Columna Blog del Grupo Avila, 06.01.2018 Milos Alcalay, embajador (r) y ex viceministro de RREE venezolano
Las recientes medidas adoptadas por el Gobierno Venezolano al cerrar sus puertos y aeropuertos con nuestras vecinas antillanas de Aruba, Bonaire y Curazao, se suma a las medidas anti-históricas de cierre de fronteras con Colombia y Brasil; y con las oscilantes amenazas contra nuestra vecina Guyana. Venezuela se ha logrado convertir en una “isla” transformando la noción de “isla” que aprendimos en primaria como “una porción de tierra rodeada de agua por todas partes” por el de “una porción de tierra rodeada de dificultades y trabas en todas sus fronteras: terrestres, marítimas y aéreas” para alegría de los admiradores de Cuba, país con el que nos parecemos cada vez más. Si bien nuestros compatriotas aun no usan las balsas cubanas para escapar, sí huyen por millares por los caminos verdes en procura de nuevos destinos padeciendo graves penurias como refugiados sociales ante la indiferencia y las trabas que impone Caracas al negarles o dificultar la emisión de pasaportes o certificados exigidos como los de antecedentes penales y otros.
El Presidente al anunciar las medidas contra nuestros vecinos antillanos destacaba su “amor” por sus orígenes antillanos ya que su “abuelo judío Maduro Oduber, les hablaba en papiamento”. Hoy su nieto se ha convertido en un látigo contra sus orígenes antillanos. En cuanto a sus orígenes judíos, la Cancillería acusa al Estado Judío injustificadamente que –junto a los Estados Unidos- propician el descontento de los Persas y aplauden la represión que realizan los ayatolas, cuyo país amenaza además con destruir a Israel. Lo mismo podemos constatar con las reacciones contra sus orígenes Colombianos maternos, país permanentemente insultado por nuestro Mandatario. “Son amores que matan” como acertadamente resalta el titulo de la conocida novela de RCTV
Dejando de lado las reacciones personales contra sus orígenes, lo grave es que el aislamiento se evidencia cada vez más, ya que los venezolanos son las víctimas de medidas de dominación totalitaria. Por ejemplo, la ventaja geopolítica privilegiada que tiene Venezuela por su situación múltiple al ser parte integrante del Caribe, de los Andes, de la Amazonia, del Atlántico, se han convertido en “desventajas” por las medidas que la actual administración utiliza de manera calculada o torpe. Maiquetía que era una escala necesaria para entrar o salir de América Latina, ha dejado de ser el centro de tránsito, ya que hoy las líneas aéreas de América Latina y de Europa sustituyeron nuestro aeropuerto por otros como los de Panamá o Bogotá más amigables, con el resultado de que hay menos vuelos a Caracas, y las pocas líneas aéreas que sobreviven, lo hacen con dificultades crecientes ya que debido al incumplimiento del pago por parte del Estado, hace que le exijan a los pasajeros que se emitan sus billetes aéreos desde el exterior y en divisas.
Además de este “auto-aislamiento” nuestro país está aislado desde el exterior por las sanciones que evidencian el rechazo de las Naciones a las violaciones de derechos humanos, a la tolerancia con el narcotráfico y con el terrorismo y a los escándalos de corrupción a los más altos niveles. De esa manera Venezuela se convierte en una “isla” y se aísla del resto del Mundo. Qué tristeza!
