizada como arma de guerra. Y Leila, que se quejaba amargamente de que todos sabían pero nadie hablaba, y de que eran mandadas a abortar a Malta, y Huda que encontró a alguien que quería ayudarla y al que ella le preguntó ¿Usted quiere morir?. Y de la Esposa de un general de Gadafi que no quiere decir su nombre, y que calló cuando Gadafi la violó repetidamente y que después tuvo que ver como su historia se repetía con su hija…

Hay que tener en cuenta que hablamos de una sociedad en la que estas chicas pasaron de ser las elegidas a ser la vergüenza y la deshonra de sus familias, y que en la mayor parte de los casos éstas hubiesen preferido que las matasen como les ocurriera a tantas otras.

Hay que leer este libro porque hablar hoy sigue siendo un riesgo para sus vidas.

Y ellas han hablado.

Y nosotros tenemos la obligación de conocer hoy lo que otros debieron conocer en su momento.

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