Mark Rutte, el primer ministro camaleón

Perfil
El Mundo, 15.03.2017
Imane Rachidi

Mark Rutte dice en su discurso que Holanda ha parado al populismo equivocado

Solo hay una cosa por la que todos los holandeses conocen a Mark Rutte: su capacidad para salir intacto de todos los líos políticos en los que se ha visto envuelto durante los últimos seis años como primer ministro. En estas elecciones se ha perfilado como el gran rival del populista y antiislamista Geert Wilders, y quizás el único capaz de frenar el ascenso del ultraderechista, pero fue él mismo quien le abrió las puertas del Gobierno en 2010.

El ambiente entonces estaba dominado por los efectos de la austeridad y los recortes de presupuesto en gastos sociales. Rutte (La Haya, 1967), dirigente del Partido Popular por la Libertad y Democracia (VVD), ganó en uno de los momento más convulsos, económica y políticamente, y se convirtió en el primer líder liberal que dirige Holanda desde 1918. Y también en el más joven de la historia, con sus entonces 43 años. Estaba dispuesto a pactar hasta con el diablo con tal de lograr una coalición que le permitiera gobernar, y lo logró, con el PVV de Wilders apoyando por fuera su coalición electoral, durante dos años, hasta que el derechista se retiró y le obligó a convocar nuevos comicios.

"Holanda puede detener el efecto dominó del populismo que afectaría a Francia, Alemania e Italia", dijo Rutte sobre Wilders. En 2012 le ganó la mano: fue reelegido jefe del Gobierno y sobrevivió cuatro años completos de legislatura. Una de las primeras veces que un Ejecutivo holandés termina todo su periodo, sin rendirse por el camino. Y encima, gobernó durante una de las etapas más controvertidas de la historia moderna de Holanda: la crisis económica que costó numerosos empleos a un país miniatura en el mapa de Europa.

Algunos comparan su discurso y oratoria con las capacidades de Winston Churchill o Margaret Thatcher. Otros dicen que intenta copiar el carisma de Barack Obama. Sus capacidades de liderazgo político son remarcables. Por tercera vez consecutiva, su partido se perfila como el más votado de Holanda. Rutte se presenta como el líder y defensor de los valores y las normas holandesas. Este político convirtió el populismo que una vez consideró aliado en el enemigo a batir durante la campaña para seguir ascendiendo a la cima de La Haya.

"Voy a seguir luchando para que los Países Bajos siga siendo un país cómodo, libre y seguro. Después de casi seis años al mando, estoy lleno de energía y motivación. ¡Tengo trabajo que hacer!", dice el primer ministro. Sus colegas lo describen como una persona accesible, amable y dispuesta cada vez que se le necesita. Esto lo confirman periodistas, políticos, funcionarios y empresarios.

Nació en un vecindario de clase media un día de San Valentín, pero el amor nunca fue lo suyo. No se le conoce pareja desde que llegó al gobierno. Siempre relata con orgullo que sigue viviendo con su madre. Es el séptimo hijo de una numerosa familia. Su padre tenía 58 años cuando nació él, el actual primer ministro de Holanda. La primera esposa de Rutte padre murió durante la Segunda Guerra Mundial y se volvió a casar con la hermana menor de su mujer fallecida.

El joven Mark creció en una familia protestante y de comerciantes, y estudió Historia en la prestigiosa universidad de Leiden. Después trabajó en el sector privado como personal de la multinacional Unilever, hasta que en 2004, el entonces ministro de Finanzas, Gerrit Zalm, le fichó como secretario de Estado de Educación, Cultura y Ciencia. En 2009, Rutte ya era todo un prestigioso líder, que ganó el título del 'Político del Año' por sus habilidades para el debate.

Compagina sus labores de primer ministro con dos horas de clases a la semana en una escuela de secundaria, donde enseña civismo a los adolescentes. Antes de querer ser político consideró dedicarse a la música, en especial a tocar el piano. Pero a los 16 años se unió a una organización juvenil del partido liberal, y nunca más supo encontrar la salida para huir de la política. Más bien, aquel activista adolescente liberal es hoy uno de los hombres fuertes de los Países Bajos.

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