Visita del Papa Francisco

Carta
OpinionGlobal, 09.01.2018
Carlos Klammer Borgoño, embajador (r), director de CEPERI y miembro Comisión Justicia y Paz (Diócesis de Rancagua)

A tan solo días de la llegada del Papa Francisco a Chile, sorprende el ambiente frío con que la elite del país ha leído este importante acontecimiento. No cabe duda que se trata de un Pontifice diferente y que desconcierta a conservadores y liberales, a derechas e izquierdas. Incluso hay chilenos que no lo ven como un Pontifice, sino más bien como "un argentino que viene a meter el dedo donde más duele".  A este ambiente frío ha contribuido sin duda el deterioro de la imagen de la Iglesia Católica, producto de los de los abusos sexuales. Otro motivo de esta indeferencia ante tan ilustre visita, es cuando se la compara con la de Juan Pablo II hace 30 años, mientras Chile vivía en plena dictadura y requería de apoyo espiritual.

Sin embargo, se equivocan quienes lo tildan de izquierdista o ligado al peronismo. Francisco critica el consumismo, y no a la economía de mercado, su problema no es el capitalismo sino el individualismo. Cuando dice "hay que vivir como predicamos" o "ser pastores con olor a oveja", se refiere a la necesidad de ser consecuentes entre lo que se dice, se promete y se hace. Cuando involucra a la Iglesia en la búsqueda de la paz en Colombia, el diálogo en Venezuela o en el conflicto entre Cuba y EE.UU., lo hace  pastoralmente, buscando el lado bueno del ser humano y, sobre todo, defendiendo los DD.HH. y la libertad. Hay que mirarlo como el guía espiritual de 1.200 millones de seres humanos esparcidos por el Mundo.

Cuando habla del mar en Bolivia o del genocidio Armenio en Turquía, apela al diálogo y al perdón. Confía plenamente en los acuerdos y el diálogo para gobernar y solucionar conflictos y, sin eludir los temas difíciles, sino que se involucra en ellos y toma riesgos. No debemos extrañarnos si en la Araucania invita a las partes a dialogar, los que utilizan la violencia y el terrorismo, con sus victimas.

Tampoco será indiferente al problema migratorio en Iquique y a la decidía oficial, al no contar Chile con una legislación adecuada en tan grave problema humanitario. El caso del Obispo Barros de Osorno, tampoco será soslayado por Francisco, primando probablemente su respeto a la jerarquía dentro de la Iglesia, en la que cree y respeta, como ocurrió en su confirmación en el cargo, salvo que logren convencerlo de lo contrario. En Santiago, seguramente dialogará con las victimas de los abusos sexuales, pero lo hará en forma privada.

En sus casi 5 años de papado y luego de su importante rol en la redacción del documento final de la Conferencia del Episcopado Latinoamericano de Aparecía, antes de su elección como Papa, se comienza a configurar la mirada pastoral de Jorge Bergoglio. El tiempo dirá si se trata de un Pontifice reformador como lo fue Jesucristo o un revolucionario, característica esta última que no se condice en absoluto con el Cristianismo.

Bienvenido Papa Francisco! Se encontrará con un Chile orgulloso de su reciente proceso electoral que confirma la alternancia en el poder y fortalece nuestro sistema democrático. Se encontrará tambien con un Presidente Electo que profesa nuestra fe cristiana y cree en la solidaridad con los más necesitados.

Por último, serán los jóvenes los protagonistas de los actos multitudinarios con que se recibirá al Santo Padre en Chile, dejándonos un mensaje de paz y unidad nacional, tan necesario luego de años de incertidumbre y conflictos que no hicieron más que ahondar la división entre los chilenos.

1 Respuesta

  1. Primer párrafo del artículo, segundo renglón, luego del primer punto seguido, dice: “No cave duda…”
    ¡¡Sres, debe decir!! : “No cabe duda”, escrito con “b” y no con “V”.
    Ahora me explico vuestro relajo de opinión en torno al país en que Uds. viven; habemos muchos millones más de chilenos que no tenemos esta mirada ni menos esos sentimientos triunfalistas pseudo patrióticos.
    Saludos.

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