Nuevos tiempos en Canadá

Columna
La Razón, 03.07.2016
Lourdes Montero Justiniano, comunicadora social y socióloga boliviana
  • Justin Trudeau es un buen ejemplo de esa nueva generación de hombres a la que aspiramos todos

Cuando nuestro ánimo decae frente a los resultados del referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea, o la grotesca candidatura de Donald Trump, es bueno voltear la vista para seguir los pasos del flamante primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, quien no deja de sorprendernos.Y es que, como dicen varios medios internacionales, el mundo se ha enamorado del Primer Ministro canadiense. Cómo no enamorarse de este joven (y guapo) quebequense al verlo en el aeropuerto recibiendo a los refugiados sirios, o justificando su gabinete paritario simplemente “porque es 2015”.

Justin Trudeau está logrando que el mundo hable de Canadá no solo por su carisma, sino ante todo por su lucha contra el cambio climático y su postura feminista. Hace algunos meses, en una intervención de la ONU Trudeau hizo una apasionada defensa de la igualdad de género. “Voy a seguir diciendo alto y claro que soy feminista hasta que me respondan encogiendo los hombros”, dijo. Aclaró que el hecho de que su feminismo aún llame la atención significa que tendrá que seguir usando esa palabra durante un tiempo. “No debería ser algo que generase una reacción. Es simplemente decir: yo creo en la igualdad entre hombres y mujeres, y creo que todavía tenemos mucho que hacer hasta llegar ahí. Eso es como decir que el cielo es azul y la hierba es verde”. No hace mucho, el Mandatario canadiense asistió en Suiza al panel de Progreso Hacia la Igualdad organizado durante el Foro Mundial de Economía. Allí habló de diferentes temas sobre igualdad, pero el comentario que más llamó la atención (y se difundió por redes sociales) fue su fuerte creencia de que necesitamos criar hijos e hijas feministas.

En un foro televisado, Trudeau habló sobre lo que hacemos día a día en nuestras casas para luchar contra el machismo. Expresó que ha tenido un especial cuidado a la hora de criar a su hija para asegurarse de que se sienta empoderada y nunca dude en confiar en sí misma, pero reconoció que fue gracias a su esposa que entendió que no solo su hija mujer debía ser criada de esa forma, sino también los varones, con quienes debía hablar sobre cómo tratar a las mujeres, “y cómo convertirse en feministas como su padre”. Y aseguró “tanto hombres como mujeres debemos luchar en conjunto para alcanzar la igualdad de género”. Por último, afirmó que no hay que tener miedo a usar la palabra feminista. “Los hombres y las mujeres deben utilizarla para describirse a sí mismos siempre que quieran”.

Estas afirmaciones son un nuevo aire en el mundo de la política, donde muchas veces los líderes endulzan sus discursos con obligaciones “de papel” que asumen sus gobiernos, pero normalmente no abordan cómo, desde su vida cotidiana, cada uno afronta dicho compromiso. Anteriormente Trudeau ya se había expresado sobre el aborto, un tema crucial en la lucha feminista, diciendo: “no sé si hay alguien en este país a favor del aborto, pero sí sé que estoy muy a favor de que las mujeres tengan derecho a decidir qué hacer respecto a esto, consultándolo con la comunidad médica o con quienes ellas elijan. No corresponde a una habitación repleta de legisladores masculinos quitarles ese derecho”.

Ahora que en Bolivia son tiempos propicios para soñar con nuevos liderazgos, no podemos renunciar a que los jóvenes (hombres y mujeres) comprendan que la igualdad de género no es un asunto de mujeres; involucra a toda persona portadora de la lucha y la esperanza de un nuevo mundo posible. Justin Trudeau es un buen ejemplo de esa nueva generación de hombres a la que aspiramos todos.

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