Contrapunto a la carta

Artículo
Realidad y Perspectivas, N*89 (octubre 2020)
Redacción
Dos de nuestros consejeros, Nelson Hadad Heresy y Eduardo Rodríguez Guarachi, intercambiaron sendas cartas al director en el diario "La Tercera". Dado su interesante contenido y porque en RyP abogamos por debates respetuosos, consignamos este intercambio epistolar.

 

Carta Hadad

El canciller Andrés Allamand informó que conforme a instrucciones del Presidente Piñera iniciará con Bolivia una “aproximación progresiva“. La idea pareciera coherente con la política vecinal, que constituye una prioridad de nuestra política exterior.

Pero la propuesta resulta desaconsejable. Cabe recordar que Bolivia rompió relaciones diplomáticas con Chile y promovió una agresiva campaña internacional contra nuestro país, tergiversando la verdad histórica, agraviando de paso a nuestras autoridades con expresiones impropias y demandó ante la Corte Internacional de Justicia. El fallo de la Corte rechazó definitivamente las alegaciones de Bolivia, sepultando ad aeternum su aspiración marítima, respetando la vigencia del Tratado de 1904, que fijó a perpetuidad los límites entre ambos estados.

No existe espacio a la ingenuidad y corresponde aprender las lecciones de la Historia. La Constitución de Bolivia estableció el carácter irrenunciable e imprescriptible de su aspiración marítima. En su proceso electoral, el candidato del MAS, Luis Arce, apoyado por Evo Morales, declaró que “Bolivia y los bolivianos no vamos a renunciar jamás a nuestra salida al mar”; Carlos Mesa es conocido por su dura retórica antichilena y Luis Fernando Camacho, de “Creemos”, señaló “cuando seamos gobierno y mientras el tema de la salida soberana al mar no esté resuelto, no restableceremos relaciones diplomáticas con Chile”. Por otra parte, la Presidenta interina, Jeanine Añez, en  Naciones Unidas, expresó “no puedo dejar de referirme al tema marítimo, hago un llamado a la comunidad internacional para solucionar la carencia de Bolivia de un acceso soberano al Océano Pacífico”.

La iniciativa de cualquier aproximación debe provenir de Bolivia y evitar crear falsas expectativas, reiterando la inmutabilidad del Tratado de 1904.
[Nelson Hadad Heresy, académico y ex embajador de Chile]

 

Carta Rodríguez

Recientemente, Nelson Hadad H. en una carta se refiere a las relaciones con Bolivia. Señala que resulta desaconsejable la propuesta de iniciar una “aproximación progresiva” con el país vecino, y todas las razones que esgrime, lamentablemente, son de una mirada por el retrovisor, con visión de pasado y ajena a los desafíos contemporáneos impuestos por la diplomacia global. El destacado académico expresa “no existe espacio a la ingenuidad y corresponde aprender las lecciones de la historia”. Entonces, en mi opinión, con mayor razón hay que reconocer que existe un conflicto histórico que cada cierto tiempo se destaca o florece, más aún en épocas presidenciales.

Sin embargo, eso no debiera inmovilizarnos, pues miremos otros elocuentes ejemplos internacionales con diferencias tan acentuadas como las nuestras, pero que han sido capaces de restablecer relaciones diplomáticas plenas. Los referentes más notorios son Estados Unidos y Cuba. También cabe mencionar a Argentina y Reino Unido, que restablecieron relaciones diplomáticas en 1990, ocho años después de la guerra de Las Malvinas. ¿Significó esto la culminación a todas sus disputas? No. ¿Puso esto fin a cualquier reclamación? No. ¿Es ingenuo pensar que Chile y Bolivia pueden lograr una mejor diplomacia bilateral? Estoy convencido que no.

Es tiempo de dar el paso inicial en objetivos comunes, acordar una agenda conjunta e imaginativa para seguir trabajando en lograr mayores entendimientos en beneficio de ambas naciones.

Finalmente, quiero destacar a aquellas acciones que miran al futuro, como la loable y antigua iniciativa –9 años– de constituir el capítulo entre Chile Bolivia del Consejo Empresarial Presidido por Alberto Salas, y por su contraparte boliviana Rolando Kempff, bajo la jurisdicción de Sofofa. Es decir, la diplomacia empresarial colabora con la política de Estado, que debe regir entre ambas naciones.
[Eduardo Rodríguez Guarachi, embajador (r)]

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