China busca inversiones

Columna
Infobae, 09.04.2024
Felipe Frydman, economista argentino, exembajador y consultor del CARI

El gobierno chino está llevando a cabo una significativa campaña para atraer inversiones externas frente a la caída del flujo en el 2023. El Consejo de Estado promulgó el 19 de marzo el “Plan de acción para promover la apertura y mayores esfuerzos para atraer y utilizar inversiones externas”. Esta directiva tiene el objetivo de profundizar las acciones adoptadas en julio del año pasado denominadas “Opiniones del Consejo de Estado para optimizar el clima e intensificar los esfuerzos para aumentar inversiones externas”. También se la conoce como “24 medidas” subdividas en 59 capítulos, que procuran facilitar y mejorar las condiciones para alentar la radicación de empresas extranjeras en todo el país.

El Ministro de Comercio, Wang Wentao, afirmó que el 60% de las propuestas ya fueron implementadas mencionando que 10 de las 59 medidas fueron completadas, 28 han progresado y las restantes 21 se encuentran en proceso. Desde el año pasado las autoridades han mantenido reuniones de trabajo con las multinacionales y las cámaras nacionales para interiorizarse de los problemas y escuchar sus propuestas.

Durante la Conferencia Anual del Foro de Boao (BFA), que tuvo lugar en la Provincia de Hainan la última semana de marzo, el presidente del Comité Permanente del Congreso Nacional, Zhao Leji, recalcó el potencial de China, efectuó un llamado a los inversores internacionales y reiteró la voluntad de profundizar las políticas de reforma y apertura de la economía. Zhao también destacó la reducción de las listas negativas, la remoción de las restricciones en el sector manufacturero y el tratamiento nacional para todas las inversiones externas. El presidente del Comité Permanente terminó su exposición afirmando que “debemos oponernos al proteccionismo comercial en todas sus formas, al desacoplamiento o quebrantamiento de las cadenas de valor. En su lugar, debemos compartir oportunidades y buscar resultados win-win a través de la cooperación”.

El presidente Xi Jinping participó en la reunión del Foro de Desarrollo de China durante la última semana de marzo donde participaron más de 100 CEO de las principales multinacionales y líderes de las principales organizaciones financieras. El objetivo de la reunión fue reiterar la política de reformas para reinstaurar la confianza en la marcha de la economía después de los comentarios negativos sobre las dificultades estructurales para impulsar la tasa de crecimiento. Como señales de distensión, recibió a Janet Yellen, Secretaria del Tesoro, y próximamente al Secretario de Estado Antony Blinken.

Las inversiones externas en 2023 fueron de 42.000 millones reflejando una sensible disminución con respecto a los 189.000 millones de 2022 y 180.957 en 2021 principalmente en industria manufacturera y alta tecnología. Entre las múltiples razones que explican el cambio de tendencia se encuentra el aumento de la tasa de interés en los Estados Unidos, pero también las tensiones geopolíticas y las restricciones impuestas por este país y la Unión Europea. Asimismo, desde la irrupción del COVID la tendencia a una mayor intervención del gobierno influyó negativamente sobre la percepción de la situación política.

Las inversiones externas tuvieron un papel importante en la consolidación del proceso de apertura económica que comenzó con las cuatro Zonas Económicas Exclusivas (ZEE) en 1979 a iniciativa de Xi Zhongxun padre del actual Presidente Xi Jinping. China considera que las inversiones externas tienen un efecto dinamizador sobre la estructura productiva y son necesarias para formar parte de las cadenas de valor a nivel global para mantener la presencia en el mercado internacional. En 2023 China exportó por 3.380.000 millones de dólares; una disminución del 4,6% mientras que las importaciones fueron 2.560.000 billones con una caída del 5,5% respecto al año anterior.

La aparición de India en los últimos años, sumado a Vietnam e Indonesia, como destinos de las inversiones externas, constituye un fuerte desafío para China y explicaría los motivos de los esfuerzos que viene desarrollando el gobierno para ofrecer nuevos incentivos y generar un marco de confianza para desactivar el conflicto comercial con los Estados Unidos. Esta situación debería constituir un llamado de atención para los países latinoamericanos que, con la excepción de México, no han podido revertir el pesimismo sobre las perspectivas futuras de crecimiento de la región con relación a Asia.

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