¿Nuevos tiempos con Bolivia?

Carta
La Tercera,  17.09.2018
Jaime Lagos Erazo, abogado y embajador (r)

Después de cinco años de tramitación, el 1 de octubre próximo la Corte Internacional de Justicia de La Haya comunicará el fallo sobre la demanda marítima boliviana.

Como se recordará, el objeto de la disputa presentada se relaciona con la pretendida obligación de Chile de negociar de buena fe, efectiva y prontamente en orden a alcanzar un acuerdo que otorgue a Bolivia un acceso soberano al Océano Pacífico. La Corte calificó esta controversia como la obligación de negociar ese acceso eliminando la expresión que este fuese soberano, de modo que desde un principio el criterio de la Corte siempre fue que no hubiera modificación de fronteras afectando la integridad territorial de Chile.

Por lo demás, en su sentencia de 24 de septiembre de 2015 sobre las excepciones preliminares, el tribunal ya dictaminó que incluso “asumiendo que la Corte decidiera que existe esa obligación, no sería tarea de la Corte predeterminar el resultado de cualquier negociación”.

Asimismo señaló que teniendo en cuenta “las observaciones de las partes, la Corte enfatiza que la utilización en esta sentencia de las frases ‘acceso soberano’ y ‘negociar acceso soberano’ no debe entenderse como la expresión de ninguna opinión por parte de la Corte sobre la existencia, naturaleza y contenido de una supuesta obligación de negociar por parte de Chile”.

Con relación a los diversos escenarios que se vislumbran sobre el resultado de dicho juicio la opción más factible es que el Tribunal busque obligar o exhortar a las partes a continuar negociando un mayor acceso de Bolivia al Pacífico, sin un objetivo predeterminado y sin que este acceso sea soberano.

Esa posibilidad fue admitida por el abogado Antonio Remiro Brotons, uno de los litigantes que asisten al gobierno boliviano, en una entrevista que concedió al diario La Razón de Bolivia, el 9 de abril de 2015, en el sentido de que en ese caso dicha obligación de negociar “persistirá y vivirá en el tiempo”.

Evo Morales, luego de este eventual desenlace, indudablemente proseguirá con su show mediático considerándose triunfador. En fin de cuentas, no tiene nada que perder y lo único que busca es perpetuarse en el poder.

No hay comentarios

Agregar comentario