Columna Blog-de-Máximo, 15.08.2017 (Máximo)
Trump está hablando demasiado, como siempre. Sería bueno que dedicara su tiempo muerto a palabrearse con el demente de Corea del Norte. Al Mono II que lo deje tranquilo, que no le tire salvavidas anunciando invasiones ni nada por el estilo. A todos los latinoamericanos nos interesa que Venezuela se desmorone de a poco, que la crisis sea colosal, que la hambruna campee y que la guerra civil sea una realidad. Es eso o la validación del régimen marxista.
¿Qué yo soy muy duro y desalmado? Por ningún motivo. Los venezolanos eligieron su camino, no fui yo, y lo eligieron a cambio de recibir cosas gratis, por lo tanto ellos deben salir solos de él. Es más, el escenario que presento es ineludible, ya sea Maduro quien se quede en el poder, o quien sea que lo reemplace e instaure la dictadura marxista, o que sea derrocado por otro dictador. Ya es tarde para “planes B”. No todos pueden tener la suerte de Chile el ´73.
Sacar a Maduro por la fuerza sería colocar la primera piedra del mártir que murió por su pueblo ¡Basta de farsas como Allende! ¡Basta de victimizaciones y mentiras tipo femicidio bacheletista! Esta vez Venezuela debe servir de ejemplo a todos los vividores e igualitaristas que sueñan con el paraíso terrenal.
La guerra fría terminó. Los golpes de estado ya no están de moda, ni a USA ni a Rusia les interesan. Digamos que “estamos en otra”.
El supuesto dialogo es una ilusión y valioso tiempo para Maduro y su horda. La oposición venezolana no tiene peso, ni ideas, ni coraje. Las FF.AA. son parte del gobierno, la corrupción y el narcotráfico, por ende del problema. Los países sudamericanos, por convicción o conveniencia, apoyan o soportan al gobierno venezolano.
No existe solución posible. Solo el caos total puede servir como ejemplo y salvar al resto de los países del vecindario. Venezuela ya está perdida, solo nos queda esperar que el mal no se expanda y contamine al resto.