Con Argentina Boric va a tener que elegir entre su simpatía ideológica y su condición de magallánico

Entrevista [Jorge G. Guzmán, abogado, exdiplomático y académico de la U. Autónoma]
La Prensa Austral, 05.03.2023
Redacción

 

– ¿El caso “buque inglés” cuán relevante es hoy para Chile y Magallanes, en particular?

– “Es trascendente porque un gesto hacia Argentina negando el acceso de un buque de bandera británica a un servicio portuario en Punta Arenas, Asmar, implica “tomar partido de la causa de Malvinas” y ocurre que los tratados de límites vigentes con Argentina, el de 1881 y, luego, el de 1984, neutralizaron el estrecho. Ambos tratados hablan de la neutralización del estrecho y eso significa que tú, como Estado de Chile, no puedes transformar el estrecho en un instrumento para favorecer a un país y perjudicar a otro. Entonces, lo que hizo Chile fue “violar el tratado de 1881 y el de 1984”. Esta es una falta mayor, es mucho más que un error”.

Así comienza el diálogo con el exdiplomático y académico de la Universidad Autónoma, Jorge Guzmán, quien no tiene pelos en la lengua para criticar a la diplomacia chilena y, a la hora de perfilar cambios de gabinete, es rotundo respecto de que la Canciller Antonia Urrejola se tiene que ir. “Cumplió una etapa”, dice y agrega que, sin dudas, la política de relaciones exteriores necesita ajustes.

Sin remilgos, también dispara en contra del gobierno regional, sosteniendo que el gobernador Jorge Flies tiene el desafío de empoderarse y ser un acto de la política internacional.

 

Caso “buque inglés” y la neutralidad del estrecho

La conversación con Guzmán giró, principalmente, en torno al denominado caso “buque inglés”, a consecuencia de la filtración de un audio de la Cancillería chilena donde se habla de este asunto, el cual se resumiría en que se negó el acceso a los servicios portuarios chilenos de una nave de dicha nacionalidad.

 

– Usted acusa que Chile está violando los tratados de 1881 y 1984 respecto de la neutralidad del estrecho, pero también Argentina lo hace.

– “Argentina viola esto al exigirle a Chile hacer un gesto y Chile lo viola al hacer el gesto.

“Argentina está obligada por los tratados de límites y por la Convención del Mar a no dificultar la entrada o salida de alguna nave de cualquier bandera, incluida la bandera británica, incluida la de las islas Falkland, porque los tratados vigentes dicen que el estrecho está neutralizado y está garantizada la libre navegación, que son dos cosas diferentes, para las banderas de todas las naciones del mundo, incluida la británica”.

 

– ¿Qué pasa acá, entonces? ¿Estamos frente a un giro diplomático, es un cambio ideológico?

– “Hay varias cosas, Elia. Primero que todo, hay mucho desconocimiento, hay una gran ausencia de reflexión y de estudio del significado de las decisiones que se adoptan, particularmente, con Argentina, porque el libreto para la relación con Argentina es, esencialmente, el tratado de 1984, que, en lo que tiene que ver con el estrecho de Magallanes es reiterar lo del tratado de 1881: libre navegación, neutralización y la prohibición de fortificar el estrecho. O sea, en un conflicto con Argentina, Chile no podría colocar minas marinas en Primera Angostura. Cuando Argentina en 1995 y Chile en 1997, ratifican la Convención del Mar confirman estas obligaciones. En relación con la neutralización y la libre navegación por el estrecho, hace mención del artículo 35 de la Convemar que se refiere para los estrechos para la navegación internacional lo que se aplican son los acuerdos anteriores a la convención.

“Esto viene de antes, no es sólo del gobierno de Boric. Pero, lo que he dicho es que el gobierno de Boric, que es magallánico, tiene la oportunidad de corregir esto y lo que va a tener que hacer el presidente es elegir entre su simpatía ideológica y su condición de magallánico. Creo que el presidente tiene que pronunciarse sobre esto”.

 

– No lo ha hecho.

– “No”.

 

– Tampoco su Canciller.

– “No. Es que la Canciller no entiende estas cosas”.

 

– ¿Cómo? ¿No es una eminencia?

– “Aquí hay una falla sistémica porque en el análisis falló la diplomacia tradicional, pero yo me pregunto: ¿Dónde están los analistas del Ministerio de Defensa?

 

– Están callados.

