Homenaje a Shinzo Abe

Obituario
El Líbero, 01.09.2022
Eduardo Rodríguez Guarachi, abogado y exembajador en Japón

A dos meses de su fallecimiento, quisiera recordar la figura de alguien a quien tuve el privilegio de conocer y que trabajó incansablemente por su país y sus convicciones. Un político brillante y un primer ministro que contribuyó significativamente a la profundización de la relación entre Japón y Chile, países que desde hace 125 años se miran desde una y otra ribera del Pacífico. Shinzō Abe fue un ejemplo de perseverancia. Se convirtió el año 2006 en el primer ministro más joven del archipiélago nipón al sustituir a Junichiro Koizumi.

En diciembre de 2012, la victoria de su partido Liberal Democrático (PLD) en las elecciones generales, le permitieron elegirse nuevamente como primer ministro, cargo que mantuvo hasta 2020 y al que renunció por razones de salud. Fue el segundo en regresar al cargo desde Shigeru Yoshida en 1948.

Se convirtió en el primer ministro con más años en este cargo en la historia de Japón. Por sus cualidades fue conocido por diferentes apelativos. Notable fue el de «halcón» -por su modo de desarrollar la política exterior de línea dura- junto con su distintiva estrategia económica conocida como «Abenomics»: expansión monetaria, estímulo fiscal y reformas estructurales.

Fue el artífice de la recuperación de Japón tras el devastador terremoto y tsunami en Tohoku, en 2011, que cobró las vidas de casi 20.000 personas y produjo el colapso de los reactores nucleares de Fukushima.

También fue conocido como «el Príncipe», debido que fue miembro de una familia de larga tradición política: hijo del ex ministro de Relaciones Exteriores, Shintaro Abe, nieto del ex primer ministro Nobusuke Kishi y sobrino nieto del también primer ministro Eisaku Satō.

Fue electo al Parlamento por primera vez en 1993, e integró el gabinete del primer ministro Junichiro Koizumi.

Realizó en 2014 una visita oficial de dos días a Chile, ocasión en la que inauguró una mina de cobre de capital japonés y alentó los vínculos comerciales entre los dos países. En reunión oficial con la presidenta Michelle Bachelet, firmaron un memorando de cooperación para la reducción de riesgos en desastres naturales. Asimismo, abordó con la presidenta la necesidad de incrementar la participación de las mujeres en todos los ámbitos de la vida pública.

Su manejo político permitió que se mantuviera vigente el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, particularmente después de que EE.UU. se retirara de ese tratado comercial. Aseguraba su convicción de que ese acuerdo, ahora denominado TPP11, traerá prosperidad a la región Asia-Pacífico, lo que comparto plenamente.

Dentro de este contexto, es oportuno recordar la importante, primera, e histórica visita oficial del Ex-presidente Aylwin en noviembre de 1992 fué una causa esencial que explica las óptimas relaciones globales entre ambas naciones.

Como político visionario, Abe comprendió con gran lucidez la importancia de la Cuenca del Pacífico. Por ello, contribuyó a fortalecer los vínculos económicos entre los países ribereños. Estos son puentes que al cruzarlos permanentemente traerán progreso y seguridad material para las sociedades que crecen y se desarrollan en sus costas.

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