Columna PanAm Post, 16.07.2023 Arturo McFields Yescas, embajador (r) y periodista nicaragüense
Las cosas han cambiado y cambiado para mal. Tras 8 años desde la última Cumbre de la UE-CELAC, la pandemia del COVID y la guerra en Ucrania, hoy existen más dictaduras y menos democracias. Bajo el antifaz de democracias legítimas, las dictaduras de Cuba, Nicaragua y Venezuela participan campantemente en la Cumbre de la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
La Cumbre de Bruselas no tiene previsto abordar temas espinosos como derechos humanos y democracia. La liberación de 1,400 presos políticos en Cuba, Nicaragua y Venezuela está fuera de la agenda.
El temario de la Cumbre UE-CELAC es pragmático y apático. En lugar de recuperación de la democracia abordarán recuperación económica, derechos comerciales y no derechos humanos, crisis climática y no crisis política.
Los autócratas impusieron su agenda. Los regímenes de Cuba, Nicaragua y Venezuela sacaron del tapete la crisis democrática, priorizaron la agenda comercial y vetaron al presidente de Ucrania.
Nicaragua
Daniel Ortega recompuso su relación con Europa. Nicaragua envió una delegación a la Cumbre, recibió el beneplácito de su embajador y eliminó de la agenda sus 355 asesinatos. Todo en tiempo récord.
Para malestar de Ortega, más de 160 nicaragüenses y una veintena de organizaciones internacionales han solicitado a la UE-CELAC la creación de un Grupo de Amigos de Nicaragua. Todavía no hay respuesta.
Venezuela
El régimen venezolano tiene previsto realizar elecciones en 2024 implementando el modelo de Nicaragua, es decir, cárcel, destierro e inhabilitación para sus adversarios políticos. Una tormenta perfecta.
El Parlamento de la UE ha sido firme y claro contra Maduro. La inhabilitación de opositores como Corina Machado, Leopoldo López y otros, es arbitraria e inconstitucional.
Pese a los fraudes electorales, la corrupción y los crímenes de lesa humanidad, Venezuela participa en la Cumbre UE-CELAC como si fuese una democracia legítima y no una tiranía consumada.
Cuba
La dictadura comunista con más de 1000 presos políticos y 64 años en el poder también asiste al encuentro UE-CELAC. Castro y Díaz Canel quieren más euros y menos democracia.
El Canciller de Cuba, Bruno Rodríguez cuestionó a Europa por su “falta de transparencia y conducta manipuladora” que ponen en riesgo “el éxito de la Cumbre”. Para la isla la democracia está prohibida.
La Unión Europea cedió mucho a cambio de poco
Las cosas han cambiado y cambiado para mal. Tras 8 años desde la última Cumbre de la UE-CELAC, la pandemia del COVID y la guerra en Ucrania, hoy existen más dictaduras y menos democracias.
La influencia política y comercial de las tiranías de China y Rusia en las Américas ha incrementado exponencialmente. El liderazgo de la UE ha tenido que ceder. Quizás demasiado.
En este ominoso contexto se celebra la Cumbre UE-CELAC. Algunos le llaman un mundo multipolar, otros creen que falta un mayor liderazgo en el mundo libre ante el avance de tiranías y narcoestados.
La guerra en Ucrania lo ha cambiado todo. Hay un interés desesperado en mejorar la relación con Latinoamérica, incluso a costas de sacrificar la defensa de la democracia y los derechos humanos.
No esperemos nada grandioso de una Cumbre sin grandes expectativas. Esta es un encuentro pragmático y estratégico para recomponer la relación UE-CELAC en tiempos de guerra. Por ahora no hay tiempo para hablar de democracia y las dictaduras del hemisferio lo saben.
