El complejo legado de Boris Johnson

Columna
La Tercera, 08.07.2022
Alberto Rojas M., director del Observatorio de Asuntos Internacionales (U. Finis Terrae)

Ya está en marcha el proceso para que el Partido Conservador elija al sucesor o sucesora de Boris Johnson, quien dimitió tras el escándalo del “partygate”, la derrota conservadora en las elecciones locales de mayo pasado, y la renuncia masiva de ministros y funcionarios de su gobierno, entre otros episodios. Eso, sin mencionar las críticas a su errática y tardía estrategia para enfrentar la pandemia.

El punto es que quien ocupe la jefatura de gobierno, tendrá que lidiar con el “legado de Boris Johnson”, así como enfrentar complejos y urgentes desafíos.

Johnson dijo que esperaba permanecer en el cargo hasta octubre próximo, cuando el partido se reúna para su conferencia anual. Sin embargo, mientras más tiempo él permanezca en la residencia de Downing Street 10, más aumentará el desgaste de los tories y el rechazo de la ciudadanía. Algo que los conservadores, que llevan doce años en el gobierno, no desean que se profundice.

Quien reemplace a Johnson deberá hacer un arduo trabajo para mejorar la gestión y, sobre todo, la imagen del gobierno conservador. Pero también tendrá que lidiar con problemas urgentes, como frenar una inflación que ya cruzó la barrera del 9,1% (la más alta en cuatro décadas) y un anunciado aumento de los precios de la energía que podría alcanzar al 11% en octubre.

Asimismo, el Reino Unido continúa lidiando con los coletazos del Brexit, como la situación de la frontera que separa Irlanda del Norte de la República de Irlanda.

Y a lo anterior también se suma la intención de la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, de realizar un referéndum en octubre de 2023 para decidir si continúan formando parte del Reino Unido. Una propuesta que Johnson rechazó esta misma semana, pero que podría reactivarse tras su salida del cargo. Sobre todo, luego que Sturgeon afirmara que “Escocia tendrá la oportunidad de elegir la independencia”, si no en ese referéndum, “a través de unas elecciones generales” plebiscitarias.

Es probable que Boris Johnson esperara figurar en los libros de historia como “el primer ministro del Brexit”, pero lo cierto es que sus errores y escándalos han acabado eclipsando su papel en el episodio más controvertido de los últimos años en el Reino Unido. Un legado difícil de rescatar.

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