Operadores políticos fueron designados como embajadores

Artículo
Página Siete, 02.01.2023
Redacción
Mayta, el canciller que no soporta a los funcionarios de “narices respingadas”

Conduce una política exterior ideologizada en favor de Rusia, Nicaragua y Venezuela. En febrero del 2021, destituyó a más del 90% de los funcionarios de carrera.

Rogelio Mayta es un abogado paceño que salió del anonimato al convertirse en el abogado de las víctimas de octubre de 2003, que luego de fracasar en su búsqueda de justicia en Bolivia contra Gonzalo Sánchez de Lozada, llevaron el caso a Estados Unidos con el patrocinio de legisladores de aquel país.

Mayta tuvo un rol protagónico en ese proceso, lo que le abrió las puertas al MAS. En las fallidas elecciones de 2019 fue candidato a senador, pero como quedaron anuladas, no pudo asumir el puesto. Y, durante el gobierno de Luis Arce fue llamado para ser el jefe de la diplomacia boliviana.

Empezó su gestión, como se dice en la jerga popular, con patada voladora. El 23 de febrero de 2021 se supo que había pedido la renuncia del 90% de los funcionarios de carrera del Ministerio de Relaciones Exteriores. Los destituidos de sus cargos señalaron que la acción vulnera la Ley 465, porque no hubo justificación y un debido proceso para alejarlos del servicio exterior.

Mayta acusó a estos exfuncionarios de ser “sumisos” con Estados Unidos e “incapaces” de defender la soberanía de Bolivia. Además, indicó que no cumplían sus labores y sólo se dedicaban a los cócteles.

“Esa gente que reclama ahora, que son los diplomáticos de nariz respingada, que necesitaban ir a los salones a doblar el dedo meñique, que se dedicaban a cócteles, no tuvieron nada de trabajo efectivo para nuestro país”, afirmó la autoridad.

El exfuncionario Javier Vizcarra fue el vocero de los diplomáticos despedidos. Explicó que Mayta discriminó a los funcionarios de carrera y realizó un despido jamás antes visto en la historia de Bolivia, que va en desmedro del servicio exterior.

“Rogelio Mayta tendrá en su hoja de vida la no feliz autoría de haber destruido la diplomacia boliviana, infundado por un afán de racismo y discriminación. El Canciller calificó a los diplomáticos de gente de nariz respingada, no por su fisionomía, sino por discriminación”, enfatizó Vizcarra.

El diplomático afirmó que este tipo de acciones no se llegaron a dar ni en las gestiones de David Choquehuanca, Fernando Huanacuni ni de Diego Pary. “Rogelio Mayta ejecutó una masacre blanca jamás antes vista y que con esto sólo le hizo un flaco favor al gobierno de Arce”, dijo.

 

La política exterior

Al margen de esa polémica, Mayta se afianzó en el cargo con una posición ideologizada de la política exterior, tal como sucedió durante el gobierno de Evo Morales. Se alineó con las izquierdas del mundo, antes que con las potencias que pudieran redituar algún beneficio comercial o económico para el país.

En ese marco, los embajadores bolivianos acreditados en organismos internacionales apoyaron a los regímenes de Nicaragua, Cuba, Venezuela e incluso Rusia, en su invasión a Ucrania. Mayta estuvo ahí para respaldar esas decisiones.

Por ejemplo, luego de que la representación boliviana en la ONU se abstuvo de votar por la resolución que exigía a Rusia que retire sus tropas, el 3 de marzo de 2022, Mayta dijo que el pronunciamiento no iba dar solución al conflicto, sino que iba a meter más “leña al fuego”.

“La resolución que lastimosamente se ha empujado en Naciones Unidas, lo puedo asegurar (...), no va a ayudar a que se resuelva la conflagración. O sea, no porque se la haya aprobado mañana no habrá esa conflagración; no va a ocurrir así, más bien puede ser más leña al fuego”, afirmó.

En mayo, el Gobierno de Estado Unidos dio a conocer que los regímenes de Cuba, Nicaragua y Venezuela no iban a ser invitados a la Cumbre de las Américas, que se efectuó del 6 al 10 de junio, porque no respetan la Carta Democrática de las Américas.

El 10 de junio, Mayta, en el evento, criticó que los tres países no estén presentes.

“Con sus ausencias perdemos todos la oportunidad de discutir y de entendernos por medio de nuestras diferencias. Bolivia reclama respeto y demanda el principio de no intervención en los asuntos internos de los Estados”, agregó.

Rogelio Mayta estudió en la Universidad Mayor de San Andrés y es especialista en derechos humanos. Asesoró a entidades públicas, privadas y organizaciones sociales.

Según su hoja de vida, realizó investigaciones sobre justicia, arbitraje internacional, derecho procesal civil, entre otros temas.

Publicó los libros titulados “Laberinto.bo”, que es un diagnóstico de la justicia en Bolivia, y “Hacer justicia”, que contiene los argumentos de la parte civil en el juicio por la masacre de octubre de 2003.

El jurista estadounidense Thomas Becker, que fue el artífice para que el caso de Sánchez de Lozada fuera llevado a Estados Unidos, calificó a Mayta como “un gran abogado” y, según dijo, es reconocido en el ámbito internacional como experto en derechos humanos.

“Lo conocí en 2005, hace tiempo comenzamos a trabajar juntos en el caso de las víctimas de 2003. Trabajaba en el juicio de responsabilidades en Bolivia y en el caso contra Goni en la Corte de Estados Unidos. Para mí fue un maestro y un abogado ejemplo. Es uno de los abogados más inteligentes que he conocido; tiene una brújula moral fuerte. Su prioridad es el pueblo y la gente con la que trabaja”, aseveró Becker.

En 2019, Mayta fue invitado por el expresidente Evo Morales para ser candidato a senador por La Paz.

Aceptó en una conversación que tuvo con él. Algunos opositores señalaron que Mayta usó a las víctimas de 2003 como bandera para hacerse mediático y saltar a la política.

En entrevista del 2 de agosto, con Página Siete, el entonces candidato a senador destacó los cambios sociales que realizó el gobierno de Evo Morales. Asimismo, indicó que en los comicios de ese año se jugaba la “restauración señorial”.

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