Carta El Mercurio, 29.10.2017 Jaime Lagos Erazo, embajador (r)
Con su habitual ligereza, el gobierno boliviano, como informa "El Mercurio" en su edición del 22 de octubre, ha difundido, con fines publicitarios, un nuevo libro contra Chile, que se intitula "250 agresiones de Chile a Bolivia por la cuestión marítima". Este "libro" debiera ser el complemento del anterior "Libro del Mar".
En esta nueva publicación, de aproximadamente 350 páginas, se hace una reseña de las supuestas "agresiones" de las que Bolivia habría sido objeto por parte de nuestro país entre 1825 y 2017. Estas llamadas agresiones son de variada índole: chantajes, burlas, agresiones económicas, invasión territorial, incumplimiento de obligaciones internacionales, detención de ciudadanos bolivianos que traspasaron la frontera, hasta la presentación de notas diplomáticas chilenas reclamando actuaciones del país vecino. Se añaden pretendidas declaraciones hostiles de personeros nacionales, como las del canciller Muñoz y del diputado Jorge Tarud, a quienes se califica de "balmacedistas". Sobre el primero, también se acota que está "embelesado por el poder". Y así continúa este relato plagado de infundios y tergiversaciones históricas.
Por cierto, nada de lo que se acusa a Chile tiene el carácter de una "agresión", conforme al Derecho Internacional, para el cual "la agresión es el uso de la fuerza armada por un Estado contra la soberanía, la integridad territorial o la independencia política de otro Estado, o en cualquier otra forma incompatible con la Carta de las Naciones Unidas".
Sin embargo, lo único sorprendente es que en dicho panfleto se reconozca lo que Chile ha argumentado sostenidamente, en el sentido de que el Tratado de 1904 fue firmado "en perfecto acuerdo con Bolivia" y que su "asamblea nacional le otorgó mayoría". Reconocimiento tardío y que le será costoso en el juicio en La Haya, aún cuando después se diga la falsedad de que ello fue fruto de una "tramoya de acciones que atemorizó a la población, de suerte que no podría después decirse que constituiría la voluntad expresa".