Carta El Mercurio, 02.10.2018 Jorge Osvaldo Burmester Guzmán, abogado y ex funcionario del Ministerio de RR.EE.
Creo que es el momento oportuno, una vez que transcurra el plazo prudencial de algunas semanas, para que, victoriosos, dejemos de lado tantas vacilaciones y denunciemos el Tratado Americano de Soluciones Pacíficas o Pacto de Bogotá, de acuerdo con lo dispuesto en su Artículo LVI, Tratado que nos obliga, según lo establece su Artículo XXXI, a comparecer ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, existiendo en el Derecho Internacional diferentes y variados mecanismos de solución pacífica de controversias entre Estados, que podemos escoger y negociar libremente.
De este modo, no estaremos a merced de demandas que pueden menoscabar nuestra soberanía, como ya ocurrió con el fallo de la Corte antes mencionada, en nuestro diferendo por límites marítimos con la República del Perú, que nos hizo perder una superficie importante de nuestra Zona Económica Exclusiva, en perjuicio de los intereses de nuestra patria.
Además, Álvaro García Linera, una vez pronunciado el fallo por la Corte, declaró que el gobierno boliviano, dentro del cual juega un rol muy importante, ya tenía preparadas otras alternativas para hacer efectivo lo que ese país denomina "el derecho irrenunciable de Bolivia a una salida soberana al océano Pacífico", e hizo mención del Artículo 33 de la Carta de las Naciones Unidas.
Por otra parte, estimo que un retiro del Pacto de Bogotá no tendría por qué afectar nuestra posición en el litigio con Bolivia, que se sigue ante la misma Corte de La Haya, por las aguas del río Silala, dado que se trata de controversias de muy distinta naturaleza, y tampoco podría lesionar la sensibilidad de los jueces de la citada Corte, por cuanto el inciso segundo del aludido Artículo LVI del Tratado o Pacto de Bogotá expresa que "la denuncia no tendrá efecto alguno sobre los procedimientos pendientes iniciados antes de transmitido el aviso respectivo", dejando así abierta la puerta para la denuncia del Tratado frente a la misma Corte.
