Morales: primarias y giro en la reclamación marítima 

Editorial
El Mercurio, 07.01.2018

Luego del duro impacto y prolongado silencio por la derrota en la Corte Internacional de Justicia, que rechazó en todas sus partes la demanda de Bolivia para obligar a Chile a negociar una salida soberana al océano Pacífico, el Presidente Evo Morales volvió a referirse a nuestro país, al declarar que el Derecho del Mar proporciona a Bolivia nuevos argumentos para reclamar en los foros internacionales una salida soberana al Pacífico.

Aunque sin fundamento y de reducido impacto en su opinión pública, la reanudación de los dichos de Morales respecto de Chile indica que volverá a usar la causa marítima para sus propósitos de ser nuevamente elegido a la Presidencia en los comicios de octubre próximo. El Presidente de Chile ha hecho bien en no entrar en el debate luego de la carta enviada por Morales después del fallo de La Haya.

Considerada inconstitucional su candidatura, la oposición boliviana fracasó en el intento de hacer respetar los resultados del referéndum de 2016, que le impidieron a Morales modificar la Constitución para habilitar su reelección. La Corte Constitucional y el Tribunal Supremo Electoral, bajo su control, ignoraron el referéndum y emitieron sendos fallos favorables a la postulación del Jefe de Estado.

A diez meses de las elecciones, la campaña electoral se inició con la convocatoria a primarias el día 27 de este mes, en que las ocho fórmulas de candidatos a Presidente y Vicepresidente deben ser ratificadas por los adherentes y los partidos.

Las primarias fueron establecidas por una ley reciente, a fines del año pasado. Su utilidad es altamente discutible en esta oportunidad: no hay contendores al interior de las colectividades que respaldan las candidaturas. El propósito del oficialismo para llevarlas a cabo es utilizarlas como un anticipo de la reelección de Morales y García Linera, considerando que, en las internas de su partido, el Movimiento al Socialismo, participaría un elevado número de electores estimulados por las organizaciones sociales controladas por el MAS o forzados a hacerlo, para no perder empleos públicos.

El dividido espectro opositor, separado en siete listas, evidencia las dificultades que los contrarios a la perpetuación en el poder de Evo tendrán para unirse en una eventual segunda vuelta electoral.

El panorama no parece promisorio para una oposición integrada por grupos de muy diversa importancia, carentes de financiamiento, separados por ideologías y regionalismos. Varias encuestas pronostican que Morales puede ser vencido en segunda vuelta y que la mayoría de los bolivianos no desea concederle un nuevo mandato. Con todo, el poder del gobierno, el fraccionamiento opositor y el fracaso de protestas masivas y de huelgas de hambre para impedir su postulación, parecen dar otra oportunidad al régimen de Morales para eternizarse en el poder.

No hay comentarios

Agregar comentario