El Che vive

Columna
El Mercurio, 04.10.2017
Gonzalo Rojas, profesor universitario y columnista
Murió hace exactamente 50 años, pero se las han ingeniado para mantenerlo vivito y coleando

Dentro de la derecha -no en los que el sumo pontífice Vargas Llosa llama "cavernarios", sino justamente en medio de sus más liberales exponentes- la sola mención del Che saca sonrisitas de desprecio: son esos derechistas tan astutos que dan por superado el marxismo; son esos que prefieren ignorar todo el influjo presente del criminal cordobés, con tal de no "mirar al pasado". Y así, por cierto, no entienden nada del presente, aunque al mismo tiempo manifiestan el pánico que les produce la candidatura Sánchez, a la que obviamente no quieren asociar con el foquismo guevarista, porque eso... sería "regresar al pasado".

El foquismo. Sí, hay que volver a hablar del foquismo, tan vivito en Chile como lo está el Che.

El Che tenía su estrategia. Unos puntos concretos donde generar la revolución; los llamó "focos". Y Allende, en parte guevarista, los expresó con claridad en su famosa entrevista con Debray: "La lucha revolucionaria puede ser foco guerrillero, puede ser lucha insurreccional urbana, puede ser la guerra del pueblo, la insurgencia como el cauce electoral, depende del contenido que se le dé."

Depende del contenido que se le dé.

¿Hay foquismo en La Araucanía? Por supuesto, tremenda novedad. Quienes generan el terrorismo en esa zona lo hacen desde unas tesis que el guerrillero practicó con éxito en Cuba, pero con fatalidad en el Congo y en Bolivia. Por eso, cuando algún tontín se queja de que hablar de guevarismo es mirar al pasado, pero, al mismo tiempo, se lamenta de cómo se quema a personas, iglesias y propiedades en aquella región, el tontín seguirá demostrando que no ha entendido nada de lo que pasa en Chile y revela que no conseguirá solucionar nada de lo que sucede en La Araucanía. Mientras no reconozca que fue el ejército boliviano el que derrotó al foquismo guevarista, es imposible que enfrente adecuadamente el problema terrorista en el sur.

Pero hay foquismo también en medio de nuestra ciudad. Sí, foquismo guevarista de carácter urbano.

Cuando Crecer -un movimiento de corta y triste memoria- ganó la FEUC hace apenas dos años, lo hizo bajo el rótulo "somos los hijos de Guevara...". La gestión de esa directiva estudiantil fue un desastre, pero por osmosis logró contagiar el foquismo hacia sus costados: basta leer el modo como se plantean otros grupos de izquierda en la PUC, para concluir que han escogido a esa universidad como un auténtico foco donde sembrar las nuevas y viejas formas revolucionarias. Sería ridículo que nos preguntáramos si van a intentar copar el campus Gómez Millas en Macul, porque hace ya mucho tiempo que ese es "territorio liberado". Hoy es la PUC el terreno a conquistar; es el modelo Católica del Perú el que hay que imitar.

Y no se detendrán ahí.

En un texto que comentaremos este sábado 7 en la V Feria de los Buenos libros, varios de sus autores -la mayoría miembros del Frente Amplio- insisten en los conceptos de "territorio" y "organizaciones locales" como los ámbitos propios de la acción política que viene desarrollando el conglomerado. Su victoria en Valparaíso -un foco municipal que va poniéndose también al margen del Estado de Derecho- se plasmó así.

Que el Frente Amplio esté conformado por una docena de entidades puede ser percibido como una de sus grandes debilidades, pero al interior de su propia autopercepción es una de sus mayores fortalezas. Qué mejor que "todos los focos, el foco".

El Che es apenas una anécdota en tanta camiseta transpirada y en esos vanos letreros de barra brava, pero sigue siendo historia de verdad en sus focos rurales y urbanos del Chile contemporáneo.

Digan lo que digan los tontines.

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