Reportaje BioBio Chile, 05.04.2025 Jean Valencia
En la última semana el nombre de Narendra Modi ha salido a la palestra tras la visita del presidente de Chile, Gabriel Boric, a la India. Se trata del primer ministro indio, importante líder mundial y uno de los más populares que ha sido elogiado por el mandatario chileno.
Para Boric:
“Modi tiene hoy en día un estatus raro que le permite hablar con todos los líderes del mundo: el señor Putin, el señor Trump, el señor Zelenski, así como con la Unión Europea y los líderes latinoamericanos en los BRICS o Irán”.
“Eso es algo que ningún otro líder puede hacer ahora. Usted (primer ministro Modi) es un actor clave en el escenario geopolítico actual”, resaltó el presidente de Chile. Estas palabras no son vacías. Si de popularidad se trata, en Instagram lo siguen más de 92,5 millones de usuarios, lo que -según la BBC– lo posicionaría como el político con más seguidores en esa red social a nivel mundial, mientras que en X cuenta con unos 107,4 ‘followers’. Pero no sólo eso. En su país cuenta con una aprobación del 76%, convirtiéndose además en una figura icónica del nacionalismo.
Narendra Modi ha encaminado a la India a ser la tercera economía mundial
Actualmente se encuentra ejerciendo su tercer mandato consecutivo como primer ministro de la India, y a lo largo de su trayectoria el país ha logrado estar en camino a consolidarse como la tercera economía mundial antes de 2030, según las últimas proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI). Es decir, superando en este período a Japón y Alemania.
De mantenerse el actual ritmo de crecimiento, los datos del FMI indican que el Producto Interior Bruto (PIB) de la India alcanzará los 5,9 billones de dólares en 2027.
Con esta cifra, superará los 5,7 billones de dólares previstos para Japón y los 5,6 billones para Alemania, escalando así posiciones en el ranking económico global.
El ministro de Comercio e Industria de la India, Piyush Goyal, destacó este logro que, a su juicio, ocurre “bajo el liderazgo del primer ministro Narendra Modi”.
La carrera de Narendra Modi
A lo largo de su vida, su ascenso político se ha visto manchado por acusaciones de haber incentivado los peores disturbios religiosos de este siglo en India y su gestión ha coincidido con la creciente hostilidad hacia los musulmanes y otras minorías. Pese a ello, el líder de 73 años figura consistentemente como uno de los gobernantes más populares del mundo.
Sus seguidores celebran su imagen de hombre duro, la cual se ha reforzado por su perfil de defensor de la fe mayoritaria de India y los mitos que exaltan su origen humilde. “No me quieren por mis orígenes humildes”, decía en los mítines previos a la última elección de junio de 2024, en una crítica a sus rivales.
Hijo de un vendedor de té y alumno promedio
Modi nació en 1950 en el estado occidental de Gujarat, el tercero de seis hermanos cuyo padre vendía té en las estaciones ferroviarias, consigna RFI.
Era un alumno promedio, pero su capacidad oratoria comenzó a sobresalir como miembro del club de debate de su escuela y su participación en presentaciones teatrales.
Su destino político quedó marcado a los ocho años cuando se unió al Rashtriya Swayamsevak Sangh (RSS), un grupo nacionalista hindú de línea dura. Allí Modi se dedicó a la promoción de la supremacía hindú en una India secular. Con esto, llegó a abandonar un matrimonio arreglado poco después de casarse a los 18 años. Permanecer con su esposa, de quien no se divorció oficialmente, habría frenado su avance en las filas del RSS, que requiere el celibato de sus dirigentes.
La alianza liderada por la formación de Modi, el Partido Bharatiya Janata (BJP), obtuvo la mayoría en el Parlamento en las elecciones legislativas en junio del año pasado, según datos divulgados por la Comisión Electoral.
Disturbios mortales salpicaron a Narendra Modi
El RSS preparó a Modi para una carrera en su ala política, el BJP. Fue nombrado ministro jefe de Gujarat en 2001. Al año siguiente, el estado fue sacudido por disturbios sectarios provocados por un incendio que mató a decenas de peregrinos hindúes. Al menos 1.000 personas murieron en la violencia posterior, siendo los musulmanes las principales víctimas.
Modi fue acusado de ayudar a provocar los disturbios y de no ordenar una intervención policial.
Una investigación del máximo tribunal indio determinó que no había evidencia para imputar a Modi. Sin embargo, durante años fue impedido de ingresar a Estados Unidos y Reino Unido. No obstante, su popularidad no paró de crecer en India.
Forjó la reputación de ser un dirigente dispuesto a defender los intereses de los hindúes, que en su criterio eran marginados por las fuerzas seculares que gobernaron el país en forma casi continua desde su independencia de Reino Unido.
Un aliado para contrarrestar a China
Accedió al cargo de primer ministro en mayo de 2014. Desde entonces sus críticos alertan de la persecución de los rivales políticos de Modi y del control de una prensa otrora vibrante.
Al mismo tiempo, la comunidad musulmana de más de 200 millones teme por su futuro.
Tras su ascenso al poder, India vivió una oleada de linchamientos de musulmanes por la matanza de vacas, un animal sagrado en la tradición hindú.
Pero los países occidentales hicieron a un lado sus preocupaciones para cultivar a un aliado regional capaz de contrarrestar a China.
En 2023, Modi habló ante una sesión conjunta del Congreso estadounidense y el presidente Joe Biden lo recibió en una visita de estado en la Casa Blanca.
Él se atribuye el creciente peso diplomático y económico de India, y dijo que bajo su mando el país se convirtió en un “vishwaguru” (un maestro para el mundo).
La “nueva historia” de India, asumiendo su lugar en el mundo
Ha afirmado que India está asumiendo el lugar que le corresponde en el mundo, después de estar sometido por el imperio mogol musulmán y luego por la colonización británica.
Su proyecto transformador tuvo un hito en enero del año pasado, cuando Modi presidió la inauguración de un templo hindú en la localidad de Ayodhya, construido en un terreno donde existió durante siglos una mezquita musulmana mogol, destruida en 1992 por fanáticos hindúes.
Modi afirmó en la ceremonia que el templo demuestra que India está superando “la mentalidad de esclavo”. “La nación está creando el génesis de una nueva historia”, sostuvo.