Carta El Mercurio, 27.08.2023 Carlos Klammer Borgoño, embajador (r)
Próximos a cumplir medio siglo del Golpe de Estado de 1973, la sociedad chilena sigue más dividida que nunca. El presidente Boric trata de imponer una verdad oficial sobre estos lamentables acontecimientos. La derecha es reacia a condenar el golpe, sin antes establecer las causas que lo produjeron. La izquierda evita referirse a las causas que llevaron al golpe, poniendo el acento en sus consecuencias: las violaciones sistemáticas a los DD.HH. en dictadura.
En definitiva, es un diálogo de sordos, donde el gobierno no logra aunar posiciones, tratando de reivindicar el gobierno de la Unidad Popular, como una manera de justificar sus propios errores.
