Carta El Mercurio, 10.02.2024 Carlos Pareja, exembajador del Perú en Chile (2009-2014)
Al lamentar profundamente el trágico fallecimiento del expresidente Sebastián Piñera, me refiero a la política de su gobierno respecto al Perú durante los años 2010-2014, en los que ejercí el cargo de embajador en Chile.
Fue una etapa en la que debíamos estar especialmente atentos y procurar advertir anticipadamente algún eventual desencuentro —a fin de salvaguardar un clima apropiado en la relación bilateral— mientras delegaciones de ambos países exponían con empeño ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya contrapuestas posiciones respecto de la controversia sobre los límites marítimos.
Pude comprobar en esa etapa —durante los que mi señora y yo fuimos cordialmente acogidos por el presidente Piñera y su señora— que cuando dos gobiernos comprometen sus políticas de Estado hacia la profundización de las vinculaciones existentes, la sociedad civil en su conjunto se vuelca hacia ese propósito, logrando relaciones profundas y duraderas en múltiples ámbitos para el beneficio de los pueblos del Perú y Chile.
Así lo entendieron dos hombres de Estado, los presidentes Alan García y Sebastián Piñera, acompañados con el profesionalismo de sus cancillerías que supieron encauzar este esfuerzo.
Queda pues este amplio legado de dos mandatarios que, por lo demás, compartieron sus fecundas experiencias de Gobierno y no pocas circunstancias de sano humor.
