Columna El Líbero, 02.08.2025 Fernando Schmidt Ariztía, embajador ® y exsubsecretario de RREE
En dos semanas se celebrarán en Bolivia elecciones generales. Se escogerá un nuevo presidente y vicepresidente, 130 diputados y 36 senadores por un periodo de cinco años que parte el 8 de noviembre. El sondeo de la empresa Ipsos Ciesmori, publicado el miércoles, le da a Samuel Doria-Medina, de Unidad, un 21,5% de las preferencias (18,7% a mediados de julio); al expresidente Jorge Quiroga, de Libertad y Democracia, un 19,6% (18,1%); a Manfred Reyes-Villa, de APB-Súmate, un 8,3% (8,2%) y a Andrónico Rodríguez, de Alianza Popular, un 6,1% (11,8%). Los otros candidatos, reunidos, no suman un 11%. No obstante, los indecisos, o quienes votan blanco o nulo representan un 8,1%, 13,6% y 12,4%, respectivamente.
Es decir, tres candidatos de centro y centroderecha tienen las mejores posibilidades de pasar a una segunda vuelta, que se realizaría el 19 de octubre, pocas semanas antes del traspaso del poder. No obstante, en Bolivia dos semanas pueden ser mucho tiempo.
Somos países limítrofes y tenemos una relación complementaria en muchos aspectos, pero conocemos poco de esta campaña, crucial para nosotros. Por eso, aquí va una selección de temas que pueden incidir en Chile, sacados de los programas de los candidatos con mayores posibilidades.
Samuel Doria-Medina, exministro y empresario con vínculos en la Internacional Socialista encabeza los sondeos. No menciona el tema marítimo y propone:
- Una nueva política exterior que integre Bolivia al mundo lejos de alineamientos ideológicos, alianzas coyunturales, “defensora del derecho internacional” y basada en valores como democracia, paz y derechos humanos. Esto implica restablecer relaciones con Estados Unidos; definir una vinculación con los BRICS, Venezuela y Cuba desde los principios mencionados, y rechazar la instrumentalización de los organismos internacionales.
- Que la política exterior esté orientada a superar la crisis económica; promover la “transformación productiva” (desarrollo tecnológico, digital y productivo, apoyo a emprendedores en su internacionalización) y consolidar una “revolución exportadora” (apertura sostenida de mercados, vínculos con economías emergentes, acuerdos comerciales).
- Cooperación con países vecinos para combatir el contrabando, el narcotráfico, la trata de personas y el deterioro ambiental a través de mecanismos eficaces y sostenibles. Esto incluye controles de exportación de madera boliviana certificada, por puertos chilenos.
- El fortalecimiento de la Cancillería como órgano estratégico del Estado, dotándola de una instancia público-privada especializada en la promoción de exportaciones, atracción de inversiones y posicionamiento internacional de Bolivia. Esta Cancillería reorganizaría las misiones bolivianas con un enfoque turístico estratégico y establecería un sistema de e-visas para promover esa actividad.
- Institucionalización de la carrera diplomática, con mecanismos de ingreso y promoción basados en mérito; formación adecuada para contar con un cuerpo altamente capacitado.
- Desarrollo de medidas económicas liberales como reducción de impuestos, ajuste fiscal, eliminación de subsidios, liberalización del sector energético, modernización institucional, reforma judicial, transparencia.
- Mayor federalismo y descentralización del Estado, que facilitaría la constitución de ejes transversales regionales entre regiones del norte de Chile y departamentos bolivianos. A ello, se agregan políticas de cooperación fronteriza hacia municipios descuidados por la capital y alianzas público‑privadas para proyectos de infraestructura en regiones fronterizas donde el Estado no puede financiar o gestionar obras mayores.
La candidatura del expresidente Jorge (“Tuto”) Quiroga, que aparece en segundo lugar, tampoco menciona el tema marítimo. Destaca, sin embargo, otros temas de interés para nosotros:
- En relaciones exteriores, enfatiza la cooperación regional y la reintegración internacional, antes que confrontaciones diplomáticas pasadas. Dice que el país debe defender la democracia, la libertad y los derechos humanos en todos los foros internacionales; ser un ejemplo de respeto de estos, y alejarse de las dictaduras de Cuba, Nicaragua y Venezuela…
- Quiere reestructurar la Cancillería, lo que implica nombrar funcionarios por mérito; relanzar la Academia Diplomática; incluir la promoción de exportaciones, atracción de turismo, de inversiones y la búsqueda de acuerdos comerciales; que embajadas y consulados, tengan un rol importante en cuanto a temas migratorios, protección de los bolivianos en el exterior, y modernizar sus funciones para hacerlas acordes con su labor promocional.
