Chile, Tonga y el Pacífico Sur

Crónica
AthenaLab, febrero de 2022
Redacción

En medio del verano, millones de chilenos fueron alertados por el impacto en las costas de la erupción de un volcán en Tonga, nación insular a miles de kilómetros de distancia. Sin nada que lamentar, gracias a un mejorado sistema de alerta de tsunamis, de todas formas, la emergencia sirvió como un recordatorio de lo conectados que estamos con el Pacífico Sur, especialmente a través de Rapa Nui.

Proyección de Chile al Pacífico Sur

Fuente: El Mercurio

El Pacífico Sur cuenta, además, con la mayor cantidad de territorios no independientes y una gran diversidad de situaciones político-administrativas. Ahí predominan las democracias y la coordinación entre estos estados y territorios se da a través del Foro de las Islas del Pacífico, al cual Chile está asociado como “dialogue partner”.

Es en esta zona donde encuentra el Reino de Tonga, única monarquía de esta parte del mundo. Cuenta con una población de 100.209 habitantes y una superficie terrestre de 720 km2, pero en cambio posee una zona económica exclusiva de 700.000 km2. La abismal diferencia entre la escasa superficie terrestre y la gran extensión marítima es una constante entre todos los países de las tres áreas.

Geoscience Australia, Gobierno de Australia

Dada su morfología y ubicación, estos países-isla son territorios que se encuentran altamente expuestos a los efectos de los desastres naturales. Al estar emplazados en el Cinturón de Fuego del Pacífico, quedan junto a Chile en una zona cuyos eventos sísmicos impactan de forma colectiva. También el cambio climático en marcha, con el consecuente aumento del nivel de los mares, podría reducir varios territorios o dejarlos totalmente bajo el agua.

Por todo lo anterior, Chile no puede quedar fuera de la discusión sobre lo que sucede en esa zona. No solo nuestras rutas marítimas comerciales atraviesan la región, en el camino hacia los principales socios comerciales, también existen realidades compartidas producto de una conexión geográfica y cultural.

 

Intereses

En el último tiempo, el Pacífico Sur también pasó a convertirse en un área geográfica de rivalidad entre EE.UU. y China. Ambos países han desarrollado estrategias que incluyen establecer vínculos bilaterales de defensa con las naciones insulares, realizar inversiones y entregar ayuda para el desarrollo. No obstante, Washington corre con ventaja en la zona, porque cuenta con territorios que le permiten una presencia permanente, como las Islas Marshall, Samoa Americana y, especialmente, Guam. Además, tiene aliados de la talla de Australia y en menor medida Nueva Zelanda.

China aprovecha el hecho de que un número importante de las islas-Estado tienen economías muy dependientes del exterior y niveles bajos de desarrollo para incrementar su presencia a través del comercio o de la diplomacia. También sus flotas pesqueras se despliegan en la zona, lo cual no siempre es bien recibido.

En estos días, dos aviones de transporte chinos aterrizaron en Tonga con ayuda humanitaria para enfrentar el desastre originado por la última erupción volcánica. Esto se enmarca en un programa de apoyo al desarrollo del reino, que lleva ya algunos años. Elementos para la agricultura, pesca, educación, salud y protección del medio ambiente se han entregado. La entrega de ocho tractores, junto a computadores y material de enseñanza, fue recibida por el propio primer ministro Hu’akavameiliku. Esta dinámica, continuará en el tiempo, según lo planteado por el embajador chino en el reino.[2]

De esta manera, la competencia de las grandes potencias en la zona se traslada a aquellas áreas en que es posible disputar su influencia y las islas del Pacífico Sur no son la excepción. Además, todos estos Estados-islas, cuentan con representación en las Naciones Unidas y, por lo tanto, se convierten en un voto más en el plenario de la organización.

En segundo lugar, esta área en particular representa una zona estratégica tanto para Australia como para Nueva Zelanda, quienes constituyen referentes de desarrollo para nuestro país, además de convertirse en socios relevantes en ámbitos económicos y de seguridad. Chile, junto a esos dos estados, representan las mayores economías del Pacífico Sur, lo que constituye un desafío y oportunidad. Compartimos valores comunes como el respeto por la libertad, la democracia, el libre comercio, el estado de derecho y los derechos humanos. Somos economías abiertas y con dependencia del comercio exterior y nuestra zona natural de relaciones está marcada por el océano Pacífico.

La importancia del Pacífico Sur para Oceanía es clara y queda de manifiesto al verificar que los primeros países en reaccionar a la erupción volcánica en Tonga fueron Australia y Nueva Zelanda. En ambos casos, en cuanto sucedieron los hechos, se remitieron medios aéreos y marítimos a verificar la situación, establecer enlaces y trasladar ayuda.[3]

 

Qué podemos hacer en la región

La posición de Rapa Nui y los crecientes lazos económicos y políticos con Australia y Nueva Zelanda debieran llevar a Chile a fortalecer su proyección al Pacífico Sur. En este sentido, la participación nacional en foros e instancias regionales es clave para consolidar nuestra posición en esta zona.

La presencia de flotas pesqueras chinas en el Pacífico Sur, incluidas áreas cercanas a las zonas económicas exclusivas representan una amenaza y exige para su control, una adecuada coordinación entre países, sus armadas y fuerzas aéreas. Lo anterior, está definido en diversos acuerdos internacionales y que asignan a nuestro país una serie de obligaciones y responsabilidades en los ámbitos de seguridad marítima y aérea sobre una extensa área del Pacífico.

También es importante tener en cuenta los lazos culturales que existen entre los pueblos originarios de las distintas islas. Chile, Tonga, Nueva Zelanda y otros, son Estados que cuentan con población de origen maorí.

AFP

La reciente incorporación de Chile al Foro de las Islas del Pacífico como “Socio de Diálogo”,[4] representa una buena oportunidad para generar lazos y oportunidades de cooperación. Dentro de esta iniciativa, la coordinación con Australia y Nueva Zelanda es de la mayor importancia.

La preparación para enfrentar desastres naturales representa, por ejemplo, un aspecto de la cooperación en la región al cual Chile puede aportar mucho por sus experiencias con terremotos y tsunamis.

Finalmente, considerando que la mayor parte del comercio de Chile se desplaza por el Pacífico y que los mayores socios son Estados ribereños como Australia, China y EE.UU., una situación de inestabilidad, de crisis de seguridad o un desastre natural mayor puede afectar el tráfico marítimo o los cables submarinos de fibra óptica y, por lo tanto, al país. Es decir, vale la pena preocuparse por Tonga.

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