PC, dictadura y diplomacia

Carta
La Tercera, 25.02.2018
Juan Salazar Sparks, embajador (r) y director ejecutivo de CEPERI

Declaraciones recientes de personeros del PC dan cuenta del sesgo ideológico actual de la política exterior chilena y también de una situación equivalente a una Guerra Fría 2.0 en Chile y el mundo.

Al inicio del gobierno de la Nueva Mayoría (NM), los dirigentes comunistas señalaron que su inclusión en la coalición oficialista significaba "tener un pie en el gobierno y otro en la calle" (ser gobierno y oposición a la vez). Luego, emplearon la Cancillería para que algunos embajadores y asesores de su militancia debatieran la política chilena en el exterior, o bien, solidarizaran con la causa revolucionaria internacional. Ahora, en el epílogo de la NM, y cuando la dictadura venezolana exige una definición de parte del resto de los países de la región acerca de la democracia y los derechos humanos, el PC chileno se da el lujo de defender al tirano Maduro, vilipendiando de paso a su propio Canciller.

Esta secuencia de hechos significa que el PC chileno no cree ni practica la democracia, promueve el añejo concepto de la "dictadura del proletariado", y desde el gobierno le ha infligido un serio daño a la imagen de nuestra diplomacia, evitando que Chile asuma un compromiso mayor con la libertad en Venezuela, con sus presos políticos y con sus millones de migrantes.

No deberíamos extrañarnos que, si el próximo gobierno quisiera tener una postura más digna en el tema, como la han tenido Perú o la Argentina, los comunistas chilenos rechacen una política de Estado sobre la materia. Los chilenos también deberíamos tener presente que los comunistas podrían en Chile destruir la economía, abolir el Congreso y reemplazarlo por una constituyente designada a dedo, acabar con la libertad de prensa y encarcelar a los críticos; todo ello, con la misma justificación de Venezuela.

1 Respuesta

  1. No es sólo antidemocrático, con el ingreso masivo de haitianos, violentando brutalmente la legislaciön migratoria vigente y haciendo mofa de ella, pretenden crear una suerte de población paralela a los chilenos. Es como enquistar dentro de Chile una masa poblacional que ni siquiera habla español, tal como hizo Stalin en Europa y la ex URSS con un desplazamiento de poblaciones forzado o inducido. Y no tienen ningún problema en reconocer que quieren formar una fuerza armada paralelade 500.000 hombres ¿haitianos?.

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