Trump en Davos: ¿competencia de imagen, contradicción política o búsqueda de inversiones?

Columna
Infobae, 15.01.2018
Roberto García Moritán, embajador (r) y ex viceministro de RREE argentino
Habrá que ver si a partir de Suiza la Casa Blanca empieza a mostrar una evolución internacional más pragmática y menos a contrapelo de la globalización

El presidente Donald Trump casi festejará el primer año de gobierno en el Foro Económico Mundial de Davos, que representa la contracara o el anatema del proteccionismo que propicia desde que asumió la Casa Blanca. Se trata de una participación inusual para un presidente norteamericano y que reitera las características poco convencionales y, en ocasiones contradictorias, de la gestión presidencial. No obstante, parece responder a la decidida vocación de seguir fortaleciendo y promocionando la capacidad productiva de Estados Unidos como la búsqueda de inversiones. En ese punto, el primer año de gobierno muestra índices económicos y de desempleo ponderables como consecuencia, entre otros, de haber rebajado sustancialmente el impuesto a las corporaciones. Lo mismo ha ocurrido, en otro ejemplo, con la reducción de las regulaciones conforme los criterios del Doing Business del Banco Mundial.

En el plano de los resultados económicos, Trump tiene algo que mostrar en Davos. También podría querer estar presente como respuesta a las críticas de haber cedido espacios sustantivos, económicos y políticos, frente a China. En el 2017 el presidente chino fue el orador central en Davos y elogiado por los participantes como un hombre de Estado. Sin embargo, la presencia de Trump en Suiza requeriría algo más que una competencia de imagen y popularidad con el presidente Xi Jinping. Debería, por lo menos, utilizar la oportunidad para definir con claridad el compromiso estadounidense con el resto del mundo y las implicancias del concepto America First. Hasta ahora, tras un año de gobierno, muestra en general un récord desilusionante, con un exceso de desdén con el multilateralismo, Naciones Unidas, la Organización Mundial de Comercio, la Conferencia de Desarme, los acuerdos de libre comercio e instrumentos globales como el del cambio climático. Las decisiones anti inmigrante han sido otro factor irritante en América Central y en el mundo islámico.

Diversos cambios propiciados por la administración Trump en el escenario internacional son vistos con preocupación. El grupo Eurasia, por ejemplo, advierte sobre los riesgos, en el 2018, de una crisis geopolítica severa, equivalente a la crisis financiera internacional de hace una década. Señala que el peligro procede del ámbito de la ciberseguridad, el terrorismo de potenciales errores de cálculo en los conflictos abiertos con Corea del Norte, Irán, Siria, Rusia o China.

Con América del Sur, el primer año de la Casa Blanca ha sido diplomáticamente más cuidadoso y amistoso que respecto a otras regiones geográficas. Firme contra el autoritarismo del régimen venezolano, ha recibido a Lilian Tintori, la mujer del Leopoldo López. También lo hizo con la mayoría de los presidentes sudamericanos relevantes.  Tampoco las medidas proteccionistas han tenido efectos comerciales dramáticos en los países de la región. Salvo por el caso del biodiesel argentino, tuvo diversos gestos comerciales con la Argentina que incluye, por ejemplo, que vuelva a formar parte del Sistema General de Preferencias (SGP). También, hasta ahora, se mantiene el alcance de los acuerdos de libre comercio con Chile, Colombia y Perú.

Si bien la administración Trump responde a mucho de lo anunciado en la campaña electoral y en el discurso inaugural del 20 de enero del 2017, la agenda internacional sigue siendo extremadamente difusa e incluso desordenada. También la marca Estados Unidos está sufriendo en imagen. Un sondeo del Centro de Investigación Pew muestra que el 49% de los encuestados en 37 países tiene una visión positiva de Estados Unidos frente al 64% al final de la administración Obama. Ese dato marca quizás la sorpresiva decisión de asistir al Foro de Davos.

Habrá que ver si a partir de Suiza la Casa Blanca empieza a mostrar una evolución internacional más pragmática y menos a contrapelo de la globalización. Algunos observadores pronostican que se podría inclinar por una etapa que denominan de híbrido globalismo. Es de esperar que el lema de Davos, crear un futuro compartido en un mundo fracturado, sea una oportunidad para salir de algunos de los complejos encierros conceptuales que dejó el 2017 y disminuir los nubarrones de enfrentamientos geopolíticos que amenazan el horizonte.

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