‘La trayectoria ideológica de Bachelet hace muy complejo el apoyo de EEUU en la ONU’

Entrevista (Alfonso Silva N., embajador ® y exsubsecretario de RREE)
Ex Ante, 01.10.2025
Manuel Izquierdo P.

Alfonso Silva, ex subsecretario de Relaciones Exteriores y exembajador en Estados Unidos entre 2018 y 2022, sostiene que, de materializarse la candidatura de Bachelet a la ONU, los apoyos a Chile en organismos internacionales “quedarán bloqueados por muchos años”.

-¿Cómo te parece que se ha manejado la postulación de Michelle Bachelet a la Secretaría General de la ONU?
-Desde el punto de vista interno, si bien el presidente tiene la facultad constitucional de manejar las relaciones exteriores, una candidatura de esta naturaleza, probablemente la más importante a la que está postulando Chile, debería haberse sociabilizado con las comisiones de Relaciones Exteriores del Congreso, con algunos dirigentes, con los candidatos presidenciales, porque la postulación se va a manifestar en el periodo presidencial que viene.

El canciller dice que “sondeó” … quizás sondeó oblicuamente a un grupo de personas cercanas a la Cancillería. Pero para que esta candidatura signifique realmente una política de Estado tendría que haberse sociabilizado previamente.

-¿Tenía margen el presidente Boric para moverse solo en este caso?
-El presidente actuó solo porque es su decisión, y la facultad la tiene. El punto es si quiere que esto tenga éxito o no, si quiere que todos los sectores políticos estén detrás de ella, o no. Esto no tiene nada que ver con la persona de la candidata. Tengo la mejor opinión de la presidenta Bachelet, y la aprecio. Pero es una candidatura muy compleja, que requiere un tremendo esfuerzo político y económico.

-¿En qué se concreta este respaldo del Estado?
-En que todos los sectores políticos estén de acuerdo. Pero, además, esto requiere un análisis previo, donde se analice cuál es la viabilidad de esa postulación, que es tremendamente compleja de obtener. La postulación de José Miguel Insulza a la OEA costó una enormidad. Hubo votos para los dos candidatos, Insulza y el mexicano, que se repitieron varias veces sin que pudiera decidirse la candidatura. Si esa fue muy difícil, imagínese lo difícil que es la candidatura a la ONU.

-¿Cuánto costaría una candidatura de estas características?
-Existe una oficina de candidaturas en Cancillería, pero esta postulación va a requerir un esfuerzo mucho mayor. Implicará tener personas en Nueva York, Ginebra y Chile dedicadas al lobby con los países. Hay que preparar un programa, que se presentará al Consejo de Seguridad. Además, hay que ofrecer eventos dentro de la Asamblea General. El costo supera el millón de dólares.

-Usted ha afirmado que una postulación de Chile a la Secretaría General de la ONU complica los apoyos para otras candidaturas internacionales…
-Esto es más grave que lo económico. Hay que pensar en las consecuencias de que Chile comprometa los apoyos recíprocos por varios años y corra el riesgo de quedar fuera de otras instancias internacionales que son de mucho interés y en las que hemos estado mucho tiempo, como la Organización Marítima Internacional, la OIT, o el Consejo de Derechos Humanos.

Cuando usted tiene una candidatura que es mundial, tiene que conversar con todos los países, y todos van a pedir un apoyo recíproco. Los apoyos a Chile quedarán bloqueados por muchos años si se levanta esta postulación.

-¿Es viable la candidatura de Bachelet?
-No tiene el consenso de América Latina y el Caribe, y será muy difícil que lo obtenga, porque ya hay varios candidatos de la región. El argentino Rafael Grossi, Mia Mottley de Barbados, Rebeca Grynspan de Costa Rica. Bachelet tiene una competencia compleja.

-El consenso regional, de hecho, fue uno de los requisitos que Xi Jinping puso para respaldarla…
-No va a ser fácil el apoyo de China si no existe ese respaldo consensuado de la región, que lo dudo. No veo al candidato argentino bajándose para que la candidata sea la presidenta Bachelet. No estoy seguro si Grynspan se va a bajar.

Además, se dice que a América Latina le corresponde la Secretaría General. No estoy tan seguro de que sea así. Europa del Este nunca ha tenido secretario general y, de concretarse, la búlgara Kristalina Georgieva sería una candidata formidable.

-Uno de esos desafíos será el Consejo de Seguridad, que visa los candidatos que pasan a la asamblea general.
-Butros Butros-Ghali, para su segundo periodo, fue vetado por Estados Unidos. El veto existe, y lo ha aplicado precisamente Estados Unidos. Hay un desafío respecto a los miembros del Consejo de Seguridad. Algunos de ellos van a ver con mucho detalle la candidatura de Bachelet. No por lo que ella es, sino porque representa a un gobierno que ha sido muy crítico de miembros del Consejo.

-En un posible veto de Estados Unidos, ¿pesa más la militancia socialista de Bachelet o la postura crítica de Boric ante la administración Trump?
-Si miro la posición ideológica de Estados Unidos y la del Gobierno de Chile y la candidata, creo que Estados Unidos es un desafío que va a ser muy difícil de superar. Pero probablemente en el momento actual, complican más las declaraciones del presidente Boric.

Si hay un cambio de gobierno, aunque el signo ideológico sea distinto al actual, la trayectoria ideológica de Bachelet frente a la postura de la administración norteamericana hace que sea muy complejo el apoyo de Estados Unidos.

-La candidatura de Bachelet ha vuelto a poner sobre el tapete la fallida postulación de Claudio Grossman a la Corte Internacional de Justicia.
-Esa candidatura no tenía grandes obstáculos, y Brasil ni siquiera había presentado a su candidato. Ellos esperaron que Chile no le diera el apoyo a Claudio Grossman para anunciar su candidatura. Brasil tenía el convencimiento de que la de Grossman era muy potente, tenía todas las posibilidades de ganarse. Pero el Gobierno estimó, con argumentos completamente espurios, que esto tenía un costo financiero y político muy alto. La de Bachelet tiene costos aún más altos.

Es muy cierto que tener un secretario general chileno sería de gran relevancia para la imagen del país, pero desde el punto de vista del interés nacional era mucho más relevante tener un juez en la Corte Internacional de Justicia.

-¿La oposición podría cobrarle la cuenta al Gobierno a partir de ese caso?
-La oposición tiene que entender que esto no es un juego de revancha. Lo que tiene que hacer, si llega a ser Gobierno, es sentarse, conversar esta materia y analizar con mucho detalle si la candidatura es viable. Y si no es, obviamente tener el coraje de señalárselo a la opinión pública.

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