A 111 años del Tratado de 1904 (la historia según Bolivia)

Columna
Página Siete, 21.10.2015
Marco Antonio Barroso Mendizábal, abogado, diplomático y catedrático

Consumada la ocupación del departamento del Litoral de Bolivia, Chile entendió que la única forma de conseguir la paz era someterla y asfixiarla. La suscripción de Pacto de Tregua, del 4 de abril de 1884, significó una etapa de angustia y de gran peligro.

El historiador chileno Gonzalo Bulnes en su obra Historia de la Guerra del Pacífico, refiere que el presidente de Chile, Santa María, daba toda la importancia que tenía a la ocupación militar de la línea Mollendo - Arequipa, la cual la hizo extender a Puno, bajo las órdenes del coronel Diego Almeida, manifestando que con ello "está resuelta la paz con Perú y Bolivia” y que están registradas en la carta que dirigió a Patricio Lynch, el 14 de noviembre de 1883, expresando que "así mantendremos en jaque a Bolivia”.

Durante el período 1884 - 1904 reinó el régimen de servidumbre de Bolivia hacia Chile, en el que las rentas aduaneras bolivianas dependían de Chile y de su política respecto a las rentas percibidas en Arica. La controvertida firma del Tratado de Paz, Amistad y Comercio del 20 de octubre de 1904 estuvo precedida de una serie de dificultades: las presiones del gobierno de Santiago, iniciadas por la nota ultimátum de Abraham Koning, el 13 de agosto de 1900, que desembocaron en las negociaciones entre Gutiérrez y el canciller chileno Bello Codecido.

El gobierno liberal boliviano quería terminar con el "dogal aduanero”, por el cual Chile retenía el Litoral y se beneficiaba de sus riquezas, además de una parte de las rentas recaudadas en aduanas. Pensaba que de ese modo, y por medio de ferrocarriles conectados con el exterior, podría comenzar a resurgir el país, maniatado todavía por el pacto de tregua y detenido en todas las posibilidades de su desenvolvimiento.

Los opositores bolivianos a la suscripción del Tratado de 1904 pensaban en el futuro del desarrollo nacional, no lo vislumbraban venturoso, ni libre, Bolivia sería siempre dependiente de Chile, el "más libre tránsito” no sería suficiente para dinamizar el comercio ni su economía.

La visita a Chile del agente peruano Lemke, con cartas credenciales secretas para solucionar el problema de Tacna y Arica, fue aprovechada con la publicación de las mismas en la prensa con la intención de darle celeridad a la firma del Tratado de 1904; la política de "Chilenización” de Tacna y Arica, la fuerte migración de mano de obra, construcción de cuarteles en las fronteras; los constantes pedidos de Germán Riesco, presidente chileno al Ministro de Guerra, de preparar al Ejército y armamento para  encarar una nueva guerra y los pagos de indemnización a empresas de Coro Coro y Huanchaca de capitales bolivianos, estuvieron orientados a acelerar la firma del tratado, ejerciendo una presión moral en sus empresarios para apoyar su firma, igual que la petición de solucionar problemas en la frontera Antofagasta - Lípez y el proyecto de declarar a Arica "Puerto Libre”.

El repudio fue generalizado en la población boliviana al conocer el contenido del Tratado que Chile proponía al Gobierno liberal de Bolivia a principios del siglo XX. Los sobrevivientes de las batallas del Alto de la Alianza, Tarapacá y Tambillo fueron perseguidos y encarcelados.

En esas penosas condiciones fue suscrito el ominoso Tratado de 1904. Transcurrieron 111 años de su suscripción, Bolivia permanece privada de su cualidad marítima y es perjudicada por los innumerables incumplimientos abusivos de Chile.

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