’Las relaciones Brasil-Chile se fortalecen con la entrada en vigor del Acuerdo de Libre Comercio’

Artículo
El Mercurio, 07.09.2020
Paulo Pacheco, embajador del Brasil en Chile
El representante de la misión diplomática brasileña en Chile se refiere a las estrechas relaciones que unen a ambos países, las que se traducen, entre otros, en una amplia red de acuerdos. Son más de 90 los instrumentos bilaterales que están vigentes en las más diversas áreas

Conmemorar el Bicentenario de la independencia es también una oportunidad para recordar las valiosas relaciones y alianzas que se construyeron entre Brasil y sus vecinos. La diplomacia, al final, fue un instrumento esencial para que el Brasil independiente consolidase sus fronteras y promoviese su desarrollo a lo largo de estos años posteriores al 7 de septiembre de 1822. Las longevas relaciones entre Brasil y Chile son un ejemplo claro de esas exitosas alianzas y de los beneficios mutuos que estas hicieron posible. En 2022, la “amistad sin límites” entre los dos países ganó un nuevo e importante capítulo, con la entrada en vigor del nuevo Acuerdo de Libre Comercio.

Brasil estableció relaciones diplomáticas con Chile el 22 de abril de 1836. Desde entonces, mantenemos una relación sólida, pacífica y multidimensional. Una de las principales características de esa cordial y centenaria colaboración es la amplia red de acuerdos que nos unen.

Actualmente, están vigentes más de 90 diferentes instrumentos bilaterales en las más diversas áreas. El más antiguo de ellos trata de arbitraje, mientras que el más reciente corresponde a innovación y competitividad.

Destaca la vertiente económica de nuestras relaciones. Existe una gran complementariedad entre las economías de nuestros países. Brasil es el principal destino de las inversiones de Chile en el exterior y su tercer socio principal comercial. En 2021, inclusive durante la pandemia, el comercio batió su récord histórico y superó los USD 11.400 millones, alcanzando Chile la posición de nuestro sexto principal socio. El comercio bilateral no sólo mantiene, sino que refuerza su trayectoria de éxito. Sólo en el primer semestre de 2022, nuestro intercambió ya sumó USD 6.500 millones, monto 36,5% mayor que el del mismo período del año pasado.

El Acuerdo de Libre Comercio entre nuestros países, que entró en vigor en enero pasado, confiere aún mayor fluidez a esa dinámica relación económica. Busca agilizar y simplificar procedimientos para importación y exportación, mediante la identificación y eliminación de medidas no arancelarias que dificultan el intercambio comercial y las inversiones. Facilita también el intercambio transfronterizo de servicios. Entre otras medidas, asegura a las empresas un acceso rápido y transparente a informaciones sobre normas y reglamentos aduaneros. Favorece inversiones recíprocas. Incentiva la adopción de buenas prácticas regulatorias. Significa el intercambio de bienes sujetos a medidas sanitarias y fitosanitarias. Garantiza el reconocimiento mutuo a los respectivos sistemas de calificación de productos orgánicos.

Uno de los principales objetivos del acuerdo es que sus beneficios sean obtenidos, además, en forma inclusiva y sustentable.

Permean el texto disposiciones que, entre otras, promueven la participación de micros, pequeñas y medianas empresas en los flujos de comercio bilateral y la incorporación de la perspectiva de género en el desarrollo económico. El tratado también contiene disciplinas para garantizar que los negocios bilaterales respeten plenamente los derechos humanos y contribuyan al progreso económico, social y ambiental de las sociedades brasileña y chilena.

Para Chile, el acuerdo trae ganancias significativas. Abre a las empresas chilenas el mercado de las compras públicas de Brasil, estimado en cerca de USD 100.000 millones anuales y considerado el más importante de América Latina. Incentiva el comercio electrónico y las inversiones recíprocas en el sector financiero. Reduce los costos de los viajes de turismo y de negocios, por medio de la eliminación del cobro del roaming internacional. Para Brasil, el tratado, más allá de sus sustantivos beneficios económicos tangibles, tiene un carácter particularmente innovador, habiendo sido la primera vez en que el país asumió, en un instrumento bilateral de esta naturaleza, compromisos en temas que marcan la agenda de los debates del siglo XXI, como comercio electrónico, anticorrupción, género, medio ambiente, asuntos laborales, cadenas regionales y globales de valor y micros, pequeñas y medianas empresas.

Estos y muchos otros importantes aportes que trae el acuerdo constituyen un ejemplo del dinamismo que caracteriza nuestras relaciones que se han mantenido por 186 años. Siempre conseguimos identificar oportunidades para estrechar lazos, innovar y crear soluciones para desafíos comunes.

En algunos días más, también conmemoraremos las Fiestas Patrias de Chile. Como responsable de la embajada del Brasil en Santiago, en este festivo septiembre, en que una vez más nos unimos en la celebración de nuestras más importantes fechas nacionales, recuerdo con orgullo la relación que construimos en las décadas pasadas y anticipo, con gran optimismo, su promisorio futuro. ¡Viva Brasil y Viva Chile!

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