- Busca la liberación de entre US$ 2 y 4 mil millones del FMI como fondos de libre disposición para una reestructuración macroeconómica, y conseguir recursos de organismos como el Fondo Latino Americano de Reserva (FLAR), Banco Mundial, BID y CAF, entre US$ 3 y 6 mil millones adicionales. Las gestiones requerirán el debido apoyo regional.
- La ubicación geográfica boliviana en América del Sur, señala, es un nodo logístico de integración entre el Atlántico y el Pacífico por sus gasoductos, líneas eléctricas, fibra óptica, ferrocarriles y aeropuertos. Se debe revitalizar el Corredor Bioceánico para conectar Brasil con los puertos del norte de Chile, lo que implicará una alianza estratégica con nosotros y la intensificación en el uso de nuestras instalaciones portuarias.
- Propone negociar acuerdos de libre comercio con distintos países y regiones para la inserción económica en el mundo, a semejanza de Chile y Perú, y distanciarse de Mercosur.
- Revisará la Política Energética y de Hidrocarburos para la reactivación de la industria del gas mediante incentivos a la inversión y cambios normativos; que Chile pueda convertirse en un mercado secundario (después de Brasil y Argentina) o socio energético si se desarrollan interconexiones eléctricas o acuerdos para abastecimiento de combustibles. Entre estos, destaca la importación de crudo para las refinerías utilizando la logística del oleoducto Arica-Sica Sica, realizando las inversiones necesarias. Igualmente, busca inversión local e internacional para que las energías renovables representen un 50% de la generación, descomprimiendo las presiones sobre el gas, para promover su exportación.
- Pretende competir con Argentina y nosotros en litio a base de seguridad jurídica, agua, energía y zonas francas para la producción de baterías. Esto implica invitar a empresas con experiencia (las que operan en Chile) y abrirse a la cooperación o competencia en cadenas de valor.
- Quiere asumir los compromisos internacionales para combatir el crimen internacional sin pérdida de soberanía. Implica la cooperación para combatir este flagelo junto a países vecinos.
- Estimulará una política de cielos abiertos; eliminación de visados; fortalecimiento de la marca país, para fomentar el turismo y circuitos integrados, sobre todo en regiones fronterizas.
En tercer lugar, figura Manfred Reyes-Villa, ex militar y actual alcalde de Cochabamba. Su programa liberal tiene muchas similitudes con los anteriores. Como estos, no aborda el tema marítimo. En cambio:
- La Cancillería debe estar a cargo de un servicio exterior profesional, coordinado con la economía naranja (industria creativa, patrimonio, identidad, arte, gastronomía) y verde (ecoturismo, gestión ambiental, energías renovables), y ser capaz de atraer inversiones, impulsar exportaciones y promover el programa “Bolivia Abierta” que incluya acuerdos de cooperación con aerolíneas para establecer vuelos directos, cielos abiertos, reducción de barreras de acceso. Las embajadas deben ser los instrumentos para estos fines.
- La política exterior se caracterizará por el no alineamiento, el regionalismo abierto y la “paradiplomacia” (traspaso a los Departamentos de competencias de comercio internacional). Habrá un nuevo marco jurídico que coordine el nivel central y la autonomía departamental. Esto nos ofrece más posibilidades para desarrollar ejes transversales en la relación bilateral.
- También plantea políticas públicas de corte liberal para atraer inversión, incrementar la producción, agregar valor a productos como el litio o modernización del Estado. Algunas coinciden con Chile.
Por último, el joven exdirigente cocalero de Cochabamba y actual presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, representa las ideas de izquierda que han gobernado Bolivia en los últimos 20 años. Figura hoy en cuarto lugar en intención de voto. En su programa se encuentra la reivindicación del tema marítimo y su multilateralización; la diplomacia de los pueblos; el nacionalismo económico; control estatal de la economía o el énfasis en los organismos regionales como CELAC.
En resumen, si nada se interpone, lo más probable es que Bolivia sea gobernada por ideas liberales dejando atrás 20 años de intervención estatal. La profundidad de su crisis ofrece una mirada más constructiva hacia Chile, tanto desde el centro del poder como de su realidad departamental, que ofrece la creación de vínculos transversales con el norte chileno. Si estas mismas ideas llegan a La Moneda en marzo de 2026, no podemos desaprovechar la oportunidad de crear con Bolivia una relación mucho más complementaria y crear confianzas que perduren en el tiempo.