El riesgo del crecimiento desmedido de los arsenales nucleares

Columna
Clarín, 04.08.2019
Roberto García Moritán, embajador (r) y ex viceministro de RREE argentino
  • Hay en la actualidad 13.865 armas nucleares en poder de nueve Estados. El 90% corresponden a Rusia y Estados Unidos con 6.450 ojivas cada uno

Las armas nucleares son la mayor amenaza a la seguridad internacional y a la supervivencia de generaciones futuras. Naciones Unidas ha advertido que el riesgo del uso del arma nuclear, intencionalmente o por error de cálculo, es el más alto en décadas.

También que una guerra nuclear tendría efectos globales catastróficos y abarcaría a todo el planeta. La Cruz Roja Internacional ha enfatizado la imposibilidad de enfrentar semejante tragedia humanitaria. Pese a ese reconocimiento, las potencias nucleares siguen renovando, modernizando y expandiendo los arsenales existentes.

De acuerdo al Instituto de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI), ya no se estaría ante la estrategia clásica de la disuasión por la acumulación de cabezas nucleares sino frente a una dinámica de tácticas y escenarios de guerra.

Mapa mostrando el rango de alcance de armas nucleares prohibido por el tratado. AFP

En ese contexto, el SIPRI destaca el riesgo de las 13.865 armas nucleares en poder de nueve Estados. El 90% corresponden a Rusia y Estados Unidos con 6.450 ojivas cada uno. China tendría 780, Francia 300, Reino Unido 215, Pakistán 150, India 140, Israel 80 y Corea del Norte entre 20 y 30. El SIPRI destaca que China, India y Pakistán están aumentando significativamente la capacidad de producir material fisionable que conduciría a un crecimiento geométrico del inventario de armas nucleares. Asia ha pasado a ser, junto con los arsenales rusos y norteamericanos, el área geográfica de mayor preocupación global en materia de concentración de armamento nuclear.

Tras la cancelación del Acuerdo de Misiles de Alcance Intermedio y Corto (INF), el Tratado START III del 2010, que vence en el 2021, es el único instrumento de control de armas estratégicas entre Estados Unidos y Rusia. Entre los restantes siete países que poseen armas nucleares, no existe ningún instrumento jurídicamente vinculante que frene o limite la proliferación vertical de esos arsenales. De hecho nunca han mantenido ni siquiera conversaciones informales al respecto, lo que muestra un marco de absoluta falta de control o limitación para el desarrollo y posesión de armas nucleares.

La no existencia de negociaciones o siquiera la perspectiva sobre algún tipo de desarme nuclear o incluso de prohibición de producir material fisionable para armas, puede afectar los propósitos de la no proliferación horizontal que consagra el Tratado de No Proliferación (TNP). En gran medida la proliferación sea vertical u horizontal, son dos caras de una moneda, el retroceso en uno repercute en el otro. Corea del Norte es el ejemplo más reciente. Irán puede ser el próximo al haber aumentado el enriquecimiento de uranio. Hay media docena de países que podrían estar también en una lista de potenciales Estados con aspiraciones de poseer una ojiva nuclear.

Los tratados nucleares en vigor y obsoletos entre Rusia y EE.UU. AFP

En este contexto, el desarme nuclear y la no proliferación de las armas nucleares es una cuestión de la máxima urgencia. Esa hora de fortalecer la seguridad global con acuerdos verificables que pongan fin a las armas nucleares de acuerdo al enfoque de seguridad colectiva previsto en la Carta de las Naciones Unidas.

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