Alberto Fernández en Antártica

Editorial
El Mercurio, 28.02.2023

Las relaciones bilaterales con el gobierno del presidente Alberto Fernández no han sido fáciles pese a las declaraciones de buenas intenciones de lado y lado, siempre hay contingencias que obligan a aclarar dichos, pedir disculpas, o levantar querellas. Sin embargo, este ruido constante está impidiendo poner mayor atención, y tomar acciones concretas frente a las renovadoras pretensiones australes argentinas, que ponen presión sobre los legítimos intereses de Chile.

Botones de muestra de lo anterior son la reciente visita de Fernández a la Antártica – la primera de un mandatario transandino en veinte años- la reapertura de una brigada aérea en Río Gallegos, la instalación de un radar de defensa en Río Grande, la creación de una unidad militar el Tolhuin (Tierra del Fuego) y la posible ampliación del puerto de Ushuaia con capitales chinos. A lo anterior hay que agregar la polémica Política de Defensa 2021, que mencionó al Estrecho de Magallanes y Mar de Drake como espacios compartidos.

Si durante el gobierno de Mauricio Macri la prioridad fue fortalecer la frontera norte de Argentina de cara al narcotráfico, bajo Fernández el eje principal ha sido la zona austral. “El crecimiento de nuestra Argentina tiene proyección hacia el sur y visión bicontinental y parte del desarrolla nacional depende de la defensa de sus componentes estratégicos”, dijo el mandatario en el marco de una visita al Continente Blanco y quien subió fotos a fredes sociales mirando aviones de la Fuerza Aérea sobre Ushuaia.

La pregunta de rigor es que está haciendo el gobierno del presidente Gabriel Boric, oriundo de la Región de Magallanes y Antártica chilena, para responder ante las acciones argentinas. La botadura del rompehielos Oscal Viel, la próxima construcción de un centro antártico internacional en Punta Arenas y la presentación de la proyección de la plataforma continental son iniciativas que vienen de la administración anterior.

Sabemos por los mapas que la proyección argentina que llega al Polo Sur incluye espacios marítimos y territorios chilenos y que en ella se interpone la presencial real del Reino Unido en las islas Falklands/Malvinas y otros archipiélagos.

A pesar de ser transparente el refuerzo<o de las posiciones argentinas en la zona austral, que tiene como fin último la Antártica, debe ser respondido con una estrategia integral donde concurran los ministerios de Relaciones Exteriores, Defesa, Desarrollo Social y las autoridades locales para fortalecer la postura y presencia de Chile en esos territorios y espacios marítimos.

No se puede seguir ignorado el incremento de la competencia geopolítica sobre la Antártica con las acciones que están tomando los vecinos y potencias extranjeras. Chile tiene una ventaja comparativa por ser el país más cercano y con un a presencia sostenida por décadas. Pero saber aprovecharla, orientando los esfuerzos a velar por nuestros intereses nacionales ahí, es otra cosa.

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