Breve historia de un libro

Columna
Realidad y Perspectivas, N*70 (noviembre-diciembre 2017)
Guillermo Guedes Ontaneda, director de la Casa Museo Ricardo Palma

Los chilenos solemos ignorar lo que significan, para los peruanos de la cultura, los libros de su Biblioteca Nacional, traídos a Chile por nuestros soldados, durante la Guerra del Pacífico. Al margen de que al respecto no ha existido una política con estrategia –ya se devolvió una cantidad importante de libros durante el primer gobierno de Michelle Bacheletes un tema sobre el cual habría mucho que decir. El siguiente artículo de un intelectual peruano, vinculado al legado de Ricardo Palma, debiera servir para asumir la importancia que este tipo de gestos puede tener para una mejor comprensión entre los actores del mundo de la cultura de Chile y el Perú.

El 26 de febrero de 1881 el coronel Pedro Lagos se apersonó a la Biblioteca Nacional y exigió las llaves a su entonces subdirector, Ricardo Palma. En los primeros días de marzo de ese año el Tomo III de España Sagrada: Theatro geographicohistorico de la Iglesia de España, de 514 páginas, del fraile agustino Enrique Flórez fue sustraído de su estante junto con 50,000 libros más y cientos de documentos históricos y enviados a Chile. El libro, que vio la luz en 1754, era parte de una obra monumental de 29 tomos impresa en Madrid con el aval del Rey Fernando VI “El Justo”. El volumen llegó al entonces Virreinato del Perú en 1758 y debió ser parte de la valiosísima colección bibliográfica de los Jesuitas, cuyos bienes, tras su expulsión en 1767, fueron confiscados. Embarcado en El Callao junto a otros libros y bienes incautados, arribó a Valparaíso semanas después y de allí en tren a Santiago, donde fue recibido e inventariado por el ingeniero polaco Ignacio Domeyko. El libro dejó maravillado a Ramón Briseño, director de la Biblioteca Nacional de Chile, institución que recibió los libros arrebatados a la biblioteca fundada en 1822 por el general Don José de San Martín.

En 1925 el libro fue trasladado a la nueva sede de la biblioteca y sellado por sus nuevos dueños en la misma página que tenía el sello de la Biblioteca Pública de Lima. Fue depositado en una hermosa sala que después se llamaría Sala Medina, en honor al bibliógrafo e historiador José Toribio Medina, que en 1875 en Lima había visitado numerosas veces la hermosa y bien surtida biblioteca.

El jueves 23 de noviembre de 2017 en una ceremonia pública en la nueva sede de la Biblioteca Nacional del Perú el Tomo III de España Sagrada junto con el libro “Decisionum rotae lucanae diversorum auditorum cum decisionibus aliorum supremorum tribunalium & praecipue” de Hyeronimus Palma, impreso en 1718, fue entregado (o devuelto) al señor Alejandro Neyra, director de la BNP, por los señores Angel Cabeza, Director de Bibliotecas, Archivos y Museos de Chile y Pedro Pablo Zegers, Director de la Biblioteca Nacional de Chile. Ambos prometieron que en pocos días iban a llegar otros 718 libros, algunos de ellos incunables.

Habían concluido 136 años, 7 meses y 2 semanas de cautiverio.

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