Cuando el odio erosiona la convivencia democrática

Carta
La Tercera, 16.12.2025
Peleg Lewi, embajador de Israel en Chile

Mientras en Chile una vez más la democracia salía fortalecida de un proceso electoral ejemplar, en Australia la convivencia democrática sufría un golpe doloroso, justo cuando la comunidad judía celebraba la fiesta de las luces y renovaba su compromiso con valores como pluralismo, libertad y tolerancia.

El atentado antisemita registrado el domingo en Bondi Beach, Sidney, dejó imágenes horribles. Ninguna palabra alcanza para expresar la solidaridad que merecen las víctimas y el repudio absoluto que exige este tipo de violencia.

Pero este ataque no ocurre en el vacío. La Agencia Europea de Derechos Fundamentales reporta un crecimiento del antisemitismo superior al 400% desde octubre de 2023, y en el caso específico de Australia el antisemitismo ha crecido más de 300%.

Chile no es la excepción en este panorama. Recordemos las manifestaciones antisemitas en Pucón, los incidentes durante el Mundial de Ciclismo en Peñalolén y diversas acciones de cancelación ideológica-religiosa.

Lamentablemente, estamos ante un fenómeno global que crece y se normaliza, pero que requiere una respuesta contundente: ninguna sociedad democrática puede tolerar que se ataque a ciudadanos por su identidad.

Del mismo modo que no toleramos el racismo, la xenofobia o la persecución a minorías sexuales, el antisemitismo no puede tener cabida en nuestras comunidades. Este no es “un problema judío”, es un problema de todos, porque cuando permitimos que el odio florezca contra un grupo, erosionamos los cimientos de la convivencia democrática.

Janucá celebra la luz que vence a la oscuridad. Nuestra respuesta al odio debe ser luminosa: claridad moral, firmeza institucional, y la convicción inquebrantable de que ningún ciudadano debería temer por su vida al celebrar su identidad.

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