Qué hacer con el ‘triángulo’. Algunas propuestas

Jaime Undurraga M.[1]

En vez de seguir usando los métodos diplomáticos tradicionales (cartas de protesta, llamada de embajadores, declaraciones de que “puede ser, aún cuando tampoco puede ser…”, etc.), que no han dado mucho resultado en el ámbito regional latinoamericano, se me ocurren otros caminos a explorar y, a lo mejor, a la Cancillería chilena le va mejor que hasta ahora.

Antes de detallarlos, creo necesario explicar por qué no nos han dado resultado los caminos tradicionales de la diplomacia. Ello, porque los problemas de nuestros vecinos son básicamente internos y a nosotros nos usan solamente como excusa o herramienta. Los chilenos, en cambio, seguimos creyendo que es un problema “de relaciones entre países” o de “agendas bilaterales”. Esa es mi tesis, que me parece tan válida como las que ha enarbolado la Cancillería u otros expertos, dado los resultados conseguidos.

Pero veamos los otros caminos.

Creo que lo primero que hay que hacer con respecto al mal llamado "triángulo" es ocuparlo, por la simple razón de que es nuestro. Punto! No seguir más discutiendo o declarando que Perú no tiene razón. Y, al ocuparlo, poner inmediatamente una reja en la frontera con un gran letrero que diga “No Entrar. Propiedad Privada”. Eso, para dar una señal más clara, que la de llamar a nuestro embajador “a consultas”, por ejemplo.

El tema siguiente es con qué ocupamos estas 3.7 hectáreas atorrantes. Las opciones no son muchas,  ya que el terreno es realmente chico, como “territorio”, e inhóspito. Pero, igual, hay que intentarlo. Además, se me ocurren las siguientes opciones para definir su uso futuro:

- Nombrar una Comisión Presidencial al más alto nivel para definir el uso a darle, “tomando en cuenta los altos intereses de la Patria en juego y el desarrollo de las generaciones futuras en el devenir de la Nación”. Dicha comisión debe ser “inclusiva” de la sociedad chilena, en el sentido de considerar los diversos estamentos relevantes, incluidas todas las confesiones, profesiones, actividades culturales, políticas, etc. Con ello, no se podrá poner en duda de quién es el triángulo ni se podrá tocar por mucho tiempo, habida cuenta de nuestra experiencia en “la dinámica” de las comisiones.

- Seleccionar un grupo de chicos de 2º Básico de escuelas públicas, subvencionadas pagadas y privadas, para que discutan y presenten ideas de cómo aprovechar esas hectáreas, siempre que sirva para que los niños chilenos puedan disfrutarlas y entretenerse mientras aprenden cualquier cosa. Capaz que salgan con mejores ideas que nuestra pasiva Cancillería. Los proyectos deberán ser acompañados con dibujos y croquis sobre las propuestas, elaborados en crayones o lápices de color 2B. Se formará un jurado con alumnos de 4º Medio para decidir sobre la idea ganadora, la cual se financiará con fondos del presupuesto de la Cancillería (¡sí, es su problema!)

- Solicitarle a la Agrupación de Supermercados que elaboren un proyecto de Mall, con supermercados, “tiendas anclas” (para sacarle un poco de roncha a Bolivia por lo de la Haya), grandes estacionamientos, con aceptación (no receptación) de tarjetas de crédito chilenas y peruanas, cines y entretenimientos para chicos y grandes. Un gran complejo entre Retail y Disney World. El comercio no reconoce fronteras e integra a los pueblos.  Ya que el minúsculo territorio pretendido por Perú no tiene costa, le demostraremos que, además que el "triángulo" no existe, es chileno y, por lo tanto, sí tiene costa. Además podríamos construir una Crystal Lagoon al interior del mismo, la que hacemos navegable en su interior. Es decir, ¡tendría costa en la costa propiamente tal y en la costa interior! ¡Chúpate esa!

- Decidir la construcción de un hospital por licitación directa del MINSAL, lo cual permitiría iniciar la obra gruesa (con lo que ya se ocupa físicamente el terreno) y luego seguiría en obra gruesa sin terminar por los próximos 30 años, a lo menos. Con ello, el lugar estaría de todas maneras ocupado por sus dueños legítimos y sin ninguna posibilidad de algún uso, como ahora.

- Construir y operar un Centro Científico de Estudios Oceanográficos, con instalaciones de lujo y personal científico de primera categoría, con muelles, barcos de investigación, restaurantes con productos típicos marinos y todo. Esta opción, fuera de inscribirse en una clara y coherente señal de la prioridad que el Gobierno de Chile le asigna al fomento y promoción de la investigación científica en Chile, le sacaría una roncha fenomenal a Bolivia sin que abramos la boca (incluso podríamos becar a un par de estudiantes bolivianos para sacarlos de quicio), y concentraría el espionaje futuro de Perú en ese sólo punto, haciendo más fácil la labor de contrainteligencia chilena. También  permitiría conocer nuestros recursos pesqueros (y los peruanos) en forma completa.

- Finalmente, otra idea más audaz sería ubicar alguna faena minera, a una distancia potable o en la alta cordillera, para llenar las hectáreas del mal llamado "triángulo" con relaves. Total, éstos se traen por gravedad sin gastos adicionales de energía. Ocupamos el triángulo, porque es nuestro, jodemos a los peruanos, que alegan que es de ellos, y al final queda inservible para siempre, con lo que se acaba la discusión. Genial!

En fin, hay tantas ideas posibles. Creo, sinceramente, que más que un problema de fondo es un problema de actitud.

Mi humilde aporte.

[1]  Abogado, consultor de empresas en temas medioambientales y colaborador de OpinionGlobal.-

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