Editorial El Mercurio, 27.11.2017
Parece un plazo largo, pero no lo es para organizar este evento, por lo que la campaña de Valparaíso por ser sede no es prematura
Faltan dos años para la realización en Chile de la reunión del foro APEC 2019, y aunque parece un plazo muy largo, cuando se trata de organizar un evento internacional de esta magnitud el tiempo siempre es escaso, por lo que la campaña de Valparaíso por ser una sede de importancia no es prematura. Todo debe salir perfecto. El APEC es un esquema vital para las relaciones internacionales chilenas, una vitrina a la región del Asia-Pacífico, a las otras 20 economías que conforman este grupo heterogéneo, con el interés común de desarrollar el intercambio comercial en beneficio mutuo.
La Cancillería chilena, y en particular la secretaría ejecutiva de APEC Chile 2019, tiene un enorme desafío, que es organizar las más de doscientas reuniones que tendrán lugar durante un año, con todos los preparativos logísticos y de seguridad, para culminar con la Cumbre de Líderes, que se realizará en noviembre de 2019. Chile debe presidir los 81 grupos de trabajo que preparan el encuentro, porque como país anfitrión tendrá injerencia en la agenda de discusiones, y esa pauta, en la declaración final.
La labor que se ha estado haciendo durante estos últimos meses tendrá que ser traspasada al próximo gobierno. Como ex diplomático y ex representante de un banco internacional en Hong Kong, Mario Artaza ha asumido el reto con seriedad, y utiliza su experiencia en la región para organizar y coordinar el trabajo indispensable para que la cumbre sea un éxito. Su labor debiera continuarse en el nuevo gobierno, el que obviamente intentará imprimir su sello propio a tan importante encuentro internacional.
Santiago será la sede de la Cumbre de Líderes, pero los organizadores tratan de que otras reuniones se hagan en regiones, para "aprovechar la diversidad geográfica del país y potenciar los objetivos temáticos", y parece lógico que en ese escenario Valparaíso juegue un papel central. Se estima que a la cumbre de noviembre lleguen unas 10.000 personas, entre autoridades, equipos de seguridad y de prensa, y otro tanto a lo largo del año, para asistir a las distintas reuniones, talleres y seminarios relacionados.
El APEC se creó en 1989 con la participación de diez países, hoy ya son 21 "economías" (China no acepta a Taiwán como un país), las que integran el foro en igualdad de condiciones, a pesar de las grandes diferencias que existen entre los miembros. Chile, una economía en desarrollo, puede interactuar con total libertad con los grandes, como Estados Unidos y China, y buscar ahí el máximo de acuerdos para promover sus intereses. Cerca del 60% del intercambio comercial de Chile se da con las economías de esa región, el que crece anualmente cerca del 10 por ciento, según estimaciones; por eso, el foro empresarial de APEC tiene también tanta relevancia.