– “Están calladitos. Uno dice: ‘Está bien, la Cancillería la crucificamos en la Plaza de Armas de Santiago’. Bueno, ¿y el Ministerio de Defensa no tiene opinión en esto? ¿Dónde está la academia chilena? Por ahí leí a alguien en El Mercurio que dijo que el presidente tiene que ir a la Antártica y ¿para qué? Lo que ocurre es que (Alberto) Fernández va a la Antártica a terminar una faena. ¿Boric a qué va a ir, qué va a terminar?”.

 

– El planteamiento de que las relaciones bilaterales tienen la lógica de acción-reacción.

– “Lo que pasa es que Argentina sí tiene un plan y Chile no tiene plan ni concepto. Tú ves que Argentina lo que dice ahora es que el centro del país está en Tierra del Fuego. Esa es el área de influencia de Argentina y hay otro proyecto que se llama Pampa Azul, que quiere convertir a Argentina en una potencia marítima. Nunca lo fue y ahora quiere ser una potencia marítima y polar y la contraparte ahí es Chile, que siempre lo fue, pero que ahora no lo sabe. Chile se olvidó que era una potencia. ¿Por qué? Mirado desde la lógica del funcionario diplomático, estos son temas muy poco sexis, tú no vas a ascender en la carrera dedicándose a esto… Al ministerio (de RR.EE.) no le importa eso. Lo sexi está en la agenda de género, en los derechos humanos, la Cumbre del Clima… Se quemó el país, pero seguimos firmando cosas que tienen que ver con el cambio climático. Ninguna de estas cosas tiene aplicación concreta material sobre el desarrollo del país, pero los funcionarios siguen firmando estas cosas para hacer carrera”.

 

– Cuando usted dice que el gesto en el caso “buque inglés” es tomar partido por la causa argentina, ¿no lo hizo ya con el apoyo explícito diplomático de Chile en el tema de las Malvina/Falkland en la década de los 90?

– “Ese es un detalle importante, Elia. Si eso lo planteas en Valparaíso, perfecto, porque allá tú no tienes ninguna obligación de neutralizar Valparaíso, pero no lo puedes hacer en Punta Arenas. Hazlo en San Antonio, en otro puerto, pero acá no porque tienes una obligación específica con Argentina y la comunidad internacional en lo que se refiere al estrecho”.

 

– Al apoyar la causa argentina, ¿cuánto se obliga Chile a respaldar todo aquello que decida o le pida Argentina? ¿Cuánto se obliga a hostilizar a los británicos?

– “Bueno, Chile es parte de esta especie de grupo de apoyo, es un apoyo político, no hay una obligación legal, pero sí un apoyo político que ha sido reiterado por gobiernos de distintos signos. Entonces, es un apoyo del Estado de Chile y así como Bolivia, en algún momento, alegó los derechos expectaticios y nos generó un lío ante la Corte Internacional de Justicia, Argentina también te va a decir en algún momento que, cuando Chile apoya la causa de Malvinas, apoya la manera en que Argentina aplica el Derecho del Mar en la plataforma continental. Si tú le reconoces la soberanía argentina sobre las islas (Malvinas/Falkland), le reconoces la soberanía de la plataforma continental. ¿Cómo separas eso? Y Argentina te va a decir que las islas Malvinas/Falkland están vinculadas a las Georgias (del Sur) y las Georgias a las Orcadas (del Sur) y te diste la vuelta y vas a terminar en la Provincia Antártica Chilena. Eso es lo que te va a decir Argentina porque tú lo hiciste en las declaraciones presidenciales y porque te demoraste más de diez años en actualizar tu plataforma continental. Eso es lo que hemos alegado nosotros desde La Prensa Austral. Acuérdate que, en algún minuto, la directora de Difrol -que ahora que es subsecretaria- dijo a través del diario que estaba todo controlado y pasaron los años y ¡no estaba nada controlado!”.

 

– Planteado así, estamos frente a una situación muy riesgosa para los intereses de Magallanes.

– “Sí y, por lo mismo, echo de menos al gobierno regional. Parece que no se quiere empoderar de esto”.

 

– Pero, ¿acá no hay un embajador asignado a nuestra región?

– “Claro, pero es una especie de exilio. Envían un funcionario para acá que no entiende nada de nada. Al final, llenan un puesto y envían a alguien que no tiene espacio en Santiago. ¿Cuál es la función de ese funcionario? Participar en las reuniones de los comités de frontera, informar dos o tres cositas durante el año porque hay una dirección de coordinación regional. Habría que preguntar a ellos para qué sirve este funcionario, qué es lo que hace acá porque, desde el punto de vista del ciudadano magallánico, no se sabe quién es ni qué aporta. ¿Cuál ha sido, históricamente, el aporte de estos funcionarios?”.

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