Fallece Molotov, ex canciller soviético: 11 de noviembre de 1986

Obituario
El Mercurio, 12.11.2016
Redacción

A los 96 años murió en Moscú Viacheslav Mijailovich Scriabin, estadista y diplomático ruso, más conocido por su sobrenombre Molotov ("martillo"), con el que reemplazó su apellido familiar en 1912, al vincularse con Stalin. Con esa misma denominación también se llamó a un tipo de bomba incendiaria casera, las que él popularizó durante la II Guerra Mundial para resistir la invasión de las tropas nazis.

Los cables publicados en "El Mercurio" informaban de su deceso el 11 de noviembre de 1986, destacando su larga trayectoria política. Se leía que tras la Revolución de 1917, Molotov comenzó a sumar altas responsabilidades en el régimen, siendo miembro del comité central del Partido Comunista desde 1921, del Politburó (1926) y presidente de la Internacional Comunista. En 1930, asumió como la principal autoridad del Consejo de Comisarios del Pueblo y, entre 1939 y 1949, se desempeñó como ministro de Asuntos Exteriores.

En este cargo estaba cuando firmó el pacto de no agresión soviético-germano con el canciller de Hitler, Von Ribbentrop. Sin embargo, cuando el "führer" cambió de parecer e invadió la Unión Soviética en 1941, Molotov acudió a la radio estatal para alertar a la población sobre lo que se venía. Fue la época en que recurrió a un inusual método para contrarrestar las embestidas bélicas del ejército alemán, promoviendo el uso de botellas rellenas con líquido inflamable como artefactos explosivos de fácil fabricación. Asimismo, se decía que estos llamados "cócteles" fueron antes utilizados por los finlandeses, por las tropas franquistas y existen antecedentes de objetos similares usados en los ataques a Motril (Granada), en 1831.

Molotov también organizó la alianza con Estados Unidos y Gran Bretaña durante la Segunda Guerra Mundial y, una vez derrotada Alemania, reorientó la política exterior soviética hacia la confrontación con el bloque occidental, al despuntar la Guerra Fría. Luego de la muerte de Stalin, fue nombrado otra vez canciller (1953-1956), formando parte de los dirigentes continuadores que permanecieron en el gobierno hasta ser desplazados por los reformistas de Kruschev, quienes lo destituyeron del Presidium y del Comité Central (1957), lo desterraron como embajador en Mongolia (1960) y lo expulsaron del PC, colectividad que lo reconsideró veinte años después.

Se leía que el 2 de julio de 1986 concedió su última entrevista a un diario soviético. En ella Molotov quebró 25 años de silencio, apoyando los cambios registrados en el país bajo el régimen de Mijaíl Gorbachov. A su funeral, realizado en el cementerio de Novodevichy, no acudió ningún alto funcionario. Un vocero del Kremlin dijo: "Nosotros, ahí, no participamos".

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