‘El día que Bolivia llegue al Pacífico los beneficios serán infinitos’

Entrevista [Daniel Parodi, historiador peruano]
La Razón, 30.10.2016
Mauricio Quiroz

El experto peruano en la Guerra del Pacífico, las relaciones peruano-chilenas y la historia de la República del Perú, habló con La Razón sobre el actual proceso de diálogo entre Bolivia y Perú a merced del segundo gabinete binacional. Además, recordó la existencia de un proyecto ferroviario peruano que fue planteado antes de la vigencia del Tratado de 1904, firmado entre Bolivia y Chile.

Bolivia y Perú han abierto un periodo de conversaciones, uno de los más intensos de su historia contemporánea. ¿Cómo evalúa este proceso de diálogo? ¿Qué otros procesos de diálogo entre Bolivia y Perú, registrados a lo largo de la historia, se podrían destacar?
— Desde una mirada histórica, Perú y Bolivia no debieron separarse nunca, nuestra fragmentación en dos países fue antinatural, por decirlo de algún modo.
Si me preguntas por procesos de diálogo previos, tendría que hablar incluso del periodo preincaico de Tiwanaku y Wari, de la relación de los Incas con los Lupaca, de la era colonial en la que formamos parte del mismo virreinato, cuya economía la movía la plata potosina, para cerrar con el proyecto confederado de Santa Cruz que lamentablemente no se concretó. Y todo esto sin mencionar la unidad geográfica, cultural, lingüística y comercial. Creo que pocos países están tan cerca el uno y el otro. Venimos a ser como Austria y Alemania en Europa, para citar un ejemplo.

— ¿Por qué los países sudamericanos no pudieron hacer un tren bioceánico hasta ahora? ¿Perú y Bolivia ya tenían un proyecto anterior a 1904?

— En el siglo XIX, si bien imperaba el capitalismo, no teníamos una globalización tan extendida como ahora ni teníamos a la China y los tigres del Asia en plena revolución industrial al otro lado del Pacífico. Lo revolucionario en esa época, lo que unió a aquel con su par Atlántico, fue el canal de Panamá inaugurado en 1915.

Lo que entonces sí existió fue el intento de facilitar la salida del comercio boliviano y sur-peruano al Pacífico a través del ferrocarril Puno-Arequipa-Mollendo inaugurado en 1876.  Las mercaderías bolivianas solo debían llegar a la ciudad lacustre pasando el lago Titicaca por Puerto Pérez. Recordemos que hasta entonces dicho comercio utilizaba la antigua ruta colonial por Arica y se transportaba en recuas de mulas, lo que hacía que se requiriese varios días de camino para alcanzar las costas del mar. Volviendo al presente, ya con la economía del mundo completamente integrada, es que surge el proyecto de unir ambos océanos atravesando Sudamérica, lo que implica unir Brasil, Bolivia y Perú y favorecer conexiones comerciales con Ururguay, Paraguay y Argentina. Me parece que lo más coherente es que ese tren salga al Pacífico por el puerto de Ilo; es decir, por Boliviamar, proyecto que ojalá pronto se apruebe en el Congreso peruano e impulsar la integración en todos los niveles.

— ¿Todavía existen resabios de la Guerra del Pacífico en Perú? ¿Cuál es la valoración que se hace en su país sobre el reclamo histórico de Bolivia para acceder al mar?

— Me parece difícil hablar a nombre de todo mi país, no creo que haya una sola posición al respecto, aunque predomina una simpatía por la causa marítima boliviana, que se origina en una guerra que libramos juntos y en la que el Perú perdió muchísimo también.
Ya que la pregunta está, permítaseme una sugerencia: Bolivia debería revisar la idea de un corredor soberano, la que genera resistencias en Chile pues se dice que partiría en dos su territorio y en el Perú, pues, se piensa que la solución del problema marítimo boliviano, si se realizase por Arica, supondría perder nuestra condición de país limítrofe con el vecino del sur. Tengamos presente que la actual relación entre Perú y Chile es socioeconómicamente interdependiente y complementaria, por eso este tema es tan delicado.

Creo que Bolivia debería pasar a un esquema posnacional y pensar, más que en un corredor soberano, en una vía de comunicación desde el interior de su país hasta un enclave litoral. Quizá en este esquema a Chile se le haga más sencillo ceder soberanía en su costa, lo que resulta difícil debido a nuestras subjetividades pues todos —peruanos, bolivianos y chilenos— hemos sido criados en el nacionalismo y existe la idea de que ceder territorio es casi una traición. Pero este enfoque del siglo XIX es algo que ya deberíamos cambiar.

— ¿Cree usted posible una alianza estratégica entre Bolivia, Perú y Chile tras el actual proceso histórico-judicial?

— A Haya de la Torre, un gran político peruano del siglo XX, le molestaba mucho la problemática entre nuestros tres países. En la década de 1920, hace casi 100 años, él señalaba que ese conflicto era azuzado por el imperialismo para evitar hacer de América del sur un bloque económico y político que compita de igual a igual con las grandes potencias.

El lenguaje puede haber cambiado pero a Haya no le faltó razón. ¿Te imaginas lo que será cuando no haya más lío entre nuestros países? ¿Te imaginas una Alianza del Pacífico con Bolivia, Argentina y Ecuador? Mira nada más la paz peruano-ecuatoriana de 1998, cuando resolvimos nuestros temas limítrofes. Bastó resolver el problema para potenciar exponencialmente nuestra relación y entrar a una fórmula ganar-ganar. Por eso, yo estoy seguro de que el día que Bolivia alcance las aguas del Océano Pacífico los beneficios para nuestros tres países serán infinitos, mientras tanto, Perú y Bolivia deben seguir acercándose, a través del ferrocarril bioceánico y los gabinetes binacionales como el que sostendremos en noviembre.

